El turismo nacional, clave para tratar de salvar parte el año. La incertidumbre sobre el tiempo que tardará en regularizarse el espacio aéreo europeo o, lo que es lo mismo, cuanto tardarán los turistas extranjeros en volver a la Costa Blanca, ha vuelto a poner el foco en el turista español, mayoritario durante la temporada alta y estratégico en otras crisis sufridas por el sector derivadas de la contracción económica. Hoteleros, Gobierno y Consell son conscientes y ya se han puesto a trabajar en el diseño de campañas informativas y actuaciones y protocolos en los propios hoteles para garantizar a los clientes que son perfectamente seguros desde el punto de vista sanitario. Algo que se deberá completar con acciones directas de prevención sanitaria, tal como han comenzado a hacer las cadenas hoteleras de la Costa Blanca, aprovechando el parón para limpiar y desinfectar a fondo los establecimientos para cuando se pueda volver a abrir.

Otra de las medidas que los empresarios han trasladado esta misma semana al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, es poner, por ejemplo, controles en el aeropuerto de Alicante-Elche con test rápidos que puedan detectar cualquier positivo en coronavirus, lo que daría un plus de seguridad a los turistas, aunque sea complicado hacer previsiones en el corto y medio plazo porque "sencillamente, no existe una vacuna contra el Covid-19, la única medida que traería la seguridad total para los desplazamientos masivos de personas", advierte Nuria Montes, secretaria general de Hosbec. Ayer el presidente Pedro Sánchez, tampoco colaboró, al anunciar en el Congreso que baraja ampliar el confinamiento quince días más, hasta el 10 de mayo.

Francesc Colomer, secretario autonómico, se muestra también cauto ante lo que puede ser temporada. "El año 2020 está complicado y decir lo contrario sería mentir. Por supuesto que el mercado de proximidad es básico. En el verano convencional no podemos ir sino al compás del tema sanitario que es el que nos va a marcar la desescalada, pero no me atrevo a dar pronóstico pero, por supuesto, debemos estar preparados".

Lo cierto es que ahora mismo el optimismo está metido en un cajón al no existir reservas para el verano y las pocas que habia se han anulado. José María Caballé, presidente de la cadena Servigroup -18 hoteles- subraya, en este sentido, que "en estos momentos no queda otra que tratar de ser optimistas y pensar en el futuro, pero es complicado por la incertidumbre que existe y porque no tenemos referencia de una crisis similar en la historia, por lo que hacer predicciones es prácticamente inmposible. No obstante, algo que los empresarios debemos tener muy claro es que el hecho de que los hoteles estén cerrados a los clientes no puede significar dejarlos abandonados hasta que nos digan que se puede volver a abrir. Ahora, más que nunca, se debe trabajar en el interior, en la cocinas, en los baños. Dejarlos algo así como encapsulados para que el día en que Sanidad autorice la apertura estén como nuevos", aseveró Caballé. "Tampoco sabemos cómo quedará el mercado con tanto gasto y pocos ingresos", sentencia el empresario.

El turismo vacacional -80% en la Costa Blanca- lo tiene aún más complicado que el urbano, no ya por los hoteles de puertas para adentro, sino por el hecho de que, ahora mismo, resulta complicado controlar el entorno en los propios municipios, en los que la población estacional llega a triplicar a la local. "La verdad es que soy de las personas a las que les gusta situarse en los peores escenarios y, ahora mismo, es difícil saber cuando volveremos a la normalidad. Nuestros hoteles están preparados para abrir cando nos digan, y contamos con nuestros propios protocolos sanitarios, pero el tema se nos escapa por el entorno. Cómo se va a volver a organizar la manera de viajar, de desplazarse, de estar en la calle y cuándo estaremos en disposición de hacerlo. La solución es sanitaria y por ahí poco podemos hacer los hoteles vacacionales, porque la vacuna tardará en llegar. Claro que hay y habrá demanda de vacaciones. El problema es que no sabemos cuando se podrá viajar con seguridad ", subrayó ayer Nuria Montes, secretaria general de Hosbec.

No obstante, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, lo ha dejado claro esta misma semana al anunciar que la recuperación del sector turístico tras la crisis del coronavirus estará encabezada por el mercado nacional, que será "el primero en recuperarse". La ministra ha señalado se reunió anteayer con los responsables del Consejo Español de Turismo con el fin de compartir información y analizar los escenarios a los que se enfrenta el sector. Maroto sostuvo que el turismo fue uno de los "motores de recuperación económica" tras la anterior crisis y que la intención es que "continúe siendo" un sector importante en la aportación al PIB.

Los planes del Gobierno pasan porque una vez contenida la crisis España será un destino seguro, por lo que habrá una campaña que visibilice esa seguridad y garantizará que la oferta de alojamiento está adaptada a través de la monitorización de la situación.

Según ha advertido Exceltur, el sector turístico se enfrenta a una previsión de pérdidas en torno a los 55.000 millones de euros de pérdidas -3.000 millones en la Costa Blanca.. De confirmarse esta hipótesis, supondría un 32,4% de caída del total de actividad turística en España en 2020 y representaría la caída de varios puntos del total del PIB español.

El sector turístico de la provincia sufre en estos días la peor crisis de su historia como consecuencia de la pandemia del coronavirus que se ha extendido ya a nivel internacional. La vuelta a la actividad no se prevé inmediata, en el mejor de los casos, a mediados de verano --en función de la evolución sanitaria-- aunque hasta dentro de un año, allá por la Semana Santa de 2021, no se espera una vuelta a la normalidad total.

En cualquiera de los escenarios, las asociaciones del sector trabajan ya en el diseño de nuevos protocolos que van a romper con las grandes concentraciones de personas y que darán un giro de 180 grados a la actividad tal y como hoy se concibe, con medidas que contemplan desde una higiene extrema hasta medidas de protección o uso de instalaciones, entre otras muchas.

Según Nuria Montes, el sector incorporará "criterios hasta ahora nunca conocidos ni contemplados" con el objetivo de dar mayor seguridad. Montes cree que la crisis en el sector turístico se alargará "mucho más allá del estado de alarma". Como pronto, si no hay rebrotes de la pandemia, a mediados del verano podría haber algunos turistas, en una primera fase, procedentes del mercado nacional que no necesita volar.

En todo caso, la mayoría de hoteles no va a poder operar inmediatamente por lo que reclaman poder prolongar los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) más tiempo, más meses, algo que el 'president' de la Generalitat, Ximo Puig, se comprometió esta semana a reclamar ante el Gobierno central.

Para los primeros turistas nacionales, quieren preparar "desde ya" campañas de promoción que inviten a viajar a Comunitat Valenciana, resaltando los "valores" que identifican al sector, una de las que mejor está controlando la pandemia, ha resaltado Montes.

Para la demanda extranjera augura un "estancamiento importante" en una primera fase, tanto por la pandemia que se sufre también en otros países como por las restricciones que España pueda poner o el miedo inicial a salir del país.