La Policía Local de Alicante ha impuesto en las últimas 24 horas un total de treinta denuncias por desobediencia y disuelto dos botellones en el casco antiguo y un cumpleaños en la vía pública incumpliendo el estado de alarma para hacer frente al covid. En esta jornada los agentes policiales continuaron realizando dispositivos de control fijos y móviles por toda la ciudad en los que identificaron a 152 personas, y del total de multas impuestas 18 fueron por utilizar espacios que todavía no están permitidos, 8 por salir fuera de las franjas horarias y 2 por estar a más de un kilómetro, entre otras.
La Policía Local tuvo que intervenir en dos botellones que se estaban realizando con grupos de jóvenes en el casco antiguo y en el Parque la Tuna y para disolver un cumpleaños celebrado en las inmediaciones de la calle Santaolaya con personas reunidas, así como en una peluquería situada en la calle Plus Ultra abierta sin medidas de protección. Concretamente, la Policía también acudió pasadas las 20 horas del sábado a la Ermita de Villafranqueza, la calle Hermanos Machado y a la Plaza Joaquín María López, para sancionar a grupos de padres de menores que estaban reunidos incumpliendo los horarios y las distancias, así como a la calle del Sol Naciente con personas reunidas y a la calle Prosperidad donde se estaba utilizando una zona precintada.
La Policía Local ha organizado en Alicante un operativo especial con centenares de agentes desplegados de las unidades de Fox, Tráfico, Barrios y el servicio Nocturno, para garantizar que se cumplen las normas establecidas por el Gobierno en la fase 1, y controlar la apertura de las terrazas bajo estrictas medidas de seguridad de los establecimientos de hostelería y restauración.
Desde primera hora se realizarán inspecciones y trabajarán en coordinación para hacer cumplir las distancias de seguridad entre veladores de, al menos, dos metros, y los aforos máximos establecidos mediante las licencias, permitiendo la agrupación de dos o más mesas, siempre que se respete el 50% de lo autorizado, con una ocupación máxima de diez personas y manteniendo la distancia de seguridad.
El concejal de Seguridad apeló a «la prudencia y responsabilidad cívica en la fase 1», y a su vez aseguró que «la Policía Local va a ser muy rigurosa con los limites de los aforos y la seguridad para protegerse y evitar aglomeraciones en las terrazas, no se puede permanecer de pie o esperando mesas, y es muy importante que tomemos conciencia y cumplamos todas las normas».
El plan establece que las terrazas tienen que estar cerradas a las 23 horas, y se deberán cumplir las medidas de higiene, limpieza y desinfección del equipamiento, tener dispensadores de hidrogel, se deberá priorizar la utilización de material desechable, evitar el uso de cartas de uso común y la eliminación de elementos de autoservicio como servilleteros.
