El coronavirus ya se está extendiendo a casi todas partes. Es una carrera contrarreloj. Pero no debería ser así: hay una forma clara en la que debemos afrontar esto. Algunos países, especialmente aquellos que aún no han sido afectados por el coronavirus, podrían preguntarse: ¿Me va a pasar? La respuesta es: probablemente ya lo haya hecho. Simplemente no te has dado cuenta. Cuando realmente se haga evidente, su sistema de salud estará en peor forma que en los países ricos donde los sistemas de salud son fuertes.

Más vale prevenir que curar: habría que considerar tomar medidas cuanto antes. Para los países donde el coronavirus ya está aquí, las opciones son claras. Los países pueden tomar la ruta de la mitigación: crear una epidemia masiva, colapsar el sistema de salud, provocar la muerte de millones de personas y liberar nuevas mutaciones de este virus en la naturaleza. Por otro lado, pueden luchar. Pueden encerrarse durante algunas semanas para ganar tiempo, crear un plan de acción razonado y controlar este virus hasta que tengamos una vacuna.

Algunos países eligieron el camino de la mitigación y eso significa rendirse sin luchar. ¿Y si Churchill hubiera dicho lo mismo?