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Puig: «El sistema sanitario resiste bien. Nuestra prioridad es ampliar las UCI para garantizar la atención»

Nunca pensó Ximo Puig (Morella, 1959) que afrontaría una situación tan complicada durante su segundo mandato en la presidencia de la Generalitat

El presidente Puig, durante la entrevista. En la mesa, la pluma roja con la que firmó el Botànic. ana avellana

P Ya han pasado tres semanas desde que se decretó el estado de alarma y vamos ya hacia una nueva prórroga. ¿Cuál es la situación en la Comunidad Valenciana?

R Nos encontramos en un momento de estabilización. Creo que las medidas que se han adoptado van en la buena línea. Estamos empezando a notar ese esfuerzo enorme que está realizando el conjunto de la sociedad. Y, especialmente, la labor fundamental de los profesionales de nuestra sanidad que están haciendo un trabajo enorme para conseguir que cada día tengamos más personas que se puedan curar de los efectos de este maldito virus.

P A pesar de la emergencia económica, el servicio público de Sanidad, por tanto, sigue siendo la prioridad en este momento...

R Por supuesto. La mejor respuesta para la economía, la política social... es acabar cuanto antes con la pandemia. Es la causa común que nos tiene que involucrar a todos.

P Dice que estamos todavía en una fase de estabilización. ¿No hemos llegado al pico de contagios?

R No podemos especular. Pero creo que no. En las diferentes previsiones que manejamos, unas más optimistas y otras menos, aún no hemos llegado. Pero no es lo fundamental ahora. Lo que de verdad me conmueve son las personas que mueren cada día. A los fallecidos y sus familias son a los que debemos llevar en nuestro corazón. Lo que les ha pasado es terrible. Cuentan con nuestro afecto, cariño y solidaridad.

P ¿Para cuándo se empezarán a revertir con claridad esas cifras de contagios y de fallecidos?

R Tardará aún unos días. Tenemos todavía muchas personas hospitalizadas y en vigilancia intensiva.

P Hablando de las personas hospitalizadas y en UCI. ¿Cuál es la situación en los centros sanitarios?

R Tanto los hospitales como el conjunto del sistema sanitario valenciano está resistiendo muy bien. Está funcionando. La respuesta de nuestros profesionales es extraordinaria a pesar de que muchos se han contagiado. En hospitalización tenemos, en estos momentos, camas suficientes. Y, con las ampliaciones que estamos haciendo, vamos a poder garantizar la atención. ¿Dónde está la presión? En las unidades de cuidados intensivos. Son las que están acusando un estrés mayor. En el conjunto, estamos en una ocupación un poco por debajo del 70%. Tenemos un margen todavía. Pero tampoco podemos hablar de que los hospitales tengan un comportamiento homogéneo. Cada uno tiene una situación completamente diferente. Si fuera necesario, se interconectarán todos para ofrecer la mejor solución a los enfermos.

P ¿Ese margen que tiene aún el sistema sanitario en las UCI concede tiempo suficiente hasta que estén en marcha las ampliaciones y los hospitales de campaña?

R Nos facilita un tiempo para reconvertir espacios de todos nuestros hospitales y ampliar las UCI. Lo estamos haciendo desde el primer momento. Necesitamos respiradores para poder equipar esas ampliaciones. Y esa es una de las cuestiones que nos preocupa más. Lo estamos intentando en canales internacionales. En China y también en Alemania. Pero también estamos facilitando la producción propia en nuestra Comunidad. Necesitamos el material y los profesionales especializados para cuidados intensivos.

P ¿Sólo con la «ruta de China» será suficiente para el abastecimiento o se reforzará aún más la producción valenciana para, entre otras cosas, limitar el gasto?

R Todo lo que produzcamos aquí nos va permitir gastar menos. Y va a ayudar a nuestra propia economía. Las empresas valencianas han demostrado capacidad de reacción. Todo el trabajo que está haciendo el sector textil es muy importante. Pueden así reconvertir una parte de la producción para que quede vinculada al ámbito sanitario. Creo que en ese punto tenemos una buena oportunidad de futuro. A pesar de la gran catástrofe del coronavirus, no podemos quedarnos en los lamentos. Hay que aprovechar las lecciones positivas. Y ahora hemos sabido que tenemos que mantener parte de esa producción propia para no quedarnos sin suministros. Pero, de momento, las dos vías tienen que seguir siendo complementarias.

P ¿Y en el caso de los respiradores, que es el más preocupante ahora mismo, también se van a poder producir en la Comunidad Valenciana o dependemos sólo de contactos en China y Alemania?

R Ya tenemos una empresa valenciana que va a producirlos conectada con otras. Espero que en algunas semanas nos pueda aportar ya algún respirador. Y también tenemos algún proyecto ligado a la industria automovilística. No vamos a poner fronteras. Por ejemplo, si hay algunas empresas que pueden desarrollar proyectos colaborando con SEAT pues lo impulsaremos. Hay una diferencia enorme entre producir una mascarilla o una bata; o un respirador. Ya somos capaces de hacer unas mascarillas de mejor calidad que las que podemos importar. Pero un respirador es mucho más complejo. Hay muchos que no sirven para poder atender a los enfermos críticos. Y todo lo nuevo que se produzca, además, debe tener unos avales de calidad imprescindibles.

P Citaba antes usted los casos de personal contagiado. ¿Qué incidencia ha tenido el tiempo que ha necesitado el Consell para garantizarles el material de protección?

R Puede haber incidido en parte. Desde luego. No voy a especular. Nuestros sanitarios son los que están en primera línea y sometidos, por tanto, a una mayor presión de la carga vírica. De lo que se trata es de que en los próximos días con una doble acción de suministros, desde China y producidos de aquí, garanticemos una estabilidad en los suministros. La línea con China funciona bien. Esperamos en las próximas horas un avión completo con 60 toneladas de material para la Comunidad Valenciana. Salió de Shanghai el sábado y aterrizará ya aquí el lunes. Una vez tengamos todo ese material, vamos a establecer un centro logístico de distribución en Alicante para mejorar la cercanía del abastecimiento. Un gran almacén en la Ciudad de la Luz para ir provisionando estos suministros y los que vayamos consiguiendo. Queremos atender no sólo al personal sanitario y social sino también a otros sectores económicos como agricultores, conductores... Proteger a aquellos que no estén afectados por restricciones de trabajo.

P Las residencias de ancianos es uno de los grandes focos de contagio y mortalidad. ¿Cómo ha actuado el Consell para atajarlos?

R Desde el primer momento, tuvimos claro lo importante que era frenar la entrada del virus en las residencias. Pero, ciertamente, es mucho más letal de lo que imaginábamos. En contacto permanente con las residencias, las estamos dotando del máximo equipamiento posible. Aquellas que tienen una carga de afectados importante pasan a estar tuteladas por el Consell y se convierten en residencias medicalizadas. Desde la vicepresidencia se ha dotado de medios y ayuda para que tengan la máxima seguridad. Y en los centros con casos, queremos evitar que se infecte toda la residencia.

P ¿Por qué ha optado la Generalitat por habilitar hospitales de campaña cerca de sus centros sanitarios de referencia en lugar de grandes «campamentos» como el que se ha instalado en Madrid?

R Es una decisión que tomamos desde el principio. Primero, por descentralizar el servicio. Y después porque tenemos una visión diferente del servicio público. Es un hospital, no un almacén. Lo que estamos haciendo es un ala más de nuestros centros sanitarios. Una ampliación. En Alicante, por ejemplo, la dirección del Hospital General será la que tenga el control único. Es una parte más. Están conectados. Las condiciones son mucho mejores para el paciente que el modelo de Madrid. Y es una inversión que tiene la Generalitat para el futuro. Va a estar bastante tiempo operativo.

P ¿Los hospitales de campaña se van a mantener durante tiempo?

R Sí. De aquí a final de año seguro. Pero dependerá de las necesidades de los propios hospitales. Es provisional pero no la vamos a retirar de hoy para mañana. Hay que ver exactamente la regularización de todo el sistema sanitario cuando pase esta emergencia. Y estas instalaciones son un complemento. Pero la decisión será de los profesionales.

P ¿Está convencido de que con estas instalaciones se podrá evitar un colapso del sistema sanitario?

R Es fundamental evitarlo. Pero necesitamos el equipamiento necesario para poder aumentar las UCI y profesionales para atenderlas.

P El «mando único» del Gobierno de España no ha funcionado hasta el punto que las autonomías han tenido que buscarse la vida por su cuenta. ¿Ha faltado coordinación o es el reconocimiento de que cada comunidad es la que conoce de verdad su propio territorio?

R Desde el primer momento, entendí que la necesaria unidad de acción no era una falta de corresponsabilidad. Las dos cosas estaban vinculadas. Decretar el estado de alarma por parte del Gobierno era una fórmula que facilitaba la unidad de acción. Pero eso, en ningún caso, nos quitaba ninguna responsabilidad a los gobiernos autonómicos, que somos los que tenemos las competencias en Sanidad...

P ¿Nunca entendió que esa decisión suponía una suspensión encubierta del autogobierno?

R Nunca. El que lo pensó, desde luego, se equivocaba. No estamos ante una suspensión de derechos ni del autogobierno que consagra la Constitución. Nuestra responsabilidad es máxima. Y por eso hemos actuado. Otra cosa, y tenemos que ser muy conscientes de eso, es que el tsunami del coronavirus no lo vio venir nadie con la dimensión que ha tenido. Y por tanto, ciertamente, ha habido problemas de suministros y circunstancias muy difíciles. Dentro de esa complejidad, creo que la Generalitat Valenciana lo está gestionando razonablemente bien. Apoyados en los profesionales de la Sanidad, que son fundamentales. Para ellos mi agradecimiento y reconocimiento. Les estamos intentando facilitar las cosas con hoteles para descanso, transporte gratuito... Pero eso todavía es insuficiente. Y por eso nos preocupa que puedan disponer de los mejores equipamientos.

P ¿El modelo de gestión descentralizada que marca el sistema autonómico saldrá, en su opinión, reforzado de esta crisis sanitaria?

R Yo creo que sí. La descentralización junto a la coordinación y la cooperación deben ser fundamentales. Considero que va a salir reforzada la visión de que necesitamos espacios compartidos entre todos. El estado autonómico, con todas sus ineficiencias y debilidades, ha sido un éxito de España. Pero debe evolucionar. Y cuando hablamos de un modelo federal, no hablamos de dividir o de generar frentismos. Hablamos de federar, unir, coordinar...

P Desde un primer momento usted defendió, aunque apelando a una cierta flexibilidad para la economía, endurecer aún más el confinamiento, como está ocurriendo ahora. Ya va a prorrogarse el estado de alarma. ¿Cómo debe manejarse toda está situación a lo largo de las próximas semanas?

R En el marco establecido, había que adoptar medidas para que el confinamiento fuera más efectivo. Pero eso no es el cierre total. Durante esta Semana Santa se ha tomado una decisión que era demandada y que, probablemente, era la única posible porque aún había mucha movilidad. Y estos días se está restringiendo al máximo. El objetivo se está cumpliendo. Pero debe ser una flexibilidad exigente. ¿Por qué? Pues porque la línea económica entre los servicios que son esenciales y los que no, es muy delgada. Hay empresas que no podían apretar el botón para cerrar y dentro de unos días volver a abrir. Hay que garantizar esa flexibilidad exigente. Limitar al máximo la movilidad de los trabajadores y de las personas, en general. Y los sectores que tengan que trabajar, hacerlo con las máximas garantías posibles. ¿Qué va a pasar? Habrá una transición a la normalidad. Pero no será de hoy para mañana.

P Será progresiva la normalidad...

R Sí. Será progresiva y poco a poco cuando se pueda levantar el decreto del estado de alarma. Pero esa decisión, cuando se tome, debe ser de acuerdo con los expertos y conforme a la transición que se diseñe.

«Tienen que activarse todos los mecanismos de financiación autonómica frente al virus»

«Las conferencias de presidentes son una de las partes positivas de esta crisis. Son útiles como espacios de debate para construir una España posible»

P ¿Con un sistema de financiación que no se ha reformado y que discrimina claramente a la Comunidad Valenciana, tenemos suficiente liquidez para afrontar una alerta sanitaria de este calibre?

R Tenemos un problema de liquidez y de financiación que, en el caso de la Comunidad Valenciana, es estructural. Los últimos datos sobre el déficit, que se han hecho públicos esta semana, demuestran que si tuviéramos una financiación adecuada a lo que nos corresponde, hubiéramos podido cumplir. Pero este problema estructural se agrava con una circunstancia tan extraordinaria. Necesitamos que se activen todos los mecanismos de liquidez. No hablo ya de una nueva financiación, imprescindible para esta Comunidad. Estoy hablando de dar respuesta a esta situación. Lo que estoy pidiendo es que todos los sistemas de liquidez se activen de forma urgente para poder cumplir con los proveedores y que no seamos un problema para nuestras empresas.

P Usted llevaba meses poniendo sobre la mesa el debate sobre la reforma del modelo territorial. Desde que estalló esta crisis, la conferencia de presidentes se ha reunido una vez a la semana. ¿Es una solución o un foco de conflictos?

R En la parte positiva de esta crisis, una de las lecturas es que esas conferencias autonómicas son muy útiles. Son un espacio de debate y de aprendizaje de otras experiencias. Sobre todo para los que ponen fronteras pero que pueden ver que el resto tenemos problemas parecidos...

P El presidente catalán o el de Murcia...

R No lo digo exactamente por eso. Pero es muy positivo para la cohesión de España que en estas conferencias estén todos. También Euskadi y Cataluña. Como presidente de la Generalitat, es la primera vez que voy a una reunión en la que están. Y eso es una cuestión fundamental para el futuro de España. Nos tenemos que conocer más para querernos más. Con el máximo respeto. Entendiendo a todos. Tenemos que comprendernos, empatizar y respetarnos. Y todo esto ayuda hasta el punto de generar espacios de coincidencia que pudieran parecer extraños. Como, por ejemplo, el de Cataluña o Murcia sobre el confinamiento. Eso favorece la construcción de una España posible. Necesitamos de esos espacios federales. No sólo por la conferencia de presidentes sino por las comisiones sectoriales de estos días de los ministros con los consejeros autonómicos para establecer sinergias. Es muy importante.

«Nadie estaba preparado para esto. Quiero diálogo y sumar ideas para la recuperación»

«A mi me gustaría que se celebraran las fiestas populares. Por la economía y la sociedad. Pero hay que ponerlo aún en condicional. Tenemos que esperar»

P Claves para la recuperacíón económica serán nuestros grandes eventos populares culturales y festivos. La inmensa mayoría se están aplazando para la segunda mitad del año. ¿Van a poder celebrarse con ese retorno progresivo previsto para la actividad?

R Me gustaría. Y lo digo en condicional. Pero dependerá del estado de la pandemia. A mi me agradaría no sólo por el revulsivo económico sino también anímico para la sociedad. Necesitamos salir otra vez a la calle. ¿Cuándo va a ser? Pues cuando los expertos y los técnicos digan. Ojalá se pudiera cumplir con esas fechas que se están acordando en cada municipio...

P No se puede entonces asegurar a día de hoy que se vayan a poder celebrar...

R Sería muy imprudente. Es mi deseo celebrarlas. Pero tenemos que esperar todavía un poco.

P ¿Tenía que haberse controlado por parte del Gobierno de España la salida de Madrid? Como sugirió la consellera y han asegurado expertos, ese movimiento ha perjudicado la expansión del coronavirus en la Comunidad Valenciana...

R No ayudó que vinieran personas de Madrid en ese momento. Gente a la que tenemos cariño y afecto. Queremos que sigan viniendo. No somos hostiles. Somos hospitalarios. Hemos atendido en nuestros centros sanitarios a unas cinco mil personas, no todas por coronavirus, procedentes de Madrid en las últimas semanas. Ahora bien, es cierto que, visto en perspectiva, hay decisiones que el Gobierno hubiera tenido que tomar. Pero sin culpar nunca a esas personas.

P Todo esto afectará al turismo...

R Siempre es una alegría que desde cualquier comunidad de España confíen en nosotros. El turismo es uno de los sectores que más está sufriendo. Y, por eso, la semana que viene quiero tener ya una reunión con los empresarios turísticos para preparar la salida de esta crisis.

P ¿Por dónde puede ir la recuperación de la actividad turística y del resto de sectores?

R Mi idea es dialogar. Ir sumando ideas. Hay que repensarlo todo. No estábamos preparados mentalmente para un alud como este.

P ¿Son suficientes las medidas que ha tomado el Gobierno de España en materia económica para aguantar ahora y cuadrar luego una salida cuando pase la alerta sanitaria?

R En este momento, estamos todos a una en las medidas paliativas. Con un enorme esfuerzo por parte de la administración central y autonómica de más de 200.000 millones. El objetivo es recuperarnos lo más pronto posible. Pero antes hay que ganar la batalla sanitaria. Lo mejor que podemos hacer por la economía y la sociedad es acabar con la pandemia cuanto antes. Después, efectivamente, habrá que afrontar la recuperación. Y tenemos la obligación de empezar a pensar como vamos a realizar esa transición para que sectores como el turismo, claves de nuestra economía, salgan adelante.

P Pero la Generalitat ha tenido que suplementar todas esas medidas económicas...

R Sí. Hemos elaborado un decreto de ayuda a los autónomos que este último viernes el Consell ya desarrolló. Vamos a subvencionar los que tengan rentas inferiores a 30.000 euros. Con 750 euros a los que han perdido el 75% de su facturación y con 1.500 euros a los que han cesado por completo su actividad. Ya se podrán pedir la semana que viene. Sabemos que no es una inyección definitiva pero les ayudará. Y el Viernes Santo habrá otro decreto para los que han visto afectado, de una forma u otra, su empleo.

P Fue el primero que lanzó la idea de un «Plan Marshall» europeo contra la crisis. Iniciativa que, por ahora, no tiene consenso ¿El proyecto de Europa está en peligro si no hay una respuesta única contra la pandemia?

R El que se crea que no le va a afectar, se equivoca. En los últimos días, ya se ha producido una evolución positiva con el Banco Central Europeo, la financiación para empresas o las ayudas al empleo. Lo he dicho desde el principio: esto es el ser o no ser de Europa. Si no hay cohesión, el proyecto de Europa saldrá tocado definitivamente. Con un acuerdo mucho más amplio, Europa podrá renacer. Yo voy a insistir en ello.

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