Si los representantes de Ciudadanos estaban esquivando hasta ahora las frases fuera de tono que estos días ya se han vuelto a instalar entre en el bando socialistas y el del PP, la vicealcaldesa de Alicante, Mari Carmen Sánchez, de un plumazo, les ha colocado en la primera línea del «ridículo público». En esto están de acuerdo los dos sectores que el partido tiene en la Comunidad Valenciana, los partidarios del síndic en las Cortes, Toni Cantó y los afines al senador, Emilio Argüeso. En ese punto termina la coincidencia.

La respuesta casi instantánea del portavoz de Ciudadanos en las Cortes Valencianas, a primera hora de la mañana, calificando los hechos de «impresentables» y reclamado a Mari Carmen Sánchez que se «confine y dimita» si no pedía disculpas, tuvo efecto inmediato. Las disculpas llegaron poco después. Pero esa forma de actuar de Toni Cantó, para algunos fue «consecuente», como avaló el diputado alicantino Fernando Llopis, y para otros, algo excesiva, casi desmesurada. De puertas hacia adentro, con una dirección autonómica del partido rozando el estado de interinidad -a la espera de que se apruebe la reforma de los estatutos en la asamblea que barajan convocar el 30 de abril de forma telemática-, el golpe encima de la mesa de Cantó no gustó a todo el mundo. Según al bando al que se preguntara, Mari Carmen Sánchez encontraba el perdón de sus compañeros de filas únicamente por pedir disculpas.

Cargos destacados como Emilio Argüeso -todavía es secretario autonómico aunque tiene anunciada su dimisión-, y la diputada nacional Marta Martín o el portavoz de Cs en la Diputación, Javier Gutiérrez, lo dejaron todo en un «error» como el que cometen «otros políticos que no piden perdón». Sus críticas se saldaron con un cariñoso tirón de orejas.

Asumiendo que Mari Carmen Sánchez había metido al partido en aguas cenagosas, la forma de reaccionar de Toni Cantó, especialista en los deslices las redes sociales, vino a confirmar que el pulso por obtener el mando de la formación naranja en la Comunidad Valenciana sigue abierto.

El vídeo de la vicealcaldesa, lejos de crear un halo protector corporativista de todos sus compañeros de filas, hizo de resorte para volver a abrir la brecha entre grupos. Aunque sea a costa de poner en el centro de esa batalla política, una de las grandes instituciones en las que Ciudadanos gobierna. Y mientras Toni Cantó e Inés Arrimadas no se aburren pidiendo «pactos por la reconstrucción».