¿Quién iba a imaginar que un futuro apocalíptico provocado por una pandemia en la ficción se vería superado por una pandemia en tiempo real? Miguel Uliarte, sanvicentero de 35 años y director de la película Absolución -cuya trama tiene su origen en un virus misterioso y mortal-desde luego que no. Uliarte es el director, productor y guionista de esta historia de ciencia ficción, que combina el thriller con la road movie, que él escribió en forma de guion hace más de siete años, y que finalmente rodó entre abril y noviembre del pasado año.
«Soy fotógrafo y había hecho cortos con amigos, pero no una película larga. Esta historia la escribí hace mucho tiempo y en 2018 me lié la manta a la cabeza y decidí rodarla, en forma de proyecto colaborativo y con una financiación pequeña», explica Uliarte, sorprendido de que «al final la realidad supera a la ficción por esta situación tan loca que vivimos. Te dicen un mes antes que vamos a vivir una pandemia, que la última fue hace un siglo, afortunadamente, y no te lo crees».
Aunque aclara que las diferencias entre su ópera prima y la situación actual causada por el coronavirus son grandes, «sí coincide el origen desconocido y misterioso de un virus, que está acabando con gran parte de la humanidad, y cuyo origen buscará el protagonista», apunta el director de Absolución, donde -matiza- no hay confinamiento y el virus se propaga por el planeta afectando sobre todo a la costa, por lo que la única forma de permanecer a salvo es en las montañas. La pandemia de Absolución ha provocado la extinción de parte de la humanidad y ha llevado a la vida en la Tierra a las más terribles condiciones.
«La película empieza directamente en las montañas como una r oad movie donde el protagonista -un científico que ha perdido a su hermana y quiere desentrañar el origen del virus- va formando por el camino un grupo de gente para descubrir cómo empezó todo».
En la película se aplica la ley del más fuerte: «Espero que esta crisis creada por la pandemia tenga mejor final que el que tiene nuestra película», bromea el director de la cinta, donde los personajes que sobreviven van ataviados con máscaras anti-gas «que compramos en una ferretería de San Vicente del Raspeig. Son las que más se adaptaban a la idea de guerra en el planeta», indica Uliarte sobre su película, cuyo trasfondo contiene una parte de concienciación sobre la situación límite en la que se encuentra el planeta por la explotación de los recursos.
«Como se ha podido ver durante este Estado de Alarma mundial, sin la incidencia del ser humano el planeta se depura y recupera en tiempo récord», añade el director.
La película se ha rodado íntegramente en escenarios naturales de la provincia de Alicante, como el Valle del Sabinar en San Vicente, el pantano de Tibi o la Sierra del Maigmó. Absolución es un proyecto independiente, de bajo presupuesto y en formato colaborativo, donde tanto el equipo técnico como artístico han colaborado en su desarrollo de forma altruista, llegando a colaborar de una forma u otra más de 25 personas de Alicante, San Vicente, Elche, Villena o Castalla.
Noé Esclapez, Silvia Sánchez, Alberto Sirvent, Mayma Vera y Sergio Romero son los jóvenes actores que dan vida a los personajes en la ficción.
¿Ventaja o desventaja?
Absolución se encuentra ya en proceso avanzado de postproducción y la intención del director y productor de Okoy Films es presentarla al próximo Festival de Cine de Alicante, ahora que se han ampliado los plazos. En caso de no llegar a tiempo, iniciará su recorrido por otros festivales, nacionales e internacionales.
Que la pandemia sea el motor del filme, a juicio de Miguel Uliarte, puede ser una ventaja o no: «Igual es un hándicap porque la gente ya no quiere saber nada más de virus ni de epidemias».
