El 85% de las consultas atendidas por los médicos de Familia (45, todas ya telefónicas) son relativas al coronavirus. Cada facultativo diagnostica una media de cinco «positivos de presunción» al día. ¿Por qué de presunción? Porque la Conselleria no realiza los test a estos pacientes, a no se que se les derive el hospital por empeoramiento o situación grave. El resto, que son la inmensa mayoría, se queda en casa, con medidas de aislamiento muy rigurosas ya que ni siquiera pueden entrar en contacto con sus familiares para evitar contagios. Con los centros de salud cerrados, las consultas se han reducido al mínimo. Los facultativos cuentan con los dedos de una mano a los pacientes que realmente atienden de forma presencial y estos tan solo pueden acudir al centro de salud cuando su médico se lo pida porque no puede realizar el diagnóstico por teléfono o porque se requiere, a juicio del profesional, una exploración.
«Vemos tres o cuatro físicamente al día, como mucho», confirma David Díez, coordinador del Centro de Salud de El Toscar en Elche. De hecho, en el Departamento de Salud del Vinalopó, añade el doctor, han dividido en dos la plantilla de forma que un grupo se encarga de realizar la atención telefónica en el centro de salud y el otro de la consulta desde casa. Desde allí responden a las dudas de los usuarios a través del portal YoSalud, una aplicación informática a través de la cual los pacientes pueden plantear dudas de forma temática o acceder a resultados de pruebas sanitarias. También desde casa atienden a pacientes por teléfono. En cada departamento de salud se han organizado de una manera, pero todos coinciden en que, en estos momentos «la gran barrera de contención de casos de coronavirus la estamos haciendo desde los centros de salud», añade Díez. En «El Toscar», por ejemplo, en lo que se refiere a la poca atención presencial que reciben, tanto programada como por urgencias, el equipo médico también se ha dividido en dos. Una zona se dedica especialmente a pacientes con problemas respiratorios, con medidas de protección extra y aislada del resto de la actividad asistencial; y la otra, al resto de consultas.
El gran problema al que se enfrentan los médicos a la hora de tener que valorar si un caso es sospechoso de ser coronavirus, a distancia, es que «se trata de una enfermedad con unos síntomas muy comunes a otras patología como la gripe o el resfriado. La tos, dolor de garganta, problemas respiratorios, fiebre... y sin embargo, en los casos que se complican, es una patología grave, por lo que nos causa una gran incertidumbre a la hora de hacer el diagnóstico porque no sabremos si es positivo o no. Por suerte, la mayoría se recupera y la supera con síntomas leves», confiesa Díaz.
Germán Schwarz, médico de Familia del centro de salud de San Blas en Alicante, explica que en estos días se han reorganizando en base al diagnóstico y tratamiento de los casos de Covid-19. «En cada centro de salud hay un médico dedicado a hacer el triaje de los pacientes que se presentan con problemas respiratorios; otro pasa casos que no son respiratorios y el resto, se dedican a atender pacientes de coronavirus». En el centro de salud de este profesional casi el cien por cien del trabajo estos días es coronavirus. «Muy pocos son los pacientes que llegan para otras cosas, como las curas o el sintrom». Como en el caso de sus compañeros, Schwarz tiene una agenda de pacientes a los que va llamando a diario para conseguir que nadie se descontrole.
Empeoran
«En general en torno a los 8 o 10 días suelen empezar a mejorar, pero hay que estar muy vigilantes porque también es cuando algunos empeoran». Aunque las semanas pasadas fueron de incesante trabajo, ahora señala que el sistema está mucho más rodado. Si algo ha demostrado esta crisis sanitaria, a juicio de este profesional, «es que es posible resolver muchos trámites sin hacer que el paciente tenga que desplazarse a su centro de salud. Esperemos que algo se mantenga de esto».
Por su parte, Mari Ángeles Medina, presidenta de la Sociedad Valenciana de Medicina Familiar y Comunitaria señala que esta situación «aprieta todavía más las agendas» de los facultativos, y reclama más medios para «por ejemplo, poder acceder al sistema de gestión de recetas y otros trámites desde casa, pues ahora, tenemos que llamar al centro de salud y que otros compañeros las realicen, lo que dificulta y ralentiza la atención», a la vez que pide más medios porque «todo va al hospital».
