La Ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sigue cerrando el círculo y preparando el camino para encontrar una vía con la que pueda echar mano a los suculentos «ahorros» que tienen acumulados los municipios en sus cuentas. Esta misma semana, Montero ha dado dos pasos más en esa dirección a la vista de que el Gobierno va a necesitar liquidez máxima para hacer frente a un escenario de crisis que se va a alargar con una gran carga de pagos sociales. El primer movimiento se produjo el pasado lunes durante la reunión de la ministra con los consejeros autonómicos de Hacienda para abordar el reparto del primer tramo del fondo no reembolsable de 16.000 millones para las autonomías anunciado por Pedro Sánchez en su comparecencia del pasado fin de semana.
María Jesús Montero trató de evitar la cuestión pero, en cualquier caso, hubo consejeros que se interesaron sobre el destino de ese fondo municipal que alcanza los 28.000 millones en España, unos 4.750 millones en la Comunidad Valenciana y unos 1.500 en la provincia. Y la ministra, sin entrar demasiado en el charco, sí confirmó que tenía intención de ponerse de acuerdo con los alcaldes para ver el uso de todo ese dinero. Un conflicto latente con las entidades locales que lleva encima de la mesa ya varios días. El segundo indicio se produjo durante la sesión de control al Gobierno que se celebró esta semana en el Senado. La Ministra de Hacienda también ratificó que contactará con la Federación Española de Municipios para trazar una posible salida. Más pasos para tomar el control de esa «hucha».
El único punto que pone de acuerdo a todo el municipalismo alicantino
El único punto que pone de acuerdo a todo el municipalismo alicantinoFinaliza una semana en la que se han empezado a romper «puentes» en la Diputación con un durísimo pleno que abrió heridas entre los grupos de izquierda formado por los socialistas y Compromís con el bloque de derechas del PP y Ciudadanos, que forma el gobierno de la institución provincial. En las últimas semanas, casi todos los movimientos han finalizado en enfrentamientos de corte ideológico. Hay un punto en el que, sin embargo, sí hay unanimidad de los cuatro grupos. Defender que toda esa «hucha» quede en manos de las entidades municipales.
