A los promotores alicantinos no les ha sentado nada bien la decisión del Gobierno de establecer una cuarentena obligatoria de 14 días para todos los viajeros que lleguen del extranjero. Tras haberse pasado los casi dos meses que duran las medidas excepcionales para frenar el Covid-19 reclamando facilidades para que sus clientes puedan llegar a la provincia -sobre todo, aquellos que tienen que escriturar la compraventa de una vivienda en los próximos meses-, los empresarios se desayunaron ayer con una medida del Ejecutivo que va justo en la dirección contraria, lo que, a su juicio, puede «poner en jaque años de promoción de la Costa Blanca como destino para el turismo residencial».
Tampoco le parece una decisión acertada a la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante. «No entiendo que alguien viaje por negocio u ocio y tenga que pasarse tiempo en cuarentena. No es compatible con el turismo. Creo que hay que extremar las medidas de seguridad para garantizar que nadie contagiado salga de sus fronteras, pero debería ser a través de test rápidos, tomas de temperatura y certificados médicos», señaló su presidenta, Victoria Puche. Desde la patronal Hosbec, manifestaron que no creen que la medida afecte al turismo porque especifica que será «durante el estado de alarma». Así, afirmaron que durante la cuarentena no hay movimiento de turistas y que con la «redacción actual del texto» del BOE «pensamos que no va a afectar» porque aún no se están realizando reservas turísticas. Además, recordaron que la medida, ya se ha implantado en otros países como Reino Unido.
«Es un auténtico despropósito. Lanzamos el mensaje a los turistas e inversores de que no queremos que vengan», lamentó el presidente de la Asociación Provincial de Promotores (Provia), Antonio Fernández, quien aseguró que la firmas del ramo empezaron a recibir quejas de sus agentes e intermediarios en el resto de Europa, nada más conocerse la noticia.
«Va a ser muy perjudicial para la imagen exterior de toda España y sobre todo para las zonas donde el turismo residencial tiene más peso, como la Costa Blanca. Va a hacer un daño enorme. Y, además, sin consultar con nadie», insistió Fernández, dejando claro el enfado del sector. En este sentido, el presidente de los promotores alicantinos se preguntó el porqué de esta decisión unilateral del Gobierno español cuando se supone que la Comisión Europea debe analizar esta cuestión en una reunión este miércoles. «No se puede legislar peor», recalcó.
La publicación de la cuarentena coincidió con la difusión de los primeros datos sobre los efectos que la crisis del Covid-19 ha provocado en el negocio inmobiliario. Las ventas de viviendas cayeron un 13,2% en la Comunidad Valenciana durante el pasado mes de marzo, con un total de 5.160 operaciones, aunque si sólo se tiene en cuenta la segunda quincena, tras la declaración del estado de alarma, el desplome alcanza el 25,7%, al pasar de las 2.615 casas vendidas el año pasado, a las 1.942 contabilizadas este ejercicio, según los datos del Colegio de Registradores. Es de prever que la caída real incluso haya sido mayor ya que la inscripción en el registro suele demorarse algunos días o semanas.
En este sentido, cabe recordar que en la provincia de Alicante aproximadamente la mitad de las viviendas las compran ciudadanos extranjeros, un negocio que solo el año pasado movió 3.195 millones de euros.
