CaixaBank, a través de su Acción Social y en colaboración con la Fundación la Caixa, desarrolla diferentes acciones de apoyo a los colectivos más desfavorecidos de la Comunitat Valenciana para paliar parte de los efectos de la pandemia del coronavirus. Las colaboraciones se centran principalmente en acciones de ayuda a personas sin hogar, familias con escasos recursos económicos y con el colectivo de personas mayores.

Entre estas acciones se encuentra el apoyo que presta a Cáritas Diocesana de Orihuela-Alicante, entidad que ha establecido una serie de medidas de contención y de personal con turnos mínimos para poder seguir atendiendo la realidad social e impedir, en la medida de lo posible, que las personas vulnerables, puedan encontrarse en una situación más crítica si cabe.

Así, Cáritas Diocesana mediante este programa para atender las necesidades con carácter de urgencia de las personas y familias en situación de emergencia social, por medio de los equipos territoriales, programas, proyectos y departamentos administrativos y de comunicación, se encuentra garantizando el acompañamiento de personas en situación vulnerable, con el objetivo de asegurar que la mirada en los colectivos más excluidos sigue estando presente, por dignidad, derechos y justicia social.

Colectivos vulnerables

En estos momentos, la valoración se realiza en el 80% de forma telefónica y en coordinación entre el voluntariado de los equipos de base, las personas técnicas del área de territorios y los servicios sociales del municipio.

La metodología que se sigue es realizar una transferencia directa a la cuenta de la persona participante para necesidades básicas. El importe de la misma varía en función del número de miembros de la familia y si reciben algún tipo de prestación o no. También hay una coordinación entre los equipos de base de Cáritas y los establecimientos de los barrios de las personas afectadas, para que éstas puedan desplazarse a realizar la compra que se acuerde con ellas.

Por otra parte, se lleva a cabo un abastecimiento directo por parte de los equipos de base de Cáritas parroquial previa cita para evitar aglomeraciones. Se realiza en coordinación con los servicios sociales y telefónicamente se hace seguimiento de la respuesta que recibe la persona, por si es necesario complementar este seguimiento desde Cáritas. Los productos de farmacia se cubren de forma similar vía telefónica entre los equipos be base de Cáritas y las farmacias del barrio o también en el caso de la zona de L' Alacantí, con el grupo farmacéutico con el que de forma habitual se trabaja de forma conveniada.

Las llamadas telefónicas para atención de necesidades básicas y/o acompañamiento derivadas de la situación de crisis han aumentado un 43%. Se va a habilitar una línea 900 para atender a todas las personas en situación de exclusión y vulnerabilidad.