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Orzáez: «Hemos puesto el genoma de una planta a disposición de la ciencia para hacer vacunas y test rápidos»

Investigador del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (CSIC)

El científico Diego Orzáez , del CSIC, en su laboratorio de València. Ángel díaz

P Ha participado en un estudio para utilizar el genoma de una planta para la producción de vacunas, ¿en qué consiste? ¿por qué es útil esta planta en concreto contra el Covid-19?

R Esta planta australiana se llama Nicotiana benthamiana, es una pariente cercana del tabaco. Desde hace unos quince años se utiliza como biofactoría. Mucha gente no lo conoce pero se trata de utilizar la capacidad productiva de las plantas para producir otros compuestos, entre ellos, medicamentos, vacunas, anticuerpos y otros compuestos. Ahora mismo no hay ninguna vacuna en el mercado producida mediante este sistema, pero un anticuerpo que se hizo muy famoso fue un medicamento que se usó en la crisis del ébola, el ZMapp.

P ¿Sólo sirve esta planta para producir vacunas y anticuerpos?

R No, hay varias especies de plantas que se pueden utilizar para sistema de producción de una proteína introduciendo la información genética. Es una disciplina que se llama molecular farming. En concreto, la Nicotiana benthamiana tiene unas características que la hacen especialmente indicada y la usan muchos laboratorios y empresas.

P O sea que no es que esta planta por sí sola tenga algo especial contra el Covid-19.

R No, lo que pasa es que es una planta que se deja manipular con bastante facilidad. Es una planta del desierto australiano que tiene sus defensas relajadas, crece rápido y tiene pocos enemigos naturales. Así es más fácil introducirle genes para producir otros compuestos. En cualquier infección viral puedes luchar con antivirales, vacunas y anticuerpos, que sirven como un tratamiento. Todos estos medicamentos biológicos se tienen que producir en algún organismo. Por ejemplo, el organismo que se utiliza para producir la vacuna de la gripe todos los años son huevos de gallina. Allí se reproduce el virus y de ahí se recoge y se utiliza para fabricar la vacuna. Otro de los organismos que se pueden utilizar son las plantas.

P¿La técnica entonces consiste en inyectar el virus en la planta y que luego ésta lo reproduzca?

R Haces una planta transgénica con algunos de los genes del virus, así la planta produce alguna parte del virus, se llaman partículas tipo virus. Una empresa de Canadá ya está en la carrera para producir una vacuna contra el Covid-19 utilizando la Nicotiana benthamiana y tiene previsto realizar los ensayos en humanos este verano. Consiste en producir en esta planta partículas como si fuesen virus. Meten los genes que tienen la información para todas las proteínas del virus, los que lo codifican, y hacen una pelota como si fuese el virus pero sin que tenga el virus dentro. Es como un fantasma del virus que tiene su forma y eso es lo mejor que podemos tener como vacuna porque es suficiente para que nuestro organismo responda como si se hubiese introducido el virus pero no tiene la parte más peligrosa que es el material genético del virus. Es una de las estrategias más prometedoras y se puede hacer muy rápido y bien en esta planta.

P Su grupo de investigación ¿trabaja con esta empresa canadiense?

R No, y hay más empresas en todo el mundo trabajando en la lucha contra el Covid-19 con esta planta. El tema es que para poder trabajar mejor es muy importante conocer el genoma de la Nicotiana benthamiana porque así puedes avanzar más rápido en la producción de la vacuna. Nuestro equipo coordina un gran proyecto europeo que trata de mejorar la Nicotiana benthamiana para producir medicamentos y vacunas. Llevábamos ya dos años trabajando en ello, mejorando la secuenciación del genoma de la planta. Aún nos quedaban unos seis meses antes de poder publicarlo pero ahora con el Covid -19 hemos puestos todos los datos e información a disposición de cualquier grupo que estuviera trabajando contra el coronavirus.

P Pero aparte de esta aportación en su grupo también trabajan contra el coronavirus.

R Dentro de nuestro propio proyecto, en el que participan muchos países, hay grupos que también van a trabajar en vacunas. Mi grupo en concreto trabaja en producir trocitos de virus con la planta para utilizarlos para fabricar las pruebas de diagnóstico rápido. Los test rápidos necesitan tener trocitos de proteína del virus que son los que se testan frente a los anticuerpos de la sangre para ver si se pegan a esas proteínas del virus. Una forma de producir estas proteínas del virus son las plantas y en ello estamos.

P Se van a necesitar si finalmente se realizan a la mayor parte de la población.

R No sabemos cómo va a estar el mercado, pero detectamos que es posible que haya necesidad de estos reactivos para los test de diagnóstico rápido. No sabemos qué ocurrirá dentro de seis meses, pero en lugar de producir otras proteínas que teníamos en cartera nos hemos centrado en producir éstas para que sirvan para los kits.

P Precisamente los reactivos parecen ser un problema.

R Aún no sabemos cómo es la inmunidad que generamos con la infección del virus, con lo cual no sabemos muy bien a qué nos enfrentamos en caso de rebrote. Lo que está claro es que necesitamos muchos kits de diagnóstico porque cuanto mejor conozcamos qué ocurre con el virus mejor. Por eso tanto nosotros como otros científicos queremos asegurarnos de que habrá reactivos suficientes de diagnóstico. Además, dentro de poco no querremos saber sólo si estás inmunizado o no, sino cómo de bien estás inmunizado. Cuántos anticuerpos y de qué tipo tiene una persona y para eso necesitaremos más reactivos y más y mejores kits. Más rápidos y más cuantitativos. Es un desafío. Otra cosa que nos ha decidido a actuar es que no podemos depender del mercado exterior.

PHa quedado claro que no somos autosuficientes, ¿cambiará esta situación que podamos serlo en el futuro?

R En momentos de crisis hemos visto que depender del exterior para aspectos de producción básicos es muy peligroso. En el corto y medio plazo hay que replantearse qué aspectos básicos de la bioseguridad dejamos en manos de terceros países. Sobre todo porque estos terceros países se acaban reduciendo a China, que está muy lejos. Las capacidades de bioproducción debemos tenerlas lo más cerca posible y yo creo que las plantas pueden ser una solución muy apropiada porque son fáciles de cultivar. Hay sistemas sencillos que se pueden instalar en invernaderos para producir medicamentos biológicos que podríamos tener en cada país para dar una respuesta rápida ante futuras pandemias.

P¿Cuál cree que será la primera vacuna que se pueda administrar?

R No lo sé, hay varias estrategias y muy diferentes entre ellas. La más tradicional en cuanto a técnica es la que está desarrollando un grupo chino, pero su problema es que es difícil producir muchas dosis en poco tiempo. Con las de RNA, que desarrollan los norteamericanos, es mucho más fácil producir más cantidad de dosis, pero nunca se han testado antes, con lo que en los ensayos en humanos deben tener más cuidado. En medio, están las vacunas de subunidad, las que usan los fantasmas del virus. No son tan rápidas para producir como las de RNA pero son más fáciles de producir en gran cantidad que las tradicionales. Dependerá de los sustos que nos dé este virus y cómo se comporte a la hora de ser efectivo con las vacunas, y de cómo funcionene las nuevas de RNA. Posiblemente necesitaremos varios tipos de vacunas para dar abasto para toda la población y cada una tendrá sus ventajas e inconvenientes. No creo que tengamos la vacuna, sino las vacunas. También hay dos grupos trabajando en el Centro Nacional de Biotecnología con apuestas muy interesantes.

P ¿Cree que se ha planteado correctamente la desescalada o se corre el riesgo de sufrir un rebrote al no tener aún vacuna ni tratamiento eficaz?

R En esto no soy experto, sólo tengo opinión. Creo que la desescalada se tiene que hacer porque hay que barajar los aspectos de salud pública y los de la economía. En ese sentido, creo que es correcto, una vez que hemos controlado el ritmo de expansión del coronavirus. Es gradual porque así podemos volver atrás si en algún momento nos sale mal.

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