En la fase de danza solo se necesita que el factor R (a cuántos transmite la enfermedad un infectado) permanezca por debajo de 1. Y puede hacerse mucho de eso con solo algunas medidas simples.
Todos los días después de contraer el virus, las personas tienen un potencial de contagio. En promedio, todos estos días el infectado puede contagiar a 2,5 personas. Se cree que algunos contagios tienen lugar durante la fase «sin síntomas». Después de eso, a medida que los síntomas crecen, generalmente las personas acuden al médico, reciben un diagnóstico y su capacidad de contagio disminuye. Por ejemplo, al principio tienes el virus pero no tienes síntomas, por lo que te comportas de manera normal. Cuando hablas con la gente, transmites el virus.
Cuando te tocas la nariz y luego el pomo de la puerta, las siguientes personas que abran la puerta y se toquen la nariz se infectan.
Cuanto más crece el virus dentro de ti, más infeccioso eres. Luego, una vez que se comienza a tener síntomas, y progresivamente, se deja de ir al trabajo, uno se queda en la cama, se usa una máscara y se va al médico, cuanto más agudos son los síntomas, más distancia social se establece, lo que reduce la propagación del virus.
Una vez que está hospitalizado, incluso si es muy contagioso, un infectado no tiende a propagar el virus tanto al estar aislado.
