El anís ponía en órbita al municipio alicantino de Monforte del Cid. Su paloma denominación de origen volaba por todo el mundo. El "nuvolet" había nacido en 1895 gracias al pionero Francisco Javier Salas y en 1970 Monforte ya fabricaba el triple que 20 años atrás. Su consumo se había disparado y las ocho pesetas que valía una botella antes de la Guerra se habían transformado en 65. La localidad del Medio Vinalopó, célebre también por sus uvas, ya tenía cuatro industrias diferentes de esa bebida de 55 grados de alcohol. No había mejor acompañante para el sol mañanero.
Hacia el sur de la provincia, Torrevieja estaba preparando un bombazo. La inauguración de la ciudad residencial más importante de España. En ella se iban a instalar 2.000 familias polacas norteamericanas, que darían nombre al complejo: Nueva Polonia. En el otro extremo del mapa, la expansión de Benidorm era ya una realidad. En 20 años, su ayuntamiento había pasado de tener 300.000 pesetas a 97 millones de presupuesto. Además, se estaban ultimando 37 hoteles para estrenar en verano en lo que se preparaba como una incomparable avalancha turística. En 1969 se habían abierto 300 establecimientos comerciales. Benidorm, el lugar donde no existía el invierno.
En Alicante otras dos nuevas construcciones copaban la actualidad. Una de ellas era el Hotel Gran Sol, que por estos días celebraba su inauguración con una fiesta social de alcurnia. El conde Alcázar de Toledo, la duquesa Veragua y la marquesa Ezenarro daban lustre a un acto repleto de políticos y artistas. El Riscal, por su parte, parado años por obras, también comenzaba a dar pasos para convertirse en el edificio más alto de la ciudad. La otra inauguración que cambió la vida de los alicantinos fue la del Hospital Infantil, la nueva casa de la maternidad de la Seguridad Social. El proyecto, ya con maqueta, había sido aprobado por 164 millones. El primer niño nacería en 1972.
En el mundo de la cultura, el cineclub de la Caja de Ahorros Provincial acogía la obra "Tú, no importa quién", del afamado José Sanchis Sinisterra. El acto se enmarcaba dentro del II Certamen de Teatro Universitario. Además, la Compañía Telefónica Nacional hacía por vez primera un guiño a Alicante y en la portada de su nueva guía de teléfonos aparecía la Cara del Moro.
En el resto del mundo llamaba poderosamente la atención la proclamación de República de Rodesia, un estado que durante la década de los setenta apareció en el sur de África, en la actual Zimbabue, pero que no gozó de reconocimiento internacional.
