Unos tablones de madera, pintura, corcho, telas y hasta palma blanca. Estos materiales han servido como base para recrear el popular Domingo de Ramos de la Semana Santa ilicitana en la que el gran protagonismo recae en más de doscientas figuritas de Playmobil. Como antídoto contra el confinamiento este es el reto que ha superado la familia Molina Maestre. «Íbamos a participar en el concurso de tronos de la Junta Mayor de Cofradías y, como nos hemos podido hacerlo por culpa del coronavirus, lo hemos hecho en casa», explica el padre.
Las doscientas piezas de Playmobil sirven para dar vida a una treintena de costaleros, músicos, policías, parejas que pasean con niños, heladeros? La familia Molina Maestre comenzó en febrero este proyecto como parte de su propósito de participar en el concurso de tronos y lo acaba de culminar, por lo que ha pasado más de un mes para terminar la iniciativa. En la recreación de esta Semana Santa ilicitana destaca, sobre todo, un trono hecho con espuma y terciopelo en el que se han clavado flores de papel amarillas y palma blanca. «El aburrimiento ha contribuido pero sobre todo lo hemos hecho por iniciativa de nuestro hijo, Pedro, que tiene en la Semana Santa y los Playmobil dos de sus grandes aficiones», añade la madre.
Exposición
La iniciativa pretende servir como mensaje de esperanza para todas las familias que están confinadas en sus hogares y se han quedado sin una de las grandes citas que ofrece el calendario ilicitano, como es la del Domingo de Ramos. De momento, la recreación de la Semana Santa está expuesta en el salón del domicilio aunque, cuando la situación lo permita, la idea de la familia es exponerla en el colegio del pequeño Pedro, las Jesuitinas. De esta manera, los interesados podrían comprobar en persona una obra en la que no faltan detalles como policías a caballo, jóvenes patinadores, un vendedor de perritos o una casa colonial.
En posesión de una gran colección de figuras de Playmobil, la familia Molina Maestre cuenta con material para realizar otras recreaciones, como la de Pobladores con muñecos de romanos. «Esto lo hemos logrado gracias a la iniciativa de mi hijo, mi mujer y yo le hechos ayudado para que no se cortara ni se pinchara ni tuviera que utilizar la cola», concluye el padre de la familia que ha plasmado una procesión que va por dentro de la casa.
