El desastre económico que está provocando la crisis sanitaria que azota el país salpica a todos los sectores... incluso a los que, a priori, podría parecer que no al ser responsables de una actividad esencial exenta del cierre de los negocios. Sin embargo, según ASAJA, la organización profesional que reúne agricultores y ganaderos de toda la provincia, «las medidas adoptadas por el Gobierno Central pueden ser la estocada final que termine de llevar a la ruina» a sus asociados, que no pueden acceder, por ley, a las ayudas estatales para grandes empresas, pymes y autónomos.

Para la asociación, son dos los problemas «que están terminando de estrangular a un sector que ya en los últimos años atravesaba una crisis de precios y rentabilidad muy severa». ASAJA denuncia la imposibilidad de dar salida a animales hacia los mataderos por el cierre de algunos mercados que absorbían la producción de estas explotaciones, que también se ven seriamente dañadas por la saturación de las salas de despiece y procesado de productos cárnicos, que les obliga a tener que alimentar durante más tiempo un mayor número de cabezas, al mismo tiempo que se deprecia su valor. También acusan la bajada de persiana de la hostelería y la restauración, su clientela principal.

El otro drama ganadero se localiza en el sector lácteo, que ha detectado «abusos» por parte de compradores, que aprovechan la crisis para ofrecer precios irrisorios. «La situación es tan dramática, que en otras provincias de la Comunidad Valenciana ya hay explotaciones en las que no se realiza recogida de leche», afirma Juan Luis Gimeno, productor de leche de cabra de Alicante.

De momento, en la provincia de Alicante, la mayoría de las explotaciones sí que se realiza una recogida de forma ordinaria, pero, ante tal situación, las empresas y cooperativas han instado a los productores a rebajar la extracción. A ello se une que los contratos lácteos que se debían firmar en abril y que ya estaban negociados, han sufrido modificaciones a la baja de forma unilateral. «No entendemos estas medidas por parte de cooperativas e industrias lácteas puesto que leche y derivados lácteos se siguen consumiendo en los hogares españoles. La cadena agroalimentaria debe aportar estabilidad en estos días tan complicados y no debería de estar permitido tratar de hacer negocio aprovechando la coyuntura que estamos atravesando», lamenta Gimeno.

Con este lúgubre panorama que, insiste ASAJA, «ahoga aún más a un sector que ya atravesaba una crisis histórica», la agruación de profesionales agrícolas y ganaderos pide a la Generalitat que este año «se cumplan de forma estricta los pagos de la PAC 2020 y que disminuya el número de incidencias respecto a años anteriores». Y es que, en campañas anteriores, advierte ASAJA, hubo problemas burocráticos e incidencias leves que provocaron «un retraso infinito del pago». «Entendemos que, dada la tesitura, este año, el abono debe realizarse en tiempo y forma a todos los ganaderos y la PAC debe estar ingresada en un 95% en el mes de diciembre de este año», reclama el secretario técnico de ASAJA, Ramón Espinosa.

La asociación entiende que el aumento del número de cabezas en las explotaciones por falta de venta implica aumentar la carga ganadera y puede derivar en un problema con la justificación del uso de los pastos. Por ello, también demanda mayor flexibilidad en esta área y la eliminación de los coeficientes de salida de corderos, chivos o borregos y la cantidad de leche exigidos para poder percibir la ayuda ligada al ovino-caprino en la campaña 2020.

ASAJA Alicante pide «encarecidamente» que los gobiernos Central y Valenciano «apoyen a los ganaderos y no les deje caer» y animan a la población a que consuma productos de cercanía, que lea las etiquetas y compren productos «de nuestra provincia». «Tenemos agricultores y ganaderos que se levantan cada mañana para producir frutas, hortalizas, lácteos, huevos, distintos tipos de carnes, como el cordero, miel, pescado€ de una calidad insuperable, producto de la tierra. Es el momento de poner nuestro granito de arena entre todos para que no desaparezcan», esgrime Espinosa.