Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cursos online: la otra fiebre provocada por el virus

Plataformas y centros privados se lanzan a la caza de alumnos durante el estado de alarma con programas de corta duración. La demanda de formación informática crece más de un 700% en Alicante

Una mujer recibe clases de piano por internet. david revenga

Cuando Antonio Manuel Illescas recuerde quién le hizo compañía durante su solitario confinamiento en Lombardía, Italia, pensará en un desconocido del que sólo sabe que se llama Oliver y que es, además de youtuber, experto en Blender, un programa de diseño 3D. Este alicantino, autónomo y mecánico de helicópteros de profesión, desafió al tedio del largo confinamiento cuando decidió pasar de jugar a videojuegos a intentar aprender cómo se hacen. «No tiene nada que ver con lo mío, lo hago por hobby y porque siempre me han gustado los videojuegos. Me he bajado el programa, tomo notas y luego intento repetir lo que hace. Lo hago también para no volverme loco estos días», cuenta riendo en un mensaje de Facebook.

Muchas otras personas recordarán que su cuarentena estuvo cosida a la voz de su instructora de Pilates, a la del premio Nobel que le introdujo en los básicos de Economía o a las fotos de perfil de la comunidad de usuarios que les han acompañado en sus primeros pasos en el mundo de los sistemas de información geográfica. Aficiones, nuevas materias o técnicas profesionales. La red se ha llenado de profesionales -y no tan profesionales- parados en casa y asomados al mundo desde internet y de nuevos alumnos con tiempo e inquietud suficiente como para aprender cosas nuevas. El sector de la formación ha reaccionado rápido y ha construido puentes entre ambos en forma de seminarios, cursos, píldoras o simples playlists con las que hacer caja o fichar a futuros clientes. La covid-19 ha creado el caldo de cultivo perfecto para disparar la formación online.

Hay algunos datos. Udemy, una de las principales plataformas de aprendizaje a distancia junto con Coursera, EdX y Udacity, sitúa a España entre los países con mayor crecimiento de la demanda de su catálogo de 100.000 cursos durante los meses de marzo y abril. Desde el 19 de marzo registra un aumento del 490% de las altas en sus cursos en todo el mundo, crecimiento que en nuestro país fue del 280%. Los temas más demandados en España han sido piano (un 466% más), Excel (352%) e inversiones (investment), con un pico del 262% respecto a sus datos habituales.

El fenómeno también afecta a la provincia. El Instituto Mediterráneo de Estudios de Protocolo (IMEP) detectó rápidamente que «hay gente que ha aprovechado para reciclarse» y ofertó «en tiempo récord» un paquete de cursos de corta duración íntegramente online, según explica Diana Rubio, directora académica de este centro privado adscrito a la UMH. «Llevamos dos años haciendo transformación digital y teníamos píldoras online para los alumnos, pero cuando se decretó el estado de alarma pensamos que tendríamos que probar con algo que fuera global», explica por teléfono la responsable académica. En cuestión de días, su web abría la matriculación para cursos de 20 y 50 horas de Introducción al Protocolo, Gestión de Eventos, Diplomacia y Protocolo y Protocolo en Hostelería.

«Pusimos precios módicos, ninguno cuesta más de 90 euros, y no nos marcarnos objetivos de número de alumnos. Pero la respuesta ha sido muy buena. Se interesaron unas 1.500 semanas en las tres semanas previas y se ha matriculado entre un 10 o un 15% de ellos», explica Rubio. Cree que la clave para haber captado matrículas en toda España y en algunos países extranjeros es «la reputación que ya tenía el IMEP». «Hay mucho pirata en los cursos online», advierte.

En la escuela de negocios Fundesem también han sido rápidos en aprovechar el momento. La idea tomó forma de manera natural, aprovechando la inercia de los primeros compases del confinamiento. «En un primer momento se suspendieron las clases presenciales para adaptarlas online, para poder acabar los cursos en marcha. Paralelamente surgió una necesidad puntual de píldoras, de webinars, como una forma de estar en contacto con alumnos y clientes, que triunfaron desde el primer momento. Después se ha pulsado la demanda inmediata y se ha diseñado una formación online, esta vez ya de pago y para nuevos alumnos, que va de mayo hasta julio con formatos de 3 horas y a veces de 50» explica el presidente de Fundesem, Cayetano Sánchez.

Entre la oferta de «desescalada» de la escuela de negocios se encuentran cursos como el de Liderazgo y Gestión, de 12 horas y con un precio de 250 euros o el de Productividad y Gestión, de 9 horas y con un precio de 200 euros. «Llevamos unos días y la aceptación es muy alta», sostiene el empresario y presidente de Fundesem. Tanto es así, que el centro está diseñando programas formativos de larga duración para el próximo curso con una parte del contenido online. Cree que el teletrabajo está poniendo en valor tanto la formación presencial y el networking como la flexibilidad de recibir parte de los contenidos a distancia.

Carlos Mira-Perceval es un estudiante alicantino de Geología de 23 años que cursa su novena formación online. Lleva desde los 16 años completando estudios con masters masivos, programas de Coursera, cursos de universidades y vídeos de Youtube. La experiencia le informa de cuáles son los mejores para no equivocarse en una elección que, cada vez con más frecuencia, tiene coste económico.

«Donde haya clases presenciales, que se quite lo online, porque tienes un repositorio vivo de contenidos delante de ti. Ahora que nos ha pillado el coronavirus hay que hacerlos por internet y tienes que armarte de autodisciplina. Aquí ya no depende del profesor, si no de ti. Por lo general, los asociados a universidades son los mejores», explica por teléfono.

Astrogeología, astrobiología, paleontología o sistemas de información geográfica (SIG) son algunos de los temas asociados a su carrera en los que ha podido profundizar gracias a estos cursos, inaccesibles para él en formato presencial. «La carrera no es una especialidad, es un abecedario. Si quieres construir frases, necesitas ampliar tu formación», sostiene.

Torre de marfil

Conseguir esa gramática no siempre cuesta dinero y no siempre se aprende de un catedrático escocés que abre su torre de marfil durante unas horas. «Las comunidades en redes sociales son muy importantes. Si tienes una duda sobre un programa te salen 800 personas para resolverla y terminas hablando con un geólogo de Madrid que no sabe algo que tú sí. Y otra opción son los cursos que dan en Youtube muchos sudamericanos. Son totalmente prácticos», afirma este defensor de la educación alternativa online.

Entre las innumerables opciones también hay trampas. Cursos de pago que esconden programas mediocres, profesionales que oscurecen más que aclaran por su mala comunicación o falta de capacidad, estafas que aprovechan la necesidad de muchas personas de actualizar sus currículums ante la recesión que se avecina. Los centros educativos y los usuarios que aparecen en este reportaje recomiendan informarse, comparar ofertas y valorar la reputación del ofertante a fin de que un buen propósito, como es mejorar la formación, no termine haciendo aún más duro el confinamiento.

Las claves

Las clavesProgramación: Alicante aprovecha el encierro para saber más informática

La plataforma de cursos online Udemy, una de las principales en el mundo con más de 100.000 programas, informa de que en la provincia se han disparado las inscripciones en cursos de diferentes programas y lenguajes informáticos. Así, la demanda de formación en hojas de cálculo con Excel ha crecido un 750% desde que se decretó la alarma sanitaria. Los cursos de Python y C# han aumentado sus alumnos alicantinos en un 750% y 700% respectivamente.

Piano e inversiones: España desempolva el piano y aprende a invertir

La plataforma recoge en un estudio que España es uno de los países donde más se nota la fiebre formativa. Los temas que más demanda tienen son piano, con un 466% de aumento de inscripciones, Excel (325%) e inversiones (262%). Ocio, técnica y economía para el mundo que viene.

Compartir el artículo

stats