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San Gabriel inventa un nuevo modelo

Dos vecinos del barrio alicantino crean una página web para apoyar al pequeño comercio a través de bonos que permiten reactivar la actividad

Recogida de una paella en la arrocería K- la iaia. INFORMACIÓN

«San Gabriel no puede parar» ese es el lema de la iniciativa llevada a cabo, de manera altruista, por María Balboa Navarro y Federico Juárez Granados, para ayudar a reactivar el pequeño comercio en el barrio que lleva el mismo nombre, tras el Covid-19.

Así se creó la página (https://sangabrielnopuedeparar.com/) que funciona a modo de directorio. «A día de hoy hay 65 comercios que ya se han sumado a la propuesta», explica esta socióloga y experta en Márketing. Además, añade que «con este portal lo que se pretende es hacer difusión para que el vecindario sepa con que servicios, productos o comercios puede contar en el barrio».

Como buena «marketiniana», una vez creada esta página e indexados los establecimientos, María expone que el siguiente paso es «lanzar una especie de cupones para que los comerciantes, en un corto plazo, puedan obtener una liquidez que ahora les sea de gran ayuda con la reapertura».

El proceso es sencillo, y para ello, lo ejemplifica. «Los vecinos que de manera habitual consumen productos o servicios en un comercio, pueden adquirir uno de estos bonos a cambio de alguna ventaja, de esta manera tanto personas como negocios se verán beneficiados», describe Balboa Navarro.

Para que todo esto sea efectivo, «es necesario que los residentes se vayan animando a esta nueva forma de compra», señala.

Con esta iniciativa, «lo fundamental es reinventarse y reinsertarse, ya que muchos negocios tenían una forma muy analógica de proceder antes del coronavirus y, ahora, han tenido que poner en marcha otras ideas para salir adelante».

Recogida de paellas

Como ejemplo, uno de los establecimientos que ha cambiado su forma de proceder es la arrocería «K- la iaia». Al no haber pasado a la Fase 1 de la desescalada, este local, sin terraza, realiza paellas por encargo que los clientes recogen con su coche para, posteriormente, degustar en sus domicilios.

«Esta forma de proceder les permite poder empezar a trabajar antes de lo que las fases de la desescalada pautan, por el tema de las terrazas, los espacios y las distancias de separación impuestas en la hostelería tras el coronavirus. Es un modo de ver que hay otras maneras de ponerse en marcha y comenzar la actividad», argumenta María.

Aunque esta página web fue creada hace relativamente poco tiempo, el balance de su funcionamiento es positivo. «La acogida está siendo muy buena, los negocios están respondiendo bien. Ahora solo falta que los vecinos se animen a comprar los cupones y esto vaya rodado». Al respecto, también reitera que a los comercios «hay que empujarlos a que pierdan ese miedo y confíen en la tecnología y las redes sociales para salir adelante. Es una especie de digitalización, en un barrio en el que el comercio tradicional tiene un componente muy cerrado y analógico».

La filosofía con la que nació este proyecto, «que estemos entre todos unidos y nos ayudemos» se ha plasmado y es una realidad, comenta orgullosa María.

Por último, admite que le gustaría que esta página sirviera como escaparate acerca de la apertura de los comercios. Así, solicita a los 65 negocios que forman parte de la página que le manden fotos cuando retomen la actividad.

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