Javier Blanquer, facultativo del centro de salud de San Blas en Alicante, forma parte de la junta directiva de la Sociedad Valenciana de Médicos de Famila. Desde su cargo le ha tocado estar pendiente del intenso trabajo que se lleva a cabo en el marco de la Atención Primaria en relación al control de la pandemia, una labor que, en su opinión, no está siendo valorada de forma adecuada.
Destaca en este sentido el esfuerzo de adaptación que han tenido que llevar a cabo los centros de salud y los profesionales que trabajan en ellos, tanto para tratar a los contagiados por el virus como para seguir realizando un seguimiento de los enfermos que sufren otras dolencias.
El punto de atención en esta pandemia ha estado depositado sobre todo en los hospitales y las UCI pero, ¿los centros de salud también están jugando un papel importante?
Baste con decir que la Atención Primaria se está encargando de la identificación y seguimiento del 80% de los pacientes, aquellos que eran asintomáticos o tenían síntomas leves, al tiempo que también ha procedido a derivar a los centros hospitalarios a los que presentaban una mayor gravedad. Esta respuesta no ha sido demasiado publicitada, pese a conllevar un gran esfuerzo por parte de los profesionales sanitarios y una enorme capacidad de adaptación.
¿Cómo han afrontado esta crisis sanitaria?
En una primera fase, cuando irrumpió la pandemia, no teníamos una organización clara ni los equipos de protección adecuados. La falta de medios es algo que se ha registrado a nivel general. Al principio, cuando todavía no se era consciente de la gravedad de la situación, no teníamos nada y vinieron pacientes con estas patologías a los que se atendió con normalidad, con el riesgo de contagio que eso conllevó. Al lunes siguiente vimos que efectivamente teníamos falta de material y problemas de organización. Empezamos a identificar fallos y hubo retrasos a la hora de solucionar necesidades como los geles hidroalcohólicos. No estábamos preparados y en ese sentido entonamos el mía culpa en lo que a nosotros dependía.
¿Continúan los problemas?
Afortunadamente la falta de medios de protección se está corrigiendo, pero seguimos teniendo algunas dificultades. Una de ellas es la adecuación de las líneas telefónicas, teniendo en cuenta que ahora realizamos muchas consultas a través del teléfono no sólo en lo que respecta al coronavirus, sino de otras patologías. Hacen falta más líneas para atender más llamadas también por parte del personal administrativo.
¿Cómo se están gestionando las consultas telefónicas?
Lo primero que hay que hacer es agradecer a la población que haya sido tan consciente y haya sido capaz de autocuidarse sin venir a los centros de salud, lo que ha reducido la carga de trabajo y nos ha permitido centrar los esfuerzos en el coronavirus. Sin embargo, seguimos realizando un seguimiento de los enfermos crónicos de otras patologías y realizando consultas por vía telefónica. El conocer a nuestros pacientes facilita la labor, pero hay que prestarles mucho tiempo porque no es lo mismo verlos en persona que preguntarles los síntomas a través del teléfono. En algunos casos hemos identificado lo que les pasaba gracias a fotografías que nos han mandado.
La pandemia del coronavirus parece que ha empezado a remitir. ¿Va a reducir eso la carga de trabajo en los centros de salud?
Estamos convencidos de que no. Tras la oleada de pacientes con Covid 19 va a venir otra de los enfermos que en las últimas semanas han permanecido en sus casas pero que necesitan tratamientos. Gente que por ejemplo se ha aguantado un dolor de espalda pero que persiste con él, o personas que tenían pendiente una cita pero que no era lo suficientemente urgente para realizarla en estas semanas. La tercera oleada es la del impacto que va a tener la interrupción en la atención de las enfermedades crónicas, que pese al seguimiento realizado se va a tener que retomar ahora con mayor intensidad. Y por último, la cuarta, será la relacionada con síndromes de estrés post-traumático y patologías que se puedan desarrollar como consecuencia de la crisis económica que se nos viene encima.
Ahora viene la desescalada...
Sí, y esperamos que no se vuelvan a producir los mismos errores en cuanto a falta de medios y organización. Por ejemplo, en los centros de salud será necesario llevar a cabo adaptaciones, como la habilitación de espacios marcados y protegidos para pedir citas o pasar pruebas manteniendo las distancias. Lo que se ha hecho por ejemplo en los supermercados, también será necesario aquí. Insisto en que lo primordial es que no nos pase lo mismo, porque ahora ya sabemos lo que necesitamos.
¿Y en cuanto a personal?
Necesitaremos estar al 100%. Somos suficientes si estamos todos, y por eso todas las plazas tienen que estar cubiertas teniendo en cuenta que, por ejemplo, se han incrementado mucho los servicios domiciliarios de enfermería. Ahora, insisto, van a venir oleadas de patologías nuevas o que estaban retenidas, y se tiene que cuidar que la plantilla esté al 100%.
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