Los Ayuntamientos de Elda y Petrer construirán 110 nichos durante el estado de alarma decretado por la pandemia del coronavirus para garantizar los enterramientos. Cabe señalar que en el Alto y Medio Vinalopó se han registrado hasta la fecha medio centenar de fallecidos con síntomas del Covid-19. En este negro listado los municipios de Elda y Petrer superan en su conjunto la veintena de muertos. La mayor parte de las víctimas rondaba los 80 años y arrastraba problemas de salud, aunque también se han dado casos de pacientes con edades en torno a los 60 años, sin patologías previas conocidas, que no han podido superar la severa neumonía que provoca la enfermedad.
Ante el incremento en el número de fallecimientos por el virus, el Ayuntamiento de Elda ya ha contratado, de forma preventiva y por vía de urgencia, la construcción de 60 nuevos nichos en el cementerio nuevo. En estos momentos quedan 60 libres pero desde el viernes 13 de marzo hasta el lunes 6 de abril se han ocupado doce. Una cifra que no ha sido mayor porque muchos finados han sido incinerados y otros disponían de nichos o panteones familiares en propiedad.
En el presupuesto municipal estaba recogida la ampliación de una fase del cementerio Virgen de los Dolores pero, ante la paralización de los plazos en la administración por el decreto del Gobierno, desde el Consistorio eldense se ha decidido actuar, de forma rápida, para que en el caso de que los trámites burocráticos de licitación se dilaten en el tiempo el servicio fúnebre pueda prestarse con normalidad. En condiciones habituales, el ritmo de enterramientos gira en torno a los cuatro o cinco por semana pero, desde que en Elda se registraron las primeras muertes por coronavirus, el número se ha duplicado.
El presupuesto de la actuación se eleva a 45.000 euros y está previsto que los trabajos comiencen esta semana para finalizar en un plazo de mes y medio. No obstante, el Ayuntamiento está preparado para ampliar la capacidad del recinto en otros 60 nichos si fuera necesario. Y, además, tan pronto como se vuelvan a abrir los plazos suspendidos por el estado de alarma, hay prevista la ampliación de una fase completa, lo que garantizará el servicio mortuorio durante años.
En el caso de Petrer el número de nichos disponibles llega al centenar tras la ampliación iniciada en diciembre. Pero los trabajos que se estaban acometiendo en las últimas semanas, para disponer de otros 50 nichos más, se paralizaron el pasado lunes 30 de marzo por las restricciones impuestas por el Gobierno para la actividades productivas que no fueran de primera necesidad.
El Ayuntamiento espera que la actuación pueda retomarse el próximo 14 de abril porque se trata de un servicio esencial para la ciudadanía. Antes de la pandemia el número de entierros en Petrer se situaba en torno a los cinco o seis semanales, pero desde principios de marzo la media ha subido a la decena. Solo el pasado sábado hubo tres inhumaciones.
La excepción de Villena
En Villena hay 80 nichos libres a día de hoy. La obra que se estaba ejecutando desde finales de noviembre para construir dos nuevas fases -480 nichos- también se encuentra paralizada. De momento el ritmo de enterramientos no ha crecido en la capital del Alto Vinalopó. La media de ocupación de nichos es de 240 cada dos años pero en las últimas semanas, según indican las fuentes municipales consultadas, hay menos entierros que en el mismo periodo del año anterior.
