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CORONAVIRUS

Expertos de la UMH atribuyen la caída en el uso de la mascarilla a una falsa percepción de menor riesgo de contagio de coronavirus

Especialistas consideran que la falta de claridad sobre la utilidad de los sistemas de protección individual lleva a que se dejen de usar

Varias personas caminando por la Corredora, en Elche, sin mascarilla. antonio amorós

La percepción de que el riesgo de contagio de coronavirus está bajando a medida que pasan los días y los datos que se hacen públicos relacionados con la pandemia son más positivos, lleva a que cada día que pasa sea más frecuente encontrar a dos tipos de ciudadanos en la calle, que son los que llevan mascarilla y los que no hacen uso de ella.

Pese a que se siguen lanzando mensajes desde la Administración que animan a los ciudadanos a no bajar la guardia para evitar un rebrote, y sigue el estado de alarma y el confinamiento, los vecinos, en su mayoría, solo optan por hacer uso de este tipo de medidas de protección cuando van a hacer determinadas tareas, como la compra en el supermercado, la farmacia o las gestiones del banco, donde el uso de las mascarillas está mucho más generalizado.

Por el contrario, cuando de lo que se trata es de pasear o realizar deporte, como se puede hacer desde el pasado sábado, la tónica es otra y ahí la utilización de las mascarillas ha caído considerablemente. Los vecinos no lo están considerando una actividad de riesgo.

En ambos casos, los que sí llevan mascarilla y los que no, el uso de los guantes está mucho menos estandarizado ya que ni está clara su utilidad ni abundan en los establecimientos, donde estos días resulta complicado conseguirlos.

La respuesta a esta bajada de la guardia la encontramos, apunta el decano de la Facultad Ciencias Sociosanitarias de la Universidad Miguel Hernández, José Pedro Espada, «en que se está conjugando la percepción de riesgo con la de eficacia de las mascarillas que tiene la población, teniendo en cuando la información de la que dispone, que es confusa».

Para el experto en psicología el comportamiento de los ciudadanos tiene en cuenta varios factores y uno de ellos es la información recibida con anterioridad que, sostiene José Pedro Espada, «no ha sido muy clara en cuanto al uso de las mascarillas, ya que la población no entiende que se recomiende pero que, a la vez, su uso no se considere obligatorio salvo para cuando nos movemos en un medio de transporte público». En este sentido, los expertos indican que «la información oficial es muy cambiante, por lo que el mensaje que está llegando a los ciudadanos en este sentido es poco claro».

Otro aspecto que influye en el uso de estas medidas de protección contra el coronavirus son las dudas que surgen sobre su eficacia. José Pedro Espada añade que «la población debe contar con más información fiable sobre la utilidad de la mascarilla y los riesgos que conlleva no utilizarla».

Y todo esto porque al final, en función de la información de la que dispone el ciudadano y del tipo de actividad que va a realizar cuando sale a la calle opta, o no, por hacer uso de la mascarilla para protegerse.

Consejo

Para evitar que la población baje la guardia, los expertos en psicología de la Universidad Miguel Hernández recomiendan a la Administración que marque unas directrices claras en cuanto al uso de las mascarillas para que no se genere confusión por la falta de información al respecto. Ya que al final, añadió José Pedro Espada, «si se ve que mucha gente se la pone, se utilizará más que si, por el contrario, cada vez que salimos a calle vemos que las mascarillas están cayendo en el desuso», que es lo que está empezando a pasar entre la población en función de la actividad que se vaya a realizar en cada momento.

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