Tras haber estado al frente de la Agrupación de Jóvenes Abogados de Alicante, Carlos Frigola acaba de asumir el reto de reactivar la figura del Defensor del Colegiado en el Colegio de la Abogacía de Alicante (ICALI). Un cargo que acepta como «un honor» y con el que velará por la protección de los compañeros «como una especie de Defensor del Pueblo» para los letrados frente a las actuaciones del colegio. Está convencido de que por mal que le vayan las cosas a la profesión «saldremos de ésta» porque «los abogados vamos hacia el fuego en lugar de huir de él porque estamos para defender al ciudadano y a la sociedad y somos supervivientes natos»

¿Se han puesto ya en contacto con usted compañeros por su situación económica?.

Como defensor del colegiado todavía no, porque es una figura que pretendíamos reactivar y la crisis ha estallado sin que pudiéramos desarrollar los estatutos. Pero como abogado en ejercicio sufro en mis carnes la situación y me llega lo que están pasando mis compañeros. Está claro que a algún abogado le puede dar apuro reconocer que le va mal económicamente, pero muchos lo están pasando canutas, sobre todo los jóvenes. Somos profesionales como cualquier hijo de vecino y hay un 80% que vive al día.

¿Son suficientes las medidas adoptadas desde el Gobierno?

En absoluto. Las medidas económicas son insuficientes. Como la mayoría de letrados somos mutualistas, las únicas medidas han sido el aplazamiento de cuotas este trimestre. Hay una amplia mayoría de compañeros que piensa que se nos debería exonerar de este pago. Se está vulnerando el derecho fundamental a la igualdad, al no tener el mismo derecho que otros autónomos. La Administración no ha puesto ninguna medida para nosotros. Y el Decreto de Ayudas del Consell se sigue olvidando de los abogados. Es del todo correcto que el ICALI vaya a recurrirlo, que sí está velando por la situación de los compañeros. Este trimestre no ha pasado al cobro la cuota y eso es algo que no han hecho todos los colegios.

Algunos abogados en cuyos despachos se tramitan ERTES dicen que están desbordados , ¿es la panacea de la profesión?

Están desbordados. Pero una cosa es que tengan mucho trabajo y otra que lo vayan a poder cobrar. Los clientes son las empresas, que si plantean ERTES es porque están descapitalizadas y tienen problemas de liquidez brutales. Además creo que la Abogacía pura es ir a sala y hacer juicios. Todo lo judicial está paralizado, excepto lo urgente. Y sólo se está pudiendo ejercitar es la Abogacía de tramitación y de asesoría. La Administración está tan desbordada que aprueba ERTES por silencio administrativo. La Abogacía de verdad está paralizada.

¿Qué opina del plan de choque del Consejo General del Poder Judicial para cuando se levante el estado de alarma?

La propuesta es del todo intolerable, especialmente sangrante en cuanto a los términos de habilitar el mes de agosto y las tardes, pero garantizando, eso sí, las vacaciones de los miembros del Poder Judicial y obviando las de letrados y procuradores. Parece más una reforma legal y procesal encubierta, porque propone nuevas tasas judiciales y un nuevo criterio de costas muy perjudicial para los justiciables. Además parece que se van a centrar en Social y Mercantil y Penal y Civil van a quedar olvidados. Son más acertadas las medidas que propone la Abogacía.

¿Qué opina de que se hayan paralizado los asuntos no urgentes?

En pleno siglo XXI, existiendo todos los medios que hay, comprobamos que no hay medios para que la Justicia pueda ser más telemática. No se debería haber paralizado de la forma en que se ha hecho. Se nos llena la boca de papel cero y expediente digital, pero es irreal. Esta crisis ha dejado en evidencia lo arcaica que sigue siendo la Justicia.

¿Cuentan los letrados con suficiente protección cuando estos días les ha tocado ir al juzgado?

Ha habido días que faltaban mascarillas o guantes, pero ha habido colaboración entre todos los profesionales que están al pie del cañón para que no falten. Ahora me parece sorprendente que desde la Delegación del Gobierno se prohíban declaraciones por videoconferencia en centros de detención.

En corto

¿Cree que hay inseguridad jurídica?

En los primeros 18 días se dictaron seis Decretos Ley y dos Reales Decretos, más normativas complementarias. Hay una inseguridad jurídica brutal. Lo normal es que pasen meses o años hasta que las leyes se asienten. Hay un parche detrás de otro. Luego hay clientes que llaman porque les surgen dudas por alquileres, hipotecas, divorcios... asesoramiento que no se va a poder cobrar porque ya era difícil hacerlo antes.