«En menos de dos meses han fallecido por coronavirus en la Unión Europea más de 20.000 personas: más del doble que las 9.387 cruces blancas de madera erigidas en el cementerio estadounidense de Normandía». Expresiones tan rotundas como esta forman parte de las misivas que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig ha enviado a más de 300 mandatarios regionales de toda la UE para que apoyen un plan europeo «que movilice todos los recursos e instrumentos necesarios» para la reconstrucción socioeconómica tras el coronavirus.

Por carta, en castellano y en inglés y con membrete dirigido a los presidentes de las 329 regiones europeas, además de otra misiva enviada al presidente del Comité Europeo de las Regiones, el griego Apostolos Tzitzikostas, para que alcen su voz ante la UE frente a «la mayor emergencia desde la Segunda Guerra Mundial» y apoyen «el impulso de un Plan Marshall europeo que ayude a reflotar las economías europeas más dañadas por la Covid-19».

En este intento por reforzar la vía europea como canal de ayuda para combatir la pandemia, Ximo Puig traslada al dirigente griego que las instituciones que conforman la Unión Europea -especialmente ante el Consejo, el Parlamento, la Comisión, el Comité Económico y Social, el Banco Central y el Banco de Inversiones- se adhieran a la petición de un plan europeo «que movilice todos los recursos e instrumentos necesarios para garantizar la cohesión social y la cohesión territorial» en las regiones europeas. «Ni el austericidio que siguió a la crisis de 2008, ni una posición timorata y falta de decisión serían respuestas válidas en esta ocasión», agregó.