La Subdelegación del Gobierno en Alicante ha denegado la salida extraordinaria de la Reliquia de la Santa Faz el próximo jueves para bendecir la ciudad contra la pandemia en una petición conjunta del Ayuntamiento, el Obispado y el Cabildo.

Estaba previsto que la Reliquia regresara a la capital el día que tenía que haberse celebrado la Peregrina, suspendida este año por el coronavirus, como sucedió a lo largo de la historia con otras pandemias, para bendecir la ciudad, además de celebrarse una misa a puerta cerrada desde el monasterio, retransmitida en directo.

El alcalde, el popular Luis Barcala, ha destacado la falta de sensibilidad de la autoridad gubernativa. Mientras que el deán de San Nicolás, Ramón Egío, afirma que la decisión es «dolorosa», pero que entiende que la Subdelegación «tiene sus razones».

En la respuesta dirigida al alcalde de Alicante, el popular Luis Barcala, cursada ayer, la subdelegada de Gobierno, la socialista Araceli Poblador, señala que «no es posible atender a su petición conforme a la normativa vigente sobre el actual estado de alarma, al no encontrarse amparada esta actividad en dicha normativa».

Poblador se remite al decreto del Estado de Alarma y argumenta la movilidad está limitada a la adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad, la asistencia a centros, servicios y establecimientos sanitarios, el desplazamiento al lugar de trabajo, el retorno al lugar de residencia habitual, la asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o vulnerables. Así como al desplazamiento a entidades financieras y de seguros o por causa de fuerza mayor o situación de necesidad.

Cuando se anunciaron los actos, el gobierno municipal pidió a los vecinos de Alicante que se sumaran a este acto saliendo a sus balcones ese jueves a las 12 de la mañana para «aplaudir durante la bendición a la ciudad, que coincidirá con el repique de todas las campanas de las iglesias, para homenajear de esta manera también a todas las personas que están contribuyendo con su esfuerzo y dedicación a combatir la pandemia».

Sin embargo, fuentes de la Subdelegación han señalado que «se busca preservar la seguridad y salud de las personas y esta salida de la Reliquia podía dar lugar a que hubiera personas que quisieran acercarse a verla».

Asimismo, Poblador se refiere en su escrito a que «la asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias civiles y religiosas, incluidas las fúnebres, se condicionan a la adopción de medidas organizativas consistentes en evitar aglomeraciones de personas», como también establece el Real Decreto.

En un primer momento se dijo que el obispo portaría la Reliquia en la bendición desde el Castillo pero en el programa oficial que se envió a la Delegación de Gobierno figura que portaría la Reliquia en el coche oficial el canónigo custodio, al que seguirían los coches de los miembros estatutarios: Síndico del Ayuntamiento / Rector del Santuario y Caballero Custodio. Acompañando un coche patrulla de la Policía Local. El obispo se quedaba en el monasterio para despedir y recibir a la Reliquia.

Tras la negativa, el deán explicó ayer que el obispo, Jesús Murgui, celebrará la misa desde el interior del monasterio y que allí mismo pronunciará la bendición para todos los alicantinos en «estos momentos tan difíciles». Egío aseguró que «durante la celebración cumpliremos con todas las medidas de seguridad y de distanciamiento. Acudirá el obispo, cinco o seis sacerdotes y las monjas que la seguirán desde la clausura».

El proceder de la subdelegada entra en contradicción con los trámites que el Cabildo, a través de Egío, estaba realizando con la Delegación de Gobierno en la Comunidad Valenciana, que le había solicitado documentación adicional, y que en principio no presuponía una negativa, según fuentes bien informadas, habiendo enviado la carta denegatoria la subdelegada antes de que respondiera oficialmente la Delegación.

En el seno del Ayuntamiento no se entiende la decisión de la subdelegada, que esperan que sea reconsiderada, dado que el acto se iba a quedar circunscrito a una misa a puerta cerrada en el monasterio y a la salida en coche de los síndicos de la Santa Faz con la Reliquia en coche hasta el Castillo, con tres personas para realizar el acto en la cumbre del Benacantil.

«Sentimos que el Gobierno de España no haya tenido en cuenta esta sensibilidad hacia muchos miles de los alicantinos a los que esta bendición de la Santa Faz desde el Castillo supone una ilusión, esperanza y una motivación más en estos momentos tan duros que estamos viviendo», dijo el alcalde. Y recordó que a lo largo de la historia la Santa Faz fue trasladada con motivo de otras crisis sanitarias como la peste negra de 1648 y el cólera de 1804, 1854, 1865, 1870 y 1885.

«La Santa Faz es una devoción y un sentimiento arraigado en lo más hondo de los alicantinos y cuesta entender que una comitiva reducida a la mínima expresión, con solo tres personas y a la distancia que establece el protocolo, pudiera ser motivo para que el Gobierno impida la celebración. Esperamos que se reflexione sobre la decisión tomada», concluyó.

Egío aseguró que «entendemos que quizá la Subdelegación ha valorado que si autorizaba esta salida extraordinaria podían llegarle más peticiones» y añadió que «obviamente acatamos la decisión». Eso sí «con mucho dolor como imagino que muchos alicantinos que ya se habrían hecho la ilusión de que la Santa Faz estuviera presente y bendijera a la ciudad desde el castillo».

«Son 500 años de tradición que se rompen y precisamente la Santa Faz ha estado presente en todas las situaciones calamitosas de la historia», lamentó. «Para los creyentes es una oportunidad para pedirle a la Santa Faz la misericordia de Dios en estos momentos y para los no creyentes la Santa Faz hace pueblo, une, y supone fuerza y motivación para superar la situación», expuso el deán.

Los grupos municipales se dividen entre los de centro derecha, que lamentan la decisión, y los de izquierda, que apelan al estado de alarma.

El portavoz municipal del PSOE, Francisco Sanguino, declaró que «si el alcalde quiere saltarse el artículo 7 el Estado de Alarma es que es un irresponsable. Lo que tiene que hacer Barcala es dejarse de pompas personales. Esto es otro de sus caprichos de imagen al margen del Cabildo solo para tapar la incompetencia de su gobierno». «Lo que no puede ser es que no se pueda velar a los difuntos ni acompañar a un coche fúnebre para despedirlos y que el alcalde se pasee hasta la Santa Faz con todos los coches oficiales. Y si no le gusta el confinamiento que todos hacemos, que llame a Rajoy y que se haga con él una romería particular», añadió.

El portavoz de Compromís, Natxo Bellido, consideró que «en estos momentos lo prioritario es la salud. Es una época excepcional a causa de la alerta sanitaria, y nos obliga a todos a cumplir de forma rigurosa las normas y los límites marcados por el confinamiento».

Y el de Podemos, Xavi López, coincide al señalar que la Subdelegacion «aplica la norma vigente que es la misma para todo el mundo, tambien para el Obispado, y lo hace siguiendo criterios técnicos y de seguridad para todos».

En el lado opuesto y el más crítico con la decisión fue el portavoz de Vox, Mario Ortolà. «Ya sabíamos lo que la izquierda radical piensa de nuestras tradiciones cristianas pero no esperábamos que llegasen a demostrar tan poca empatía por una población que sale a peregrinar en masa todos los años a su más preciada reliquia, incluidos muchos alicantinos no creyentes». «Sentimos una profunda tristeza y una gran decepción», agregó.

El edil de Cultura, Antonio Manresa, de Cs, afirmó que «vivimos un momento triste y los alicantinos no pueden tener al menos el consuelo de que la Santa Faz bendiga a la ciudad desde el Matxo del Castell», pero «debemos respetar la decisión».

Precedente: Novelda bajó a su Santa el 22 de marzo

Novelda sí pudo celebrar el traslado de la imagen de su patrona, Santa María Magdalena, el pasado 22 de marzo, cuando ya estaba vigente el decreto de emergencia. La noticia publicada por este periódico ese día señalaba cómo se había llevado a cabo el traslado sin ningún tipo de impedimento legal.

La comitiva la compusieron un sacerdote, el alcalde, el comisario de la Policía Local y el encargado del santuario. La venerada imagen fue trasladada en el coche del cura y su llegada al templo se hizo coincidir con los noveldenses en los balcones de sus casas, cantando el Himno de La Santa mientras repicaban las campanas. Es decir, algo muy similar a lo que se había previsto para la Santa Faz en Alicante.

Además, el de Novelda fue un acontecimiento extraordinario porque la bajada se celebra en julio, pero quisieron así buscar la protección de su patrona frente a la pandemia.

Así era el programa oficial de la visita de la Santa Faz