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CORONAVIRUS

Francisco Jaime Sánchez: «Hemos reconvertido máquinas de anestesia en respiradores y ningún paciente de coronavirus se ha quedado sin servicio»

«Hemos contado con equipos de protección y no ha habido contagios entre el personal sanitario», asegura

Francisco Jaime Sánchez: «Hemos reconvertido máquinas de anestesia en respiradores y ningún paciente de coronavirus se ha quedado sin servicio»

Francisco Jaime Sánchez es jefe de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Alicante, donde se está haciendo frente a la crisis provocada por el coronavirus. Afirma que han sido unas semanas muy exigentes en las que el personal sanitario se ha tenido que esforzar al máximo. En este sentido, afirma que los pacientes han contado en todo momento con las atenciones adecuadas, destacando el hecho de que la mortalidad por el Covid-19 en este centro sanitario ha estado por debajo de las medias que se registran a nivel internacional. También enfatiza que no se han registrado contagios entre el personal de la unidad.

P ¿Se había enfrentado alguna vez a una situación así?

R En todos mis años como internista no había vivido algo como esto. La gripe de 2009 también fue exigente, pero nunca una sola enfermedad había llegado a acaparar toda la UCI.

P ¿Cómo afrontaron la crisis en el Hospital General de Alicante

R Cuando llegó el aviso en febrero de la posible irrupción del coronavirus, empezamos a hacer gestiones de aprovisionamiento de material y también a prepararnos para la atención a los pacientes, teniendo en cuenta que para esta enfermedad no hay tratamientos contrastados y que, de entrada, sólo se les podían ofrecer medios de soporte como el oxígeno y, si no fuese eficaz, los ventiladores. Fue la segunda semana de marzo cuando empezó el aluvión de casos, con tres o cuatro ingresos diarios. A partir de ahí fuimos ganando espacio a la UCI con la Unidad de Cuidados Intermedios y los quirófanos de infantil, hasta llegar a 35 camas. Afortunadamente, nunca hemos llegado a ocuparlas todas, por lo que no hemos llegado al límite, como sí ha ocurrido en otros sitios. Todo ello, además, sin descuidar otras patologías graves como infartos, para lo cual también se han adecuado otras áreas UCI de atención a estos pacientes. En este sentido, tengo que decir que la colaboración entre las diferentes especialidades ha sido muy buena.

P En algunos centros se han quejado de la falta de materiales, especialmente respiradores y equipos de protección individual...

R No ha sido nuestro caso. En todo momento se ha actuado con una gran previsión y todas las camas cuentan con un respirador. Para ello hemos reconvertido máquinas de anestesia en respiradores y se han rescatado equipos de Urgencias, de manera que ningún paciente se ha quedado sin este servicio. No ha habido, insisto, ningún paciente sin respirador. En lo que respecta a equipos de protección, no hemos contado con buzos, pero sí con batas impermeables, pantallas y mascarillas, siempre con una sensación de incertidumbre, porque no sabíamos si íbamos a tener suficientes. Así que la conclusión es que sí que hemos contado con equipos recomendados, y que eso se ha traducido en la ausencia de contagios entre el personal sanitario.

P ¿Cuántos pacientes de coronavirus han pasado por la UCI?

R Han ingresado en todo este tiempo 49 pacientes, de los que permanecen un 16%. Además, llevamos ya un par de semanas sin nuevas entradas. Un elemento a destacar es que estamos teniendo una tasa de mortalidad del 18%, por debajo de las medias internacionales. Por poner un ejemplo, en Italia se encuentran al 30% y en China superaron el 40%. También en nuestro caso el tiempo de entubación mecánica de los enfermos ha sido menor, de entre ocho y nueve días, lo que nos ha permitido no colapsar.

P ¿Ha sido complicada la atención a los enfermos?

R Las medidas de aislamiento que se deben cumplir son tan altas y extremas que hacen el trabajo más farragoso, básicamente por la preparación del material y el tiempo en la colocación de los equipos de protección individual. Todas las tareas, por tanto, son más lentas y penosas, y con una carga de trabajo mayor. Pero la eficaz labor del personal de enfermería, axiliares y celadores nos ha permitido llevarlo todo adelante.

P ¿Les ha sorprendido la virulencia del coronavirus?

R Nos ha sorprendido sobre todo por la rapidez a la hora de propagar las infecciones respiratorias, y además en ambos pulmones. También se nos decía que afectaba sobre todo a las personas mayores, como efectivamente así es, pero aquí hemos visto a pacientes graves con apenas 33 años, e incluso el fallecimiento de uno que tenía 36. Sin duda, se trata de cuadros más graves que los gripales.

P ¿Y en cuanto a los tratamientos?

R Ese ha sido otro problema, porque el personal médico se ha estado enfrentando a datos publicados en ocasiones contradictorios. Por ejemplo, se dijo que los tratamientos para el VIH o la tuberculosis eran efectivos, y después se apuntó que esta aseveración no era tan concluyente. También pasa algo similar con los corticoides, que no tienen una eficacia del todo probada. Como digo, se trata de una enfermedad virulenta y al tiempo complicada de abordar.

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