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La suspensión de las fiestas deja 500 millones de pérdidas en la provincia

La cancelación o aplazamiento de las celebraciones Patronales, de Moros y Cristianos, Hogueras y Semana Santa supone un impacto negativo sin precedentes que pasará factura a la economía alicantina

Imágenes de la Cremà de las Hogueras de Alicante, las fiestas de Moros y Cristianos de Alcoy y una procesión de la Semana Santa de Orihuela. JOSe NAVARRO/ Juani Ruz / Tony sevilla

El volumen de negocio que se pierde en la provincia de Alicante con las fiestas primaverales aplazadas o canceladas por la pandemia alcanza los 500 millones de euros. Es la estimación de un impacto económico sin precedentes, que afecta a numerosos municipios y sectores de la economía. Fundamentalmente la hostelería, el turismo, los servicios y la industria vinculada a la fiesta y el ocio.

En el caso de las patronales, Hogueras y Moros y Cristianos, la incidencia será parcial pero a la Semana Santa le ha tocado de lleno. La comarca de la Vega Baja es, sin duda, la más perjudicada. Un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante publicado el año pasado sitúa en 191 millones de euros el impacto de la Semana Santa. Solo en Torrevieja la cifra oscila entre los siete y nueve millones de euros según la Junta Mayor de Cofradías, y en Orihuela supera los cinco millones. La cancelación de las procesiones y los actos lúdicos asociados a la conmemoración cristiana también dejará enormes pérdidas en Pilar de la Horadada, Callosa de Segura, Almoradí, Guardamar, Rojales y Albatera así como en otros puntos como Alicante y Elche, donde se calcula un impacto de 20 millones principalmente al no celebrarse el Domingo de Ramos.

En Alicante las Hogueras, que debían celebrarse del 20 al 24 de junio, se han retrasado del 2 al 6 de septiembre si no hay más imprevistos. Se calcula que generan más de 130 millones de euros mientras la romería de la Santa Faz del 23 de abril -800.000 euros de negocio- queda suspendida sin fecha. No ha ocurrido lo mismo en Monforte con la romería de San Pascual -17 de mayo- que genera dos millones de pérdidas y se ha cancelado.

En Alcoy los Moros y Cristianos -del 25 al 27 de abril- también quedan en el limbo como los 22 millones de euros que generan sus fiestas. Elda, sin embargo, ha decidido posponer sus Moros y Cristianos de la primera semana de junio a mediados de octubre. Los 12 millones de euros que genera la celebración podrían reducirse con el cambio de fecha. En Petrer las fiestas -del 14 al 18 de mayo- se aplazan sine die. En este caso el estudio municipal eleva la cifra a los ocho millones de impacto. En el periodo de restricciones por el coronavirus -de marzo a previsiblemente julio- otras fiestas de la cruz y la media luna que no se desarrollarán en sus fechas son las de Banyeres, Muro, Biar, Busot y Benejúzar. En el caso de San Vicente -del 17 al 21 de abril- se van a perder diez millones de euros de negocio porque este año no se celebran. Y lo mismo ocurre en Salinas -del 26 al 29 de mayo- con la cancelación. Pero la lista de fiestas golpeadas por el Covid-19 es mucho mayor y podría seguir creciendo en función de la evolución de la pandemia.

Pirotécnica e indumentaria: trabajo hecho y sin cobrar

Los profesionales de la pólvora y los trajes festeros sufren el parón en temporada alta con la incertidumbre sobre el futuro

La pirotecnia es un sector de la fiesta muy afectado por la parálisis social obligada por el coronavirus. El alicantino Pedro Luis Sirvent, gerente de la firma Alacantina de Focs i Artifici, tiene ahora mismo el negocio a cero. Solo en marzo y abril ha perdido una quincena de disparos pirotécnicos, de ellos nueve los días 18 y 19 de marzo en las Fallas de València, y grandes exhibiciones en la Magdalena de Castellón, donde tenía tres espectáculos, entre ellos el de apertura de fiestas, con más cantidad de fuegos que los que se disparan en la plaza de Luceros de Alicante en Hogueras. También ha perdido los espectáculos concertados en distintos puntos de la provincia, Albacete y Murcia. Más de 60.000 euros de facturación.

El pirotécnico, al igual que los indumentaristas que hacen trajes para las fiestas y que también han visto su trabajo parado con cero ingresos, están sumidos en la incertidumbre. El modisto Miguel Ramos, de Alicante, afirma que su trabajo se ha visto afectado al 100% puesto que le ha cogido en plena temporada, con trajes terminados y pendientes de prueba para poder entregarlos. «Se nos para el trabajo y la entrada de dinero, como a todo autónomo y pequeño empresario», afirma. En su caso tiene «colgados» más de medio centenar de trajes ya hechos para presentaciones de bellezas y damas de las Hogueras, y para la corte de las fiestas patronales de San Vicente. Al indumentarista Rubén Hernández se le ha quedado estancado el trabajo tanto de confección de trajes festeros como de novia. Ximo Pascual Soler forma parte de una empresa familiar de confección de trajes de Moros y Cristianos de Cocentaina que trabaja para fiestas de distintas provincias. «Se ha anulado todo, hasta la primera semana de junio con las fiestas de Elda incluidas», señala, dando el trimestre por perdido, con cero ingresos y con una importante inversión realizada en los materiales para los trajes de escuadra.

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