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El Puerto dejaría desierto el concurso del restaurante del faro del Cabo si recibe otro tipo de oferta

Más de seis mil firmas recogidas para que el complejo no acoja actividades hosteleras

El Puerto dejaría desierto el concurso del restaurante del faro del Cabo si recibe otro tipo de oferta

El Puerto de Alicante tiene ya preparada la documentación para lanzar, cuando finalice el estado de alarma por el Covid-19, el concurso público dirigido a la explotación del conjunto de inmuebles del faro del Cabo de las Huertas. La decisión aprobada en el último consejo de administración surge tras recibirse la propuesta de una empresa que quiere acondicionar parte del interior como restaurante. Opción que es la que tiene todos los visos de ser la única que se presente ya que ni el Consell, ni la Diputación, ni el Ayuntamiento de Alicante han mostrado interés por presentarse al concurso para dar uso al complejo arquitectónico.

Más de seis mil firmas recogidas en una campaña online rechazan la opción del restaurante. De momento, la única opción que hay sobre la mesa es la del restaurante pero sin durante el proceso se presentara alguna oferta diferente, el Puerto podría declarar desierto el concurso si hay ofertas interesantes. Según la legislación existen tres fórmulas. El concurso público por el que se ha optado ahora tras recibir la oferta del restaurador, dar una permiso de 3 años a la propuesta que encaje o la concesión directa.

La reforma y explotación de las edificaciones en el recinto del faro del Cabo de las Huertas, para destinarlo a servicios de hostelería y otros usos, es consecuencia, en principio, de la propuesta de una empresa de restauración para desarrollar sus servicios en él., dentro del programa "Faros de España", promovido por Puertos del Estado, con la finalidad de garantizar la conservación responsable, sostenible, y respetuosa con el medioambiente, para desarrollar actividades alternativas en los faros.

El plazo de la concesión es de 15 años, prorrogables por cinco más, ocupando exclusivamente una superficie de 1.861,66 m2, de los más de 52.000 m2 que componen la parcela. El faro del Cabo de las Huertas fue inaugurado el 15 de agosto de 1856. Tenía luz fija blanca y un alcance de 10 millas. Su lámpara de aceite de resorte, pronto fue sustituida por una lámpara de una mecha para petróleo y parafina. Entre 1918 y 1921 se modificó sustancialmente el faro original, con una nueva linterna cilíndrica, pantallas giratorias y una instalación luminosa de acetileno, gas fabricado in-situ con un gasómetro, dando la nueva apariencia de luz blanca con ocultaciones en grupos de 4 y reforzando su alcance.

Los faros, y los terrenos en los que se encuentran ubicados, forman parte del dominio público portuario. Desde hace una década, el Organismo Puertos del Estado está fomentando una estrategia dirigida a la conservación responsable, sostenible y respetuosa con el medio ambiente, que se ha denominado "Faros de España", y que pretende el desarrollo de actividades distintas de la señalización marítima, con usos alternativos, como la hostelería, la investigación o la cultura.

El programa "Faros de España" persigue una vía de financiación complementaria para el mantenimiento y la conservación de las instalaciones, fundamentalmente en algunas edificaciones, como las viviendas de los antiguos fareros, que en la inmensa mayoría de los casos han quedado sin uso.

En el caso del faro del Cabo de las Huertas, se ha recibido una solicitud para montar un negocio de restauración, lo que está legalmente contemplado en el artículo 72 del TRLPEMM. Ante tal solicitud, la Autoridad Portuaria de Alicante ha considerado conveniente convocar un concurso público para adjudicar ese dominio, conforme a lo previsto en el artículo 86 del TRTPEMM. Dicho concurso no será publicado hasta que se levante el estado de alarma en vigor.

La Autoridad Portuaria de Alicante muestra públicamente su preferencia porque tal espacio pudiera concesionarse con una finalidad de índole cultural, y puede certificarlo con los hechos. De los 7 faros existentes bajo su dependencia, uno hace años que está concesionado, en Alfàs del Pi, como centro de interpretación en el Parque Natural de Sierra Helada. Además, actualmente, está en trámite la solicitud del Ayuntamiento de Xàbia, para concesionar el faro de San Antonio, como centro de interpretación del Parque Natural del Macizo del Montgó y de la Reserva Marina del Cabo de San Antonio.

La Autoridad Portuaria de Alicante no ha recibido, de momento, una propuesta para desarrollar algún proyecto de similares características. "Pero tiempo existe para ello, por lo que animamos a cualquier organización pública o privada a hacerlo; tiempo hay. Naturalmente, se exigiría, tal y como se prevé en las bases del concurso aprobado y pendiente de publicar, la rehabilitación respetuosa de las edificaciones ya existentes, la imposibilidad de construir cualquier otra edificación, y la presentación de un proyecto respetuoso y de sus correspondientes avales".

¿Se puede construir un restaurante?

El faro del Cabo de las Huertas, y los terrenos donde está ubicado, es suelo del dominio público portuario.

En el supuesto de que se otorgara una concesión para establecer un restaurante, el concesionario no podría construir ningún edificio nuevo, sino limitarse a rehabilitar la antigua vivienda del farero, un almacén y un garaje-taller ya existentes; además, se vería obligado a restaurar la torre de la linterna del faro, sin que, en ningún caso, la misma forme parte de la concesión.

Las bases del concurso no permiten más que la rehabilitación de edificaciones ya existentes, conservando su aspecto original. La Autoridad Portuaria de Alicante se compromete a que la conservación será responsable, sostenible y respetuosa con el medioambiente. En resumen, no existe la más mínima posibilidad, según el Puerto de deteriorar el entorno, ni de incrementar la superficie o el volumen construido.

Los más de 50.000 m2 no concesionados, continuarán exactamente en las mismas condiciones que ahora, sin que pueda verse afectada la flora, la fauna o la vida marina, y mucho menos, poner en peligro la posidonia.

De solicitarse y otorgarse la concesión, el faro se restauraría, pero en modo alguno formaría parte de la concesión, por lo que tal patrimonio no solamente no se degradaría, sino que estaría mejor conservado. El restaurante se limitaría al uso de edificaciones ajenas al faro (vivienda, almacén y taller), previamente existentes, cuya rehabilitación se debe realizar conservando su primitivo aspecto, de forma no se vea afectado el aspecto paisajístico actual, según el Puerto.

Los pliegos del concurso prevén que quien pretenda ser concesionario tendrá que presentar un plan de evaluación de riesgos, que garantice la ausencia de saturación de personas, dado la limitación del aforo de los locales (como en cualquier otro restaurante), no afectando a la sostenibilidad, ni a la intimidad de los residentes en residencias preexistentes que estén relativamente próximas.

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