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El freno a la desescalada en la Comunidad abre un conflicto entre Ximo Puig y Pedro Sánchez

El jefe del Consell expresa su malestar con el Gobierno y afirma que esperaba que todo el territorio pasara a la Fase 1

El presidente del Consell, Ximo Puig, durante su comparecencia de ayer tras la reunión con Pedro Sánchez. inforMACIÓN

La exclusión de la Fase 1 de la desescalada por la pandemia de Covid-19 de gran parte de la Comunidad Valenciana, incluyendo Alicante, Elche, València y Castelló, ha abierto un conflicto importante entre el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, y el jefe del Ejecutivo central, Pedro Sánchez. En un tono muy duro, el líder autonómico criticó la decisión del Ministerio de Sanidad de dejar por ahora fuera del nuevo escenario en la lucha contra el coronavirus a 14 de los 24 departamentos sanitarios del territorio valenciano, en los que vive la mayor parte de la población, y le exigió que explique de manera clara los motivos por los que se ha rechazado que la Comunidad pase en bloque a la fase que se inicia hoy.

Puig compareció al término de la reunión que mantuvo por videoconferencia con Pedro Sánchez y los demás presidentes autonómicos. A pesar de que apeló de al diálogo, llamando de manera repetida a «evitar la confrontación» con el Gobierno y a la «lealtad» a él, fue contundente al decir, entre otras cosas, que «lealtad no es sumisión». Además, exhibió ante los periodistas, levantando el brazo, un ejemplar del informe que se envió al Ministerio para solicitar la entrada en la Fase 1 de la desescalada, y anunció que el documento iba a ser colgado en la página web de la Conselleria de Sanidad, donde ya podía consultarse al cabo de pocos minutos.

Acompañado de la subdirectora general de Epidemiología de la Generalitat, Herme Vanaclocha, miembro del consejo de asesores del Gobierno para la pandemia, Puig reclamó al Ejecutivo la misma transparencia del Consell. Insistió en que «los valencianos hemos hecho los deberes, la sociedad no ha suspendido ningún examen», y que «cumplíamos todos los criterios» para pasar de fase. Sin embargo, lamentó que «no se ha justificado con criterios objetivos por qué» no ha sido así.

El jefe del Consell incidió en repetidas ocasiones que su intención no era «hacer de esto una confrontación innecesaria», pero su malestar era más que evidente. Lo demostró al señalar, acto seguido, que «dentro de la lealtad discrepamos de esta decisión», y que así se lo había trasladado a Pedro Sánchez. Criticó que el informe de la Generalitat «se desestimó sin respuesta» en lo que corresponde a las zonas que se han quedado en la fase 0, y que tan solo se dio una negativa de forma oral «en nueve palabras», algo que, a su juicio, «no es riguroso».

Por ello, se reafirmó en exigir «que se estudie nuestro plan, y se revise y corrija nuestra situación», apelando a «la cogobernanza y la cooperación» entre administraciones. En esta línea, consideró que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, debería dar explicaciones al respecto, ya que «si ha habido alguna cuestión» que tal vez no se cumplía, dijo Puig, «los más interesados en saberla somos nosotros, porque no se pueden cambiar las reglas a mitad de partido». El presidente, igual que lo haría después la subdirectora general de Epidemiología, se refería así a la exigencia de realizar pruebas PCR a los casos leves de Covid-19, algo que, tal y como reiteró Herme Vanaclocha, entra en vigor hoy pero no era un requisito que se pedía la semana pasada.

«Comparación odiosa»

Aunque Ximo Puig hizo hincapié en la «lealtad» al Estado, y glosó que la política española «ha avanzado mucho en la multilateralidad», en el ambiente flotaba un cierto tono de crítica de doble rasero entre territorios por parte del Gobierno. El presidente dejó caer que «la comparación ahora con otras comunidades autónomas es odiosa», aludiendo presumiblemente a algunas que, con unos números a priori peores que la Comunidad Valenciana, han pasado en bloque a la fase 1. Preguntado por este periódico si consideraba que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha correspondido la lealtad de la Generalitat de la misma forma, Puig afirmó que «ha habido mucha», pero a continuación admitió que ahora se ha producido «un desencuentro puntual», el cual, no obstante, aseguró que «vamos a superar».

Pese a rechazar que haya habido «animadversión» por parte del Gobierno hacia la Comunidad, lo cierto es que esa sensación de diferencia de trato se dio a entender también en cuanto a la movilidad territorial. Puig afirmó que la Generalitat trabaja para que el Ejecutivo autorice desplazamientos entre departamentos sanitarios colindantes en Fase 1, de forma similar a lo que se ha aprobado para el País Vasco: allí se permiten desde hoy los viajes entre municipios vecinos de provincias distintas.

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