El juzgado de guardia de Alicante dictó ayer prisión provisional sin fianza a un joven de 24 años que escupió y agredió a los policías que trataban de identificarle por saltarse el confinamiento, además de causar daños en dos coches policiales. Los hechos ocurrieron la madrugada del jueves cuando los agentes de la Policía Nacional se dirigieron al sospechoso que, pese a la cuarentena, estaba paseando por la avenida Benito Pérez Galdós. La respuesta que les dio fue que «estoy fuera de casa porque me sale de los cojones, estoy cansado de estar en casa y estoy hasta los huevos de vosotros».
El ahora arrestado se mostró muy agresivo y tuvo que ser reducido cuando intentó agredir a los policías que le identificaban. En el forcejeo llegó a escupirles diciendo que tenía el Covid-19 y llegó a lesionar a un agente. En el traslado a la Comisaría, llegó a causar daños en dos coches policiales al ponerse a pegar patadas.
Ante la gravedad de los hechos, el fiscal pidió prisión, medida que se acordó por la juez. Fue el único de los nueve detenidos de ayer que fue trasladado al juzgado, ya que el resto compareció por videoconferencia. Ayer fue el primer día que se usó este sistema telemático para evitar traslados de detenidos. La medida ya está funcionando en Elche, donde el decano de Colegio de Abogados Vicente Pascual criticó que desde la Delegación del Gobierno se hayan opuesto a que estas videoconferencia se usen en las declaraciones en Comisaría. Desde la Delegación se alertó que este sistema puede causar nulidades.
La Policía Nacional y la Guardia Civil detuvieron el jueves a 11 personas por resistencia y desobediencia. Además, la Policía Judicial de la Guardia Civil de La Vila Joiosa detuvo el jueves en la Cala de Finestrat a un joven de 28 años por realizar desde su balcón seis disparos con un arma de fogueo hacia la calle durante los aplausos de las 20 horas a los sanitarios.
El joven pasó ayer a disposición judicial y el juzgado de Instrucción número 4 de Benidorm, en funciones de guardia, acordó su puesta en libertad con cargos de tenencia ilícita de armas y desórdenes públicos, según el Tribunal Superior de Justicia. La Guardia Civil intervino en su domicilio un revólver de fogueo y 14 cartuchos detonados, ya que al parecer disparó otros días. El joven se acogió ayer a su derecho a no declarar en el juzgado, donde fue asistido por la abogada Mariana Ivanov. Al parecer alega que no pretendía asustar a nadie, sino sumarse al respaldo a los sanitarios.
