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Ximo Puig hace público el informe que remitió a Sanidad y exige lo mismo al Gobierno

El presidente de la Generalitat se muestra duro con el Ejecutivo central por no permitir el paso de toda la Comunidad a la fase 1 de la desescalada y recuerda que "lealtad no es sumisión"

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha hecho público el informe que remitió al Ministerio de Sanidad para solicitar que la Comunidad Valenciana pasara en bloque a la fase 1 de la desescalada por la pandemia de coronavirus, y ha conminado al Gobierno que aplique la misma transparencia y publique también la resolución en la que desestimó la solicitud del Consell. Además, ha exigido que en ella se expliquen de manera argumentada las razones por las que se decidió que únicamente pasaran a la fase 1 diez de los 24 departamentos sanitarios, dejando fuera a las cuatro principales ciudades de la Comunidad (València, Alicante, Elche y Castelló) y sus áreas metropolitanas.

Puig se ha prounciado de esta forma al término de la reunión que ha mantenido este domingo por videoconferencia con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los demás presidentes autonómicos. A pesar de que el jefe del Consell ha apelado de manera constante a "evitar la confrontación" con el Ejecutivo central y a la "lealtad" hacia él, ha hecho gala de un tono duro y ha sido contundente al decir, entre otras cosas, que "lealtad no es sumisión".

Además, ha exhibido un ejemplar físico del informe que se envió al Ministerio, pese a que ha anunciado que se colgaría en la página web de la Conselleria de Sanidad, donde ya se encuentra a disposición de quien quiera consultarlo. El president ha estado asimismo acompañado de la subdirectora general de Epidemiología de la Generalitat, Herme Vanaclocha, miembro del consejo de asesores del Gobierno para la pandemia, quien ha respondido a las preguntas de carácter más técnico de los periodistas.

El jefe del Consell ha insistido en que "los valencianos hemos hecho los deberes, la sociedad no ha suspendido ningún examen", y ha admitido que, por ello, "esperábamos que toda la Comunidad pasara mañana a la fase 1", ya que "cumplíamos todos los criterios". Sin embargo, ha lamentado "no se ha justificado con criterios objetivos por qué" no ha sido así. Ha sido la primera ocasión en la que Puig ha dicho que su intención no es "hacer de esto una confrontación innecesaria", pero que "dentro de la lealtad discrepamos de esta decisión", y que así se lo ha trasladado a Pedro Sánchez.

El presidente valenciano ha insistido en que "exigimos que se estudie nuestro plan, y que se revise y corrija nuestra situación", y ha defendido la necesidad de "la cogobernanza y la cooperación" entre administraciones. Ha criticado que el informe del Consell "se desestimó sin respuesta" en lo que corresponde a las zonas que se han quedado en la fase 0, y que tan solo se dio una negativa de manera oral "en nueve palabras", algo que, a su juicio, "no es riguroso".

Ha defendido que "no es una decisión que ha tomado el presidente del Gobierno, y no es él quien debe dar explicaciones", pero sí tendría que hacerlo el ministro de Sanidad, Salvador Illa. "Si ha habido alguna cuestión" que el Ministerio considere que no se cumplía, ha dicho Puig, "los más interesados en saberla somos nosotros, porque no se pueden cambiar las reglas a mitad de partido". En este sentido, Herme Vanaclocha ha añadido que el Ministerio pidió información sobre la capacidad asistencial, "y cumplíamos con creces", por lo que ha señalado que no entiende "por qué ahora entra un indicador que no entraba en los criterios iniciales". La subdirectora general se refería a la exigencia de realizar pruebas PCR a los casos leves de Covid-19, algo que, tal y como ella misma ha reiterado a lo largo de la comparecencia, entra en vigor mañana pero no era un requisito que se pedía esta semana.

Con todo, Vanaclocha ha insistido en que, al margen de eso, "la Comunidad Valenciana tiene una capacidad muy amplia para realizar PCR", ya que los laboratorios públicos han venido realizando 3.000 pruebas diarias y pueden asumir el doble, y a eso aún hay que sumar los laboratorios privados. "Podemos triplicar" la actividad, ha indicado. "Desde mañana cambia el protocolo, pero el vigente hasta hoy lo hemos cumplido", haciendo PCR a todos los afectados que han necesitado hospitalización y a los trabajadores de todos los servicios esenciales.

"Comparación odiosa" con otras autonomías

Ximo Puig ha confiado en que lo antes posible el Gobierno reconsidere su decisión de dejar gran parte de la Comunidad Valenciana fuera de la fase 1, aunque ha indicado que "habrá que ver si cambiarán esos parámetros", pero "lo razonable sería que durante esta semana se pudieran cambiar". Y pese a que ha hecho hincapié de nuevo en la "lealtad" al Estado, y ha glosado que la política española "ha avanzado mucho en la multilateralidad" y que la gestión de esta crisis es un ejemplo de ello, ha dejado caer que "la comparación ahora con otras comunidades autónomas es odiosa", presumiblemente en alusión a algunas que, con unos números a priori peores que la Comunidad Valenciana, han pasado en bloque a la fase 1.

Preguntado por este periódico si considera que el Ejecutivo de Pedro Sánchez no ha correspondido con la misma lealtad, Puig ha empezado incidiendo en que "ha habido mucha", pero acto seguido ha admitido que ahora ha habido "un desencuentro puntual", el cual, no obstante, "vamos a superar", ya que hay "voluntad de llegar a las mejores soluciones". También ha rechazado, a preguntas de los medios, que haya "animadversión alguna" por parte del Gobierno hacia la Comunidad Valenciana.

Pese a todo, ha flotado en el ambiente un cierto tono de crítica hacia el doble rasero entre comunidades autónomas, en aspectos como el de la movilidad territorial. En este sentido, los periodistas han recordado que en el País Vasco se van a permitir a partir de mañana los desplazamientos entre municipios colindantes de diferentes provincias, algo que de aplicarse en la Comunidad Valenciana sería muy importante para localidades como Pego, Alfafara o Banyeres, que tienen una fuerte relación con las poblaciones vecinas de Oliva y Bocairent. Pero además, cabe recordar que en las zonas que pasan a la fase 1 los movimientos quedan por ahora restringidos al departamento sanitario, de manera que no será posible ir, por ejemplo, de Altea a Calp pese a que ambas localidades estarán en fase 1, o que la Vega Baja está dividida entre dos departamentos de salud, cuyo límite desconoce la mayoría de la población y que a veces separa poblaciones muy próximas entre sí, como Almoradí y Formentera del Segura.

El presidente de la Generalitat ha señalado que se trabaja para que el Gobierno autorice la movilidad en todo el territorio continuo que esté en fase 1, que por una parte es la Vega Baja en su conjunto y por otra un gran espacio en las provincias de Alicante y Valencia, desde Novelda hasta Xàtiva, aparte del departamento de salud de Vinaròs, que sí queda separado del resto de la Comunidad al ser el único de la provincia de Castellón que entra en fase 1. "Estamos por una vía de superación de los límites provinciales", ha reiterado Puig, quien ha añadido que "pediremos que se permita la movilidad en toda la Vega Baja".

Sin embargo, ha dado a entender que no va a ser algo inmediato, al contrario de lo que ocurrirá en el País Vasco a partir de mañana mismo. Esa misma comunidad autónoma, además, es la que ha propiciado que los territorios que conformen enclaves pasen de fase de manera conjunta con el territorio que les rodea aunque pertenezcan a otra autonomía distinta. El objetivo era que el enclave del Condado de Treviño hiciera la desescalada con la provincia de Álava y no con la de Burgos, a la que pertenece, pero este supuesto ha beneficiado de rebote al Rincón de Ademuz, que pasa mañana a fase 1 de manera conjunta con las provincias de Teruel y Cuenca, en lugar de quedarse en la fase 0 como el resto del departamento sanitario valenciano al que pertenece.

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