Al clásico regalo de un bolígrafo (con forma de jeringuilla) y que muchas veces se acompañaba de unas entradas para el cine o para un acontecimiento deportivo, se le ha unido, desde que la palabra coronavirus entró en nuestras vidas, una mascarilla que reciben los donantes si no llevan. Sólo es una medida de precaución añadida pero que a buen seguro no quedará guardada en un cajón como un souvenir en estos tiempos que corren. Las donaciones no pueden parar porque los hospitales, prácticamente, mantienen la misma actividad que antes de la pandemia en lo que se refiere a sus necesidades de sangre. Ahora bien, se han tenido que extremar las medidas de seguridad de todo el proceso de donación.

Y, pese al estado de emergencia en que nos encontramos, se están realizando al mismo ritmo (hasta en seis puntos de la provincia durante el mismo día) y eso que ya no se llevan a cabo por protocolo de seguridad en los hospitales o en los centros de salud sino que se han desplazado, gracias a la colaboración de los ayuntamientos, a centros sociales o dependencias cedidos con este fin y que, en algunos casos, solo abren para ello.

Cada día, el Centro de Transfusiones facilita los datos de toda la Comunidad o de cada provincia a través de sus redes sociales. Es una «batalla» que suma a más de 500-600 donantes valencianos cada jornada de los que entre 120 y 200 son alicantinos, en función de los días o del lugar donde se realice. Y, durante estas largas semanas de confinamiento, hasta el sus responsables está sorprendido de la respuesta que están teniendo por parte de la población; de hecho, incluso encuentran nuevos donantes, gente que acude por primera vez porque «cree que necesitan ayudar en estos momentos a la sociedad y no encuentra otro modo mejor. Ayudar y contribuir es algo genial», explica Alfonso Parra, responsable de Comunicación del Centro de Transfusiones de la Provincia de Alicante.

Justificante

La donación es un servicio declarado como esencial en plena pandemia; de hecho, los donantes reciben un justificante cuando acaban la acción solidaria para que puedan mostrarlo si les requiere un agente de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para explicar por qué estaban en la calle. «La gente acude dentro de los horarios y sin cita previa porque habitualmente no se da, por lo cual les recomendamos que acudan con el carné de donante o con el SMS si has sido citados a través de mensaje al móvil. Intentamos evitar cualquier tipo de aglomeración, con una distancia prudencial entre ellos, si llega el caso, mientras guardan cola».

Antes de registrarse y facilitar los datos, se les facilita un hidrogel y la mascarilla porque es obligatorio el utilizarla en todo el proceso. «Aparte, en el control médico se les pregunta por cuestiones directamente relacionadas con el Covid-19, como si han estado con alguna persona que haya dado positivo o si en los últimos 14 días ha tenido fiebre o algún tipo de afección respiratoria que pudiera esta relacionada», pero nada más, añade. Las pruebas son las habituales ante el facultativo: tensión, un test general,... y a donar.

Por si usted se está preguntando si existe la posibilidad de que la sangre que se esté dando sea por un portador del virus y esto pueda tener alguna repercusión, la respuesta que da el portavoz del Centro de Transfusiones es muy taxativa: «No existe evidencia alguna a día de hoy de que el Covid-19 se pueda transmitir a través de una transfusión». La sangre sigue los protocolos de seguridad y se realizan una serología, como siempre, «virus hay muchos, y se ve si hay hepatitis, sifilis u otra enfermedad, pero no existe evidencia alguna de transmisión por coronavirus a través de sangre», reitera. Y, menos mal, porque enfermos de Oncología, mayoritariamente, pero de otras intervenciones quirúrgicas, caso de pacientes de Traumatología o parturientas, sin olvidar los accidentes de circulación (que han descendido), son los destinatarios de la mayoría de las bolsas de sangre. Si esta solidaridad no podrían vivir. «La actividad hospitalaria no cesa en estos momentos. Han bajado las operaciones programadas no urgente y, digamos, que por ello tenemos algo menos de presión en cuanto a las necesidades, pero queda todo lo demás. Y mayoritariamente los destinatarios siguen siendo los mismos y están ahí con y sin coronavirus», añade por último Alfonso Parra.

La aféresis, una donación más específica

El Centro de Transfusiones sigue realizando en su sede y pese a la pandemia las áferesis de sangre, que puso en marcha hace un año y que permiten extraer a través de una maquinaria a cada donante solo los componentes que se necesiten, ya bien sean plaquetas, hematíes o plasma, recomponiendo y devolviendo los glóbulos rojos. Esto permite más donaciones (hasta una cada 15 días) y que sea suficiente para un receptor. Eso sí, el tiempo de donación puede superar la hora.