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Los hospitales emplean una decena de medicamentos frente al virus

Los médicos combaten el Covid-19 con tratamientos eficaces que ya se utilizaban para la malaria, el VIH o las enfermedades reumáticas hasta que al fin llegue la ansiada vacuna o un antivírico

Unidad de cuidados intensivos de un hospital de la provincia, en una imagen de archivo. rafa arjones

En la titánica lucha contra el coronavirus, los hospitales están recurriendo a un arsenal de medicamentos usados ya para el tratamiento otras patologías, pero que están demostrando ser eficaces para combatir este nuevo virus que está poniendo en jaque el sistema sanitario. En España y en el caso concreto de la provincia, de momento se utilizan una decena de fármacos, aunque la cifra varia casi a diario debido a la gran cantidad de ensayos clínicos que hay a nivel mundial. Todo a la espera de que la deseada vacuna, o un antivírico específico, por fin lleguen.

Aunque los coronavirus son viejos conocidos de los médicos, el principal reto que presenta el SARS-CoV-2 «es que es una variante de coronavirus a la que se expone la población por primera vez y no hay inmunidad ni nada que se le parezca», señala José María Núñez,vocal de la Sociedad Valenciana de Medicina Intensiva.

Para las fases más leves de la enfermedad, el tratamiento a base de paracetamol e ibuprofeno está demostrando su eficacia para combatir este virus.

La complicación llega cuando el paciente desarrolla una neumonía que le obliga a ingresar en el hospital. Entonces, «utilizamos una serie de medicamentos en distintas combinaciones estratificadas en función de la gravedad», explica Eusebi Chiner, jefe de Neumología del Hospital de Sant Joan. Uno de ellos es la hidroxicloroquina, un medicamento que se utiliza como tratamiento de la malaria y para disminuir la inflamación en pacientes con lupus, artritis reumatoide y otras enfermedades de origen autoinmune. En pacientes con Covid-19 «se ha visto que dificulta la replicación del virus dentro de las células», explica Núñez.

Este fármaco se usa en combinación con la azitromicina, un antibiótico de amplio espectro que se emplea para el tratamiento de ciertas infecciones bacterianas como la bronquitis, neumonía, otitis media, infecciones de la piel y enfermedades de transmisión sexual. Es uno de los antibióticos más vendidos en el mundo y contribuye a negativizar la carga viral. Chiner explica que la cloroquina es otro fármaco contra la malaria que también está demostrando su eficacia tras los primeros ensayos clínicos en China y ya es de uso habitual en los hospitales de la provincia. Las investigaciones que a un ritmo incesante se están desarrollando en todos los rincones del mundo también han demostrado que un medicamento desarrollado para el VIH es eficaz para combatir el SARS-CoV-2. Se trata del Kaletra, que combina dos fármacos creados contra el virus de la inmunodeficiencia humana y que se usa en pacientes con neumonías más complicadas. Estos antivirales inhiben la proteasa, una encima que tanto el VIH como el coronavirus utilizan para multiplicarse dentro del organismo.

En aquellos pacientes más graves, Chiner señala que se está recurriendo a medicamentos como el oseltamivir y el tocilizumab, «que actúan sobre la respuesta inflamatoria del pulmón y que también son frecuentemente usados en reumatología».

Graves neumonías

Los médicos intensivistas, como José María Núñez, ya han comprobado cómo hay dos grupos de pacientes en los que el Covid-19 se complica incluso hasta provocar la muerte. Por un lado, la población de mayor edad, con un sistema más débil por enfermedades previas que responde peor a la agresión del virus. Pero luego hay otro grupo de edad, entre 30 y 50 años, con un sistema inmunológico fuerte, «que hacen una tormenta de citocinas, una hiperactivación del sistema inmunitario», que es la que provoca la inflamación del pulmón y con ella las graves neumonías. De ahí que los fármacos usados para enfermedades autoinmunes, en las que también hay una respuesta desproporcionada del sistema inmunitario, sean eficaces para disminuir los efectos del virus.

Los inmunomoduladores, como es el caso del interferón, el metotrexato o la ciclosporina, también están ayudando a frenar la cadena inflamatoria en los pacientes con Covid-19.

A la espera del plasma de pacientes

Usar sangre de enfermos que se han recuperado para tratar a otros contagiados ya se hizo en la epidemia del ébola

En marcha hay decenas de ensayos clínicos que pueden cambiar la forma en la que se trata a los pacientes con coronavirus. Uno de los que ya se está a la vuelta de la esquina es el plasma de pacientes ya curados, como se hizo en la anterior epidemia del ébola. En la provincia aún no se está probando esta terapia, pero hay hospitales, como el de Sant Joan, «en los que ya estamos diciendo a los pacientes que se van de alta que a lo mejor les llamamos para recoger una muestra de su sangre», señala Eusebi Chiner, jefe de Neumología del Hospital de Sant Joan.

Sobre el uso de otros medicamentos, como los corticoides, hay más discusión. «Siempre se ha usado en pacientes con denominado distrés, cuando las cifras de oxígeno son muy bajas, el problema es que puede provocar más infección o ser el punto de partida de una mayor inmunosupresión o una infección oportunista».

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