La Audiencia de Alicante está rechazando las peticiones de libertad para personas encarceladas a la espera de juicio que se están presentando por parte de algunos abogados alegando los riesgos de que éstos puedan contraer en prisión el coronavirus, según han confirmado fuentes judiciales. Los jueces están valorando que en la prisión se adoptan medidas de prevención y no ven justificada la petición por el peligro de contagio en abstracto.

Desde que se declaró el estado de la alarma para intentar frenar la pandemia del coronavirus, la actividad judicial está suspendida y sólo se atiende a lo estrictamente urgente, fundamentalmente detenidos y causas con preso. En la Audiencia de Alicante hay un tribunal de guardia que se encarga de ir resolviendo las apelaciones de estos asuntos, entre ellas se encuentran las peticiones de libertad para presos preventivos que están esperando juicio. Sólo este viernes se celebraron tres vistas reclamados por el abogado Aitor Esteban Gallastegui para resolver peticiones de libertad y ya se están dictando las primeras resoluciones denegatorias. La mayoría de los casos eran por el delito de tráfico de drogas.

«Ni hay riesgo de destrucción de pruebas, ni peligro de que el reo pueda huir, ni de que vuelva a delinquir, ya que todo el mundo tiene que estar confinado en sus domicilios y las fronteras están cerradas», explica este diario un letrado penalista, que incide en que se trata de personas vulnerables, con patologías previas y para las que la cárcel supone un riesgo.

Por su parte, Esther C. Sánchez, del estudio jurídico Brotsanber, utiliza idénticos argumentos y plantea que el encarcelamiento para una detenida por un asunto de tráfico de drogas es una medida «innecesaria» que pone en riesgo a la investigada de verse expuesta al contagio de la enfermedad durante su estancia en prisión. En este sentido, recuerda que la Organización Mundial de la Salud pone también el foco en adoptar medidas para evitar la propagación del virus en los centros penitenciarios. Entre las que cita que para evitar estos riesgos se debería optar por otras medidas alternativas a la prisión para reclusos de un perfil delincuencial de «bajo riesgo, o especialmente vulnerables».

Hay quien recuerda lo ocurrido en las residencias de la tercera edad, donde el virus ha corrido como la pólvora en cuanto se produijo el primer contagio.

Pero todas estas alegaciones están siendo sistemáticamente rechazadas, tanto por la Fiscalía, como por los jueces que se suman en la resolución al criterio del Ministerio Público. En estas resoluciones se mantiene que la medida de prisión de adoptó por la gravedad del delito y se rechazan los riesgos en abstracto de contagio como justificación para la libertad.

Letrados penalistas admiten que entre los propios reclusos existe la convicción de que alegar el riesgo para la salud por la situación de alerta sanitaria va a ser una garantía para que les dejen volver a sus hogares. Pero la realidad es que a la hora de pedir la vista para solicitar la libertad, algunos letrados evitan abiertamente referirse a la pandemia porque de lo contrario corren el riesgo de que su recurso sea rechazado sin contemplaciones.

Un mes de alta tensión en el penal de Fontcalent

Un mes de alta tensión en el penal de FontcalentDesde el inicio de esta crisis, en el penal de Fontcalent se han vivido escenas de tensión por el miedo al covid-19. En la primera semana del estado de alerta, los funcionarios alertaron de un conato de motín, en el que los reclusos empezaron a quemar objetos tras atrincherarse al grito de «libertad» ante el bulo de que un interno tenía el virus. El pasado fin de semana murió un funcionario en su casa con síntomas de padecer la enfermedad.