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CORONAVIRUS

El pequeño comercio exige la apertura para los locales de menos de 400 metros

El sector en Alcoy, Benidorm, Elda y Vega Baja afronta la reapertura con «ilusión» y anima a la gente a confiar

Un comercio abierto en Alcoy. Juani Ruz

El comercio de las zonas que siguen en fase 0 de desescalada asegura que está preparado para reabrir. En el lado opuesto, Alcoy, Benidorm, Elda o la Vega Baja, que sí pasaron a la fase 1, afrontaron ayer la reapertura con «ilusión» y animando a la gente a confiar en el pequeño comercio. Las estrictas medidas de seguridad e higiene marcaron el inicio de esta primera jornada.

Al quedarse en la fase cero, más de 4.700 pequeñas tiendas de Alicante capital se ven obligadas a abrir exclusivamente sus negocios con cita previa, requisito del que puede prescindir el sector en las localidades de la provincia que han pasado a la fase 1 de la desescalada. Por este motivo, el Colectivo de Comerciantes por Alicante, que representa a una docena de asociaciones de la capital de la provincia, pide poder abrir sus puertas sin cita previa pese a estar en fase cero para que la presencia de clientes no esté tan limitada y tengan una mayor capacidad de facturación.

El pequeño comercio de Alicante reclama a las autoridades que no se les trate por el tipo de actividad, como se hace en la organización de las fases de desescalada, sino que el criterio sean los metros cuadrados. De este modo, «independientemente de la fase en la que se encuentre la ciudad, llegados a este punto de epidemia también económica, los comercios de menos de 400 metros podrían abrir sus puertas sin cita previa. Nuestro tamaño y las grandes medidas de seguridad aplicadas nos pueden permitir empezar de nuevo a dar servicio en un momento de especial fragilidad económica», reivindicó ayer la presidenta del Colectivo, Vanessa Cárdenas. El sector aporta solo en concepto del pago del IBI más de 10 millones de euros de recaudación al Ayuntamiento y da empleo a 15.000 personas, muchas de ellas ahora en ERTE.

Cárdenas también enfatizó que muchas tiendas se habían aprovisionado para abrir a partir de ayer lunes sin cita previa ya en fase 1. «En esta fase, una tienda de moda o una zapatería podrían funcionar sin cita previa aunque con limitación de aforo y medidas higiénicas (dispensadores de desinfectante para manos, entre otras). Mientras sigamos en fase cero y con cita previa, el número de clientes que podemos recibir está mucho más limitado».

En la misma línea, el presidente de la Federación Alicantina de Comercio de la Pyme (Facpyme), Antonio Saez, expresó el «malestar» de todos aquellos comercios que «pese a estar muy preparados no han podido abrir porque en la zona en la que se encuentran no han pasado de fase». Saez insistió en que después de dos largos meses «la gente no puede aguantar más, y al final muchos acabaran cerrando».

En los departamento de Salud que sí han pasado a la fase 1 de desescalada se apreció ayer cierto desconcierto, al ser la primera jornada de apertura. En el caso de Alcoy, el presidente de la Asociación Comarcal de Empresarios del Comercio de Alcoy (ACECA), Rafael Pérez, expresó «la ilusión y la confianza» con la que los comerciantes han abierto, aunque reconoció que «se han perdido las ventas fuertes, que suelen ser para Fiestas de San Jorge y comuniones». Pese a que el sector ha vivido dos meses «muy duros», ahora «confiamos en que el consumidor apueste por el comercio de proximidad, y así parece que será, porque hoy [por ayer] muchos se han acercado para comprar cosas necesarias o simplemente para saludar y dar ánimos».

Benidorm, por su parte, alcanzó un 40% de comercios operativos de los cerca de 1.700 con los que cuenta la ciudad, según los datos aportados por Raúl Parra, presidente de la Asociación Independiente de Comerciantes de Benidorm (Aico).

La ciudad cuenta en total con un 40% de comercio denominado como «tradicional» y el otro 60% del «turístico», es decir, aquellos en los que la mayoría de clientes son turistas o visitantes. Del primer porcentaje, reabrió el 80%, establecimientos que se ubican sobre todo en el centro urbano. Del resto, según las mismas fuentes, solo abrió un 10% ya que no hay tránsito de visitantes.

«Nuestra valoración es que pierden menos dinero con las persianas bajadas que abriendo porque no hay actividad turística», indicaron desde Aico. Además afirmaron que huno un «poco de follón al querer todo el mundo comprar y hacer cosas» pero la tónica fue la de cumplir las medidas sanitarias por parte de todos. «Se han colocado mamparas, se da gel hidroalcohólico y algunos comercios entregan mascarillas o guantes a aquellos que entran sin ellas», añadió. Parra apuntó que «algunos sectores están desbordados, como las peluquerías pero la sensación «es positiva».

Ayer el pequeño comercio de la comarca de la Vega Baja, donde la grandes superficies se comen el negocio en sus principales ciudades, acogía de buen grado la reapertura. La única pega es el aforo limitado que obliga a una nueva cola que se suma a la del banco, Correos o las tiendas de alimentación.

Los comerciantes quieren que se respeten a rajatabla las medidas de distanciamiento e higiénicas aunque ayer el aspecto del centro de muchas de las 27 grandes, medianos y pequeños municipios de la Vega Baja era de relajación total. Se notaba la recuperación espacios de libertad.

El sector ahora está con la vista puesta en el verano. Sin la temporada alta en la Vega Baja temen no poder «aguantar el tirón» y todo parece indicar que la movilidad entre provincias, con el turismo nacional -mejor olvidarse de las generosas compras de noruegos y rusos- tampoco estará garantizado en junio.

En Elda el primer día de la fase 1 se dejó notar con mucho movimiento social con mascarilla. Terrazas llenas, colas en algunos establecimientos comerciales y entidades financieras, grupos de mayores reunidos en los parques y muchas ganas de recuperar la normalidad y caminar por las calles sin miedo a la sanción.

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