El impacto de la cancelación de las Hogueras por la falta de garantías sanitarias para la celebración íntegra de los actos es enorme para Alicante pues supone una pérdida de negocio de más de 145 millones de euros en solo un mes y de 17.000 empleos, la mayoría estacionales en los sectores más vinculados al turismo, como la hostelería y el comercio, pero también merman los ingresos de más de 2.000 artistas y trabajadores de los talleres de construcción de monumentos, pirotécnicos e indumentaristas. Además de causar pérdidas al sector de la flor, a las bandas de música y a los proveedores de vallas, alimentos y bebidas, y a las empresas de sonorización, luces e infraestructuras. Se ven perjudicados fundamentalmente la hostelería y el comercio, que ingresan en Hogueras un 30% de la facturación anual; los servicios y la industria vinculada a la fiesta y el ocio.
La Cámara de Comercio constata las pérdidas. Su presidente, Juan Riera, aplaude la responsabilidad de los foguerers y del alcalde al suspender la celebración, pero recalca «el daño moral para los festeros y los económicos para la ciudad, considerables en comercios, bares, restaurantes, hoteles y todo lo que se mueve alrededor del turismo». Solo los hoteles de Alicante, por ejemplo, perderán más de seis millones de euros en ingresos por pernoctaciones puesto que los días grandes de Hogueras llenan las plazas y la víspera alcanzan el 95% de ocupación.
La hostelería destaca el impacto que tienen las fiestas en el sector, sobre todo cuando caen en fin de semana, con fomento del empleo, aunque desde los sindicatos UGT y Comisiones sus responsables Yaissel Sánchez y Consuelo Navarro coinciden en que las cifras de afiliaciones y altas del paro aumentan pero no lo que debería. Detectan una gran bolsa de empleo sumergido en Hogueras y piden que esta situación se revierta para 2021 aprovechando su tirón turístico con actividades deportivas y culturales pasada la Cremà que superen la estacionalidad.
El Colectivo de Comerciantes destaca el impacto negativo sobre tiendas de indumentaria, complementos, flores, alimentación y otros aspectos como sillas, mesas, carpas, sonido o iluminación.
El Ayuntamiento de Alicante tenía, dentro del presupuesto de la Concejalía de Fiestas, un millón de euros de presupuesto para los distintos concursos y contrataciones relacionados con las Hogueras, del que un 30% quedará sin ejecutar entre dinero para los castillos de fuegos artificiales, premios, subvenciones, vallado de la mascletà y otros aspectos. El concejal de Fiestas, Manuel Jiménez, avanzó ayer que se hará una modificación de créditos para destinar ese dinero a medidas sociales en general, también para la Fiesta, entre ellas compensaciones para los artistas de Hogueras.
En los 400 talleres de Alicante, València y Burriana, donde se construyen los 180 monumentos que cada año se plantan en Hogueras, trabajan más de 3.000 personas todo el año, que viven en medio de una gran convulsión la cadena de suspensiones de fiestas a que aboca el coronavirus, las últimas en caer las Fallas de València, ayer. Subsisten de un oficio artesanal exclusivo de la Comunidad Valenciana, de ahí que la unión gremial reivindique ante ayuntamientos, diputaciones y Generalitat su necesidad de llegar a un acuerdo específico de ayudas o subvenciones al sector. El maestro mayor de Alicante, Joaquín Rubio, recuerda que «sin artistas no puede haber Hogueras» y espera poder negociar con las comisiones un incremento presupuestario para 2021 ya que con el de un año no podrían mantener los talleres.
El Gremio calcula que los artistas se quedan sin cobrar entre un 40% y un 50% de los plazos del presupuesto de los monumentos, muchos de ellos con el trabajo ya bastante avanzado.
Otro oficio muy perjudicado es el de la pirotecnia. Las empresas que disparan en Fallas y Hogueras han bajado su facturación más de un 75%, según la Asociación Española de la Pirotecnia, y más del 70% de las empresas del sector tienen a sus trabajadores en ERTE. Los indumentaristas han visto afectado su trabajo al 100% al cogerles la crisis sanitaria en plena temporada, con cientos de trajes terminados y pendientes de prueba para poder entregarlos, cero ingresos y ERTE de trabajadores.
En cuanto al sector de la flor, las empresas han sufrido un importante impacto con la pérdida de las Hogueras, sobre todo cultivo nacional de clavel para las Ofrendas.
La Federació de Fogueres que preside Toñi Martín-Zarco pedirá al Ayuntamiento que mantenga las subvenciones a la entidad y a las comisiones. Por su parte, la Bellea del Foc, Isabel Bartual, señala que «cuando recibí la noticia se me partió el corazón. Es muy duro pero esto solo va a ser un parón para coger fuerza y trabajar ya por las Hogueras de 2021».
València acordó ayer suspender las Fallas al entender que las condiciones sanitarias no permiten celebrarlas con un mínimo de garantías en julio, como estaba previsto. Tras una reunión entre el Ayuntamiento y las entidades festeras, se acordó el traslado de los actos a 2021. Los monumentos no se destruirán, sino que permanecerán guardados a la espera de un plan de viabilidad que garantice la continuidad como oficio de los artistas.
Alcoy también cancela sus Moros y Cristianos 2020
Uno tras otro, los festejos que quedaban caen debido a la incertidumbre por la evolución del coronavirus, lo que ha terminado por borrar de la agenda 2020 los Moros y Cristianos de Alcoy. Los festejos habían quedado paralizados tras su suspensión en abril para que fueran reanudados «cuando se recuperase la normalidad». Ante el escenario que se avecina y las escasas garantías sanitarias, Alcoy ha decidido cancelar de manera definitiva sus festejos para lo que resta de año y reanudarlos en 2021. c. bartual
