Si algo ha quedado claro en medio de esta pandemia es que el mercado internacional de suministro de material sanitario se ha convertido en una selva, una «cueva de piratas y charlatanes», resumió ayer la encargada de las compras de la Generalitat, la secretaria autonómica, María José Mira.
La otra certeza es que el tejido productivo valenciano ha demostrado una gran capacidad de adaptación. Sin contar con la experiencia, ni la maquinaria adecuada, ni la capacidad de producción de los grandes suministradores radicados en China, las empresas valencianas que se han puesto a fabricar mascarillas para la Generalitat han logrado ajustar costes para ofrecer precios más que competitivos, en algunos casos más baratos incluso que los que ha tenido que abonar la administración autonómica a proveedores extranjeros en estas semanas de crisis sanitaria.
Es lo que se desprende de los expedientes hecho públicos estos días. Las mascarillas quirúrgicas adquiridas a varias firmas valencianas se han negociado a 0,50 euros. En dos casos, los de las compañías EMO y Orliman, con experiencia en el ámbito ortopédico, se ha realizado un encargo por ese precio para proveer hasta 8,2 millones de unidades cada una. Es una primera piedra sobre la que edificar el complejo sueño de un clúster sanitario valenciano, como ha sugerido la patronal textil Ateval.
El precio mejora, por ejemplo, los 0,65 euros, 0,55 euros ó 0,53 euros a los que se ha cerrado cada unidad con diferentes proveedores para importar este producto desde China, a lo que habría que añadir el coste de transporte por avión, elevado en estos tiempos de urgencias. La multinacional sueca del sector sanitario Molnlycke se llevó un gran contrato de 15 millones de mascarillas para el sistema valenciano, pero tampoco mejoró el precio de la mascarilla feta a casa.
En otros casos, otros importadores españoles sí lograron precios casi imbatibles para estos tiempos negociando con proveedores chinos, como los 0,31 euros por unidad en un paquete de tres millones de mascarillas. El Consell también ha comprado este artículo a 0,25 euros la unidad. Ha habido, en realidad, una gran disparidad de precios fruto del colapso del mercado.
Además de las mascarillas y el sector textil, otro ámbito empresarial valenciano que se ha convertido en proveedor de la Generalitat durante la emergencia sanitaria es el de los fabricantes químicos. Es el caso de Laboratorios Maverick, del grupo proveedor de Mercadona Ubesol y que firmó un contrato de 625.000 euros con la administración para suministrar casi 350.000 unidades de gel de manos de medio litro, a un precio de entre 1,39 y 1,51 euros la unidad. Cleanity, del grupo químico SPB, proveedor de Mercadona, ha recibido también un contrato de la Generalitat para este tipo de producto.
Diez mil fundas para muertos
Pese a las dificultades y el coste, la Generalitat está cumpliendo el objetivo de abastecerse y crear stock de todo tipo de producto. Durante los primeros días de la crisis, las previsiones eran dantescas, hasta el punto de que se llegó a comprar a un importador valenciano la friolera de diez mil fundas para difuntos (a 9,50 la unidad). Dos meses de pandemia después, van 1.350 fallecidos.
Aunque el sistema sanitario no ha llegado a desbordarse, la administración está haciendo acopio de elementos críticos, como los respiradores, algo que también es una obligación para cumplir las condiciones para la desescalada.
Según la información que la Generalitat envió al Ministerio de Sanidad hace casi dos semanas, el sistema sanitario valenciano cuenta con 689 respiradores invasivos (UCI). A ellos se sumarán los 534 que, según anunció ayer María José Mira, se han adquirido.
También de estas adquisiciones está trascendiendo el coste. Cien de ellos, a la empresa valenciana Temel, por un precio de 2,9 millones. Según otro contrato, se ha negociado directamente con el fabricante de Shenzhen de sistemas de ventilación Ambulanc Tech la adquisición de 200 respiradores para UCI por 5,67 millones, cien unidades de dos modelos a 39.350 y 26.350 euros. Incluso se han comprado 750 camas para ampliar la capacidad de los hospitales de la Fe, Gandia, Llíria o Vinaròs, por 1,6 millones con diferentes proveedores.
