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CORONAVIRUS

La reapertura de las grandes marcas dinamiza la actividad comercial

Las franquicias de las principales arterias comerciales de la provincia retoman el negocio con espacios acotados y limitaciones de aforo

La reapertura de las grandes marcas dinamiza la actividad comercial en los centros urbanos

La reapertura de las grandes marcas dinamiza la actividad comercial en los centros urbanos

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La reapertura de las grandes marcas dinamiza la actividad comercial en los centros urbanos J. Hernández

Con limitaciones de aforo y de espacio, las grandes marcas dinamizan en la desescalada de la pandemia el comercio en los centros urbanos de las principales ciudades de la provincia, sumándose a las tiendas de proximidad, que pujan por fidelizar a nuevos clientes aprovechando que las grandes superficies no podrán funcionar hasta la fase 2 salvo excepciones como las de las tiendas de El Corte Inglés, que tienen salida directa a la calle y sí han podido habilitar más espacios al margen de alimentación, informática y parafarmacia, secciones consideradas esenciales, abiertas durante todo el estado de alarma. La mayoría de franquicias de moda, complementos o cosmética han reabierto esta semana aprovechando la autorización de la actividad comercial en menos de 400 metros cuadrados, para lo que han adaptado sus locales a los nuevos protocolos de espacio, aforo e higiene, intentando recuperar una parte del negocio perdido colocando ya rebajas y descuentos en la mayoría de las tiendas.

La vuelta de esta oferta comercial tras permanecer cerradas siete de cada diez franquicias durante lo peor de la emergencia sanitaria revitaliza las principales arterias comerciales por su poder de atracción. Ayer por la mañana la avenida de Maisonnave de Alicante estaba animada tras tantos días con las persianas bajadas, y el público guardaba cola en algunas tiendas para acceder respetando los aforos limitados de las franquicias de moda reabiertas mientras otras grandes marcas preparaban sus locales para volver el próximo lunes.

Los dispensadores de hidroalcohol se han convertido en un elemento fijo a la entrada de los establecimientos para que todos los clientes desinfecten sus manos. «La seguridad empieza aquí», indica en un cartel junto al dispensador la firma Stradivarius. Todas las tiendas establecen control de aforo, algunas de ellas con el número de personas que admite en carteles en los escaparates, como Oysho, con 20 personas por tienda. Zara recomienda mantener la distancia de seguridad porque «nuestra prioridad es la salud de nuestros clientes y trabajadores», señalan en la cartelería; y Kiko obliga a entrar con mascarilla. Tiendas como Intimissimi fijan un horario preferente para las personas mayores de 65 años, e indican que higienizan a diario la tienda y tratan las prendas con soluciones desinfectantes. La mayoría establecen una puerta para entrar y otra para salir, y marcan un punto diferenciado para la recogida de las compras online.

Según el informe «La franquicia en España» de 2019, en la Comunidad Valenciana hay implantadas 177 enseñas o marcas, con 6.728 locales y una facturación anual de 1.392 millones de euros. Estas tiendas, de acuerdo a este estudio, dan empleo a 19.892 personas.

Las grandes marcas suman su oferta a la del pequeño comercio, que se ha encontrado con una pequeña ventaja competitiva en la desescalada frente al comercio de gran formato al no poder abrir las grandes superficies mayoritariamente hasta la segunda fase. La patronal del pequeño y mediano comercio de la provincia (Facpyme) admite que es una oportunidad para el comercio urbano de proximidad. Su secretario general, Francisco Rovira, afirma que para intentar fidelizar al cliente el sector utilizará todas sus armas como son «la atención personalizada, la calidad del servicio, garantía y profesionalidad». Antes de la pandemia, en la provincia había unos 26.000 comercios de proximidad.

Vanessa Cárdenas, presidenta del Colectivo de Comerciantes por Alicante, ciudad con 4.700 pequeños establecimientos, señala que las sensaciones son buenas «aunque se arranca despacio y con mucho respeto» a la distancia social. «Los clientes vienen con total seguridad y se trabaja bien», dice. A las franquicias les pide que sean especialmente cuidadosas con el aforo y que se respeten al máximo las medidas de higiene. En este sentido considera que el comercio de proximidad está siendo un ejemplo de seguridad y servicio.

40% del aforo

Los centros comerciales han invertido en cartelería para indicar las nuevas medidas y reforzar las plantillas de limpieza y de seguridad para abrir con un aforo del 40% el 25 de mayo o el 1 de junio, en función de cuando la provincia pase a la fase 2 de la desescalada establecida por el Gobierno, y si lo hace completa o por áreas sanitarias. Joaquín Cerveró, portavoz de la Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (Anged), que engloba a las grandes superficies, señala que se encuentran inmersos en todos estos preparativos «para el día D». Aunque en estos complejos haya pequeños establecimientos, muchos de menos de 400 metros cuadrados, no pueden abrir en la fase actual «si no tienen acceso desde la calle a no ser que sean comercios de bienes esenciales» como alimentación.

Excepción hecha es El Corte Inglés, centro comercial que suma desde el lunes a su supermercado, abierto durante toda la pandemia, varios espacios restringidos a 400 metros cuadrados en sus dos edificios de Alicante. En el de Federico Soto ha optado por reabrir librería y juguetería, y en el de moda, situado en Maisonnave, marroquinería, moda y complementos. «Aunque no es como antes de la pandemia, hemos notado animación con el cambio de fase», aseguraron ayer desde el centro comercial.

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