De una aprobación inicial holgada, sin tensiones de última hora, en la que sólo hubo dos votos en contra (los de Unidas Podemos) a tener que necesitar a los ultras de Vox para sacar adelante el primer presupuesto del mandato en Alicante. Y es que el PSOE y Compromís anunciaron ayer que pasarán de la abstención al «no» al Presupuesto municipal de 2020 en el pleno extraordinario previsto para este viernes.
Así, si no se producen más cambios, el gobierno liderado por el popular Luis Barcala tendrá catorce «síes» seguros (PP y Ciudadanos) y trece «noes» (PSOE, Compromís y Unidas Podemos), por lo que será decisiva la posición de los dos ediles de Vox, que en la votación inicial se abstuvieron.
El voto de la coalición liderada por Natxo Bellido se decidió este lunes tras una reunión de la Executiva. «Nuestro voto representa la pérdida de confianza que habíamos otorgado al bipartito al inicio de la crisis, y por eso nos abstuvimos en la votación inicial presupuestaria. Ahora no podemos mantenerla dado la gestión social que está haciendo el bipartito de derechas», argumentaron desde Compromís, además de recordar «la negativa de PP y Ciudadanos de acordar una hoja de ruta para afrontar las medidas que habrá que plantear en los próximos meses para salir adelante como ciudad». En el argumentario del cambio de signo de la votación, Compromís subraya «la negativa de PP y Ciudadanos de acordar una hoja de ruta para afrontar las medidas que habrá que plantear en los próximos meses para salir adelante como ciudad». Más allá de palabras, prosigue el comunicado, Compromís sigue «sin tener por escrito un documento pactado y acordado que incluya las modificaciones presupuestarias que habrá que hacer».
Por su parte, desde Unidas Podemos se reafirmaron este lunes en su voto en contra, criticando la relación del bipartito con el tejido asociativo de la ciudad de Alicante. Para el portavoz de Unidas Podemos en Alicante, Xavier López, "Barcala dirige un gobierno opaco y turbio, ajeno a la realidad e incapaz de incorporar acuerdos y propuestas de la ciudadanía", un mandato, según López, "autoritario" y que ha llevado a la Corporación "hasta unas cuentas que no plantean ninguna solución contra la emergencia social y económica, para ayudar a las familias, pymes y autónomos y sin ningún compromiso escrito que nos lleve a pensar que algo cambiará en las negociaciones que se puedan plantear respecto a las modificaciones de crédito".
