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Los giros postales crecen un 7% por la inmediatez de las entregas y cae la paquetería

Las oficinas de Correos prevén incrementar en la desescalada su horario de apertura para atender durante seis horas al día al público

Un empleado recogiendo el correo en Alicante Alex Domínguez

El envío de dinero a través de giros postales registra un crecimiento del 7% respecto a lo que se gestionaba antes de la crisis del coronavirus, convirtiéndose en uno de los servicios más demandados por los clientes durante la pandemia en las 125 oficinas de Correos de la provincia de Alicante. El horario reducido de los bancos en toda la emergencia sanitaria y el trámite sin dificultades añadidas estaría detrás del aumento de los giros postales, sobre todo con destino a Latinoamérica, de inmigrantes que mandan dinero a sus familias. Por contra, la paquetería que se clasifica en el centro de tratamiento, donde en estas semanas ha trabajado la mitad de la plantilla en turnos, se ha reducido en un 40%. En la Navidad de 2019 el volumen llegó a ser de 40.000 operaciones diarias. Ahora siguen entrando por la compra online pero la actividad ha bajado al 60% de lo habitual.

Tras la declaración del estado de alarma por la pandemia Correos solo presta el servicio postal público, es decir, el conjunto de servicios postales cuya prestación garantiza el Estado de forma permanente en todo el territorio nacional y a precio asequible para todos los ciudadanos. Este servicio comprende el envío de cartas de hasta dos kilos nacionales e internacionales; paquetes postales de hasta 20 kilos (el denominado paquete azul); los giros postales; y los servicios de certificado y de valor declarado. Además, a Correos le corresponde efectuar las notificaciones de algunos procedimientos administrativos recogidos en el decreto del estado de alarma.

Los giros permiten enviar dinero de forma telegráfica y a los 10 minutos la persona lo puede recibir y le dan el importe. Trabajadores de Correos recuerdan que este sistema era muy común hace décadas «y es muy útil para enviar dinero urgente, ya que es más rápido que una transferencia bancaria.

Correos ha adoptado medidas organizativas para garantizar la continuidad del servicio postal público, "con el personal mínimo imprescindible, para proteger la salud de sus trabajadores y clientes". Las oficinas han recortado su horario de atención al público de 9:30 horas a 12.30 horas, aunque la compañía ha diseñado una estrategia progresiva de tres fases cuya implementación depende de la evolución de la pandemia y de las indicaciones de las autoridades.

Desescalada

El plan de retorno a la normalidad de Correos contempla tres fases de aplicación progresiva. La primera fase supone ampliar la atención al cliente de 8.30 a 14.30, es decir, se duplica, ya que pasará de tres a seis horas al día.

La segunda fase supondrá que las oficinas consideradas principales y estratégicas amplíen su horario al habitual de mañana y tarde, es decir, de lunes a viernes de 8.00 a 21.00 horas, siendo de atención al cliente de 8.30 a 14.30 y de 15.30 a 20.30 horas, estudiándose además la apertura en sábado. En la tercera fase, la red de oficinas se regirán ya con sus horarios habituales, siempre garantizando todas las medidas y protocolos de seguridad implantados. Aún no hay fechas para cada una de ellas.

Protocolos

Correos ha diseñado este plan siguiendo, afirman, el protocolo de seguridad que marcan las autoridades, "ya que la salud de los empleados y los ciudadanos es prioritaria", afirman desde la compañía.

Desde que se decretó el estado de alarma, la media de profesionales que han trabajado en la compañía ha sido inferior al 30%, siempre según Correos, que ha repartido 5.348.000 guantes, cerca de 466.000 toallitas desinfectantes, 370.000 mascarilllas y 15.710 litros de gel hidroalcohólico entre sus profesionales. También se han instalado 5.117 mamparas protectoras en las oficinas de todo el país, en todas las oficinas de Correos para incrementar la seguridad de los trabajadores y proteger su salud, después de varias peticiones al respecto de los representantes sindicales. También se ha cambiado la operativa para eliminar el contacto entre personas y se ha suspendido la recogida de firmas en PDA.

Además de la protección individual, todos los empleados de la compañía disponen de información sobre los protocolos a seguir dependiendo de la naturaleza de cada puesto de trabajo y de las actuaciones que se llevan a cabo. Las principales premisas son garantizar la distancia de dos metros, evitar la saturación en oficinas, e instalaciones, y la desinfección continua de todos los elementos, medios de trabajo y vehículos. Todos los profesionales con cualquier tipo sintomatología deben permanecer en su domicilio y comunicarlo a su responsable.

El reparto se mantiene con el personal mínimo imprescindible para prestar el servicio postal público obligatorio y se ha cambiado la operativa. Los carteros trabajan en turnos alternos, decir, unos equipos un día y otros, al siguiente; y durante el estado de alarma se ha suspendido el turno de tarde y el reparto en sábados; y se ha modificado la forma de entregar las notificaciones y los envíos registrados para eliminar el contacto entre personas.

En cuanto a la plantilla, el operador del servicio postal y de paquetería ha ofrecido que se queden en casa los trabajadores que comunican estar incluidos en grupos de riesgo (enfermedades respiratorias, inmunodeficiencias o gestantes) o con necesidad de conciliación familiar por cuidado de hijos o mayores dependientes.

«Se han aplicado medidas de flexibilidad horaria, cambios de turno, turnos alternos y teletrabajo, y se ha ampliado como colectivo especialmente sensible a los mayores de 60 años, conforme a las indicaciones remitidas del Ministerio de Sanidad (Centro de Coordinación de Alerta y Emergencias Sanitarias).

Teletrabajo

Estas personas permanecerán en su domicilio, aplicándose medidas de teletrabajo en aquellos casos que sea compatible con su actividad», explican desde Correos. Cuando se ha detectado un caso (confirmado, posible o probable, según la clasificación del Ministerio de Sanidad) en un centro de trabajo, se aplica el protocolo establecido: cuarentena de los trabajadores, cierre y desinfección del espacio físico y reapertura con un equipo de trabajadores diferente para preservar la prestación del servicio postal público obligatorio.

El operador recuerda a todos los usuarios que deben restringir sus desplazamientos a las oficinas postales solo para las gestiones realmente necesarias hasta que se vayan introduciendo las fases de reapertura. "Se están aplicando todos los protocolos dictados por las autoridades sanitarias en cuanto a mantener la distancia entre personas y lavado de manos de los empleados", afirman desde el gestor postal. Sin embargo, sindicatos y trabajadores consideran que la presencia de público en las oficinas les pone en peligro a ellos, a los trabajadores, aunque sostienen que los que están en verdadero peligro son los carteros repartidores que entregan certificados en mano, de ahí que los sindicatos reclamen continuas mejoras para el reparto.

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