La crisis generada por el coronavirus covid-19 ha conllevado que tanto el número de ayudas que presta Cáritas Diocesana como las solicitudes para recibirlas se hayan cuadruplicado durante esta situación de emergencia, respecto al mismo periodo de años anteriores. En los dos meses desde que se decretó el estado de alarma, Cáritas Diocesana ha ayudado a más de 8.099 familias en la diócesis, lo que supone haber ayudado a más de 32.300 personas. Agrava la situación que el 70% de las familias ayudadas son familias con hijos menores.
Comparando el volumen de familias atendidas, en todo el año 2019 fueron algo más de 12.000 familias, llegando la acción de Cáritas Diocesana a más de 43.000 personas, lo que supone que, en caso de seguir así la situación, que además se prevé que vaya a más en los próximos meses, en poco tiempo se habrá atendido a las mismas familias que en todo el año anterior.
Las familias que han acudido a pedir ayuda a Cáritas Diocesana, principalmente, las han solicitado para la alimentación y para poder afrontar gastos relacionados con la vivienda, como suministros o pago de alquileres. En los dos meses de emergencia, Cáritas Diocesana ha hecho un gasto directo de 440.142 euros. A esta cifra hay que añadir 210 toneladas de alimentos en especie, aportados por particulares, organizaciones y empresas.
La emergencia ha conllevado que lleguen a Cáritas Diocesana perfiles que difícilmente acudían a pedir ayuda, ya que en muchos casos nunca lo habían solicitado, especialmente familias con niños, pero también afectados por ERTE; personas que vivían de su trabajo en los mercadillos; personas con ingresos vinculados a la economía sumergida o trabajos precarios; e inmigrantes sin regularizar, en gran número solicitantes de protección internacional sobre todo colombianos y venezolanos.
La red de Cáritas está presente en todos los barrios y pueblos de la diócesis de Orihuela-Alicante y cuenta con 151 Cáritas parroquiales que están atendiendo a los colectivos más afectados por la crisis del coronavirus. Para reforzar la red de atención, esta organización ha puesto en marcha la línea gratuita 900921936 atendida por un equipo de 25 voluntarios y ocho trabajadores sociales que atienden más de 300 llamadas diarias. El equipo de atención de la línea 900 trabaja de manera coordinada con todos los equipos de las parroquias de cara a garantizar la ayuda a aquellas familias que más lo necesitan. Además, cabe destacar la respuesta solidaria de muchas personas que han querido sumarse como colaboradoras a estas tareas de las Cáritas de la diócesis.
«Cada semana que pasa la situación se va agravando entre las familias afectadas en la diócesis, si no se produce una reactivación del mercado de trabajo y se coordinan los apoyos e incentivos desde la administración puede ser una crisis con un impacto mayor que la de 2008», señalan desde Cáritas. Además, creen que estas ayudas deben llegar más rápidamente a las familias agilizando los trámites burocráticos y reforzando los servicios sociales con el personal necesario. Por eso, reclama una acción «decidida» y «coordinada» entre administraciones y empresas.
Perfil: Hogares con niños, afectados por ERTE e inmigrantes
Desde Cáritas han destacado que la emergencia ha conllevado que acudan a pedir ayuda muchos perfiles que nunca hasta ahora lo habían necesitado, principalmente familias con niños. También hay afectados por ERTE que todavía siguen sin cobrar; personas que viven del trabajo en mercadillos que no se han podido celebrar por la pandemia; familias cuyos ingresos provenían de la economía sumergida y que no pueden acceder a ERTE o inmigrantes sin regularizar, muchos de ellos solicitantes de protección internacional.
