Sanidad va a trasladar a los afectados por coronavirus en residencias de mayores a los geriátricos que se encuentran medicalizados. En el caso de la provincia de Alicante, los centros de Domus Vi tanto en Alcoy como en Alicante, cumplen con este perfil al estar controlados por personal sanitario tras haber sido intervenidos por la Conselleria.
La consellera de Sanidad, Ana Barceló, explicó ayer en su comparecencia diaria que los traslados van a empezar desde las residencias que tienen pocos casos, concretamente uno o dos. Estos residentes serán reubicados, según dijo, en centros «donde ya tenemos prácticamente un hospital, porque se encuentran controlados por personal sanitario». El objetivo que se persigue con esta medida es «poder controlar asistencialmente a todos los enfermos en lugares que ya están funcionando como pequeños hospitales. Con ello también salvaguardamos la salud de los residentes que no han dado positivo».
Pese a que no informó de los lugares concretos a los que se van a trasladar, en estos momentos son siete las residencias de mayores que cuentan con una vigilancia activa por parte de la Conselleria de Sanidad en la Comunidad Valenciana. En el caso de la provincia de Alicante se trata de los centros de Domus Vi en Alcoy y la propia capital de la provincia. También se encuentran en esta situación la residencia Juan Bautista de Morella, Santa Gracia de Vila-Real, Santa Elena de Torrent, la Acollida de València y Savia de Requena.
Barceló también informó que a fecha de ayer había 84 residencias en el conjunto de la Comunidad con casos positivos. Se contabilizaban 536 residentes afectados frente a los 459 del miércoles, se había pasado de 150 a 166 trabajadores enfermos, y la cifra de fallecidos se había incrementado de los 98 a los 118. Una vez más, no facilitó cifras ni por residencias ni por provincias.
Cabe recordar que según los últimos datos aportados el lunes, en la residencia Domus Vi de Alcoy, el principal foco de la provincia, se habían registrado 32 fallecimientos, cifra que por parte de los familiares se eleva a más de 40.
Por otro lado, cinco usuarios de la residencia de mayores La Molineta de Petrer han sido hospitalizados a lo largo de esta semana con síntomas de coronavirus. La decisión ha sido adoptada por los médicos del centro de salud Petrer I con el objetivo de agilizar las pruebas de detección. Como este diario adelantó, los dos primeros casos positivos se produjeron el pasado 21 de marzo y ambos fallecieron en el Hospital General Universitario de Elda. El personal del geriátrico sigue aplicando las medidas de prevención y protección indicadas por las autoridades sanitarias para evitar nuevos contagios. Sin embargo, el virus debió entrar en el centro antes de que se decidieran prohibir las visitas por precaución.
Todo ello ha llevado al Ayuntamiento de Petrer, en coordinación con el Gobierno autonómico y el Gobierno central, a reforzar el control de las medidas sanitarias y de desinfección en la residencia de mayores de La Molineta.
Carmen Ortega: «Es vital que se nos haga el test a los trabajadores para evitar que podamos contagiar a los mayores»
Técnica de enfermería en un geriátrico de Alcoy. Carmen Ortega es técnica en cuidados auxiliares de enfermería en la residencia Pintor Sala de Alcoy y delegada de UGT. Reclama test y material de protección para los trabajadores.
P ¿Cuál es la situación en el centro en el que trabaja?
R Afortunadamente no hemos registrado ningún caso de coronavirus en la residencia y en ese sentido estamos tranquilos. El problema está en los medios, dado que los trabajadores estamos trabajando sin las protecciones adecuadas, en una situación que, me consta, es común en todos los geriátricos, salvo los que se encuentran intervenidos en estos momentos por la Conselleria de Sanidad.
P ¿No disponen de mascarillas?
R Las recibimos en cuentagotas, porque Sanidad nos da las que puede y cuando puede. La situación ha mejorado algo últimamente, porque hemos pasado de que nos den una mascarilla cada semana a ahora que nos las dan cada cuatro días. Pero así y todo continúa siendo un material deficitario, porque lo lógico sería que nos las entregasen a diario. Además, los propios trabajadores nos hemos tenido que comprar delantales de plástico para la zona de clínica. La verdad es que estamos muy limitados en este aspecto.
P Una de sus quejas es que no se les están haciendo test para saber si son portadores del coronavirus...
R Es vital que se nos haga el test a los trabajadores de las residencias para evitar que podamos llegar a contagiar a los mayores. Tenemos que pensar que hay personas que se encuentran asintomáticas y que sin embargo están propagando la enfermedad. Ahora incluso el riesgo puede aumentar, porque si se empieza a contratar a personal sin control se expone tanto a los residentes como a nosotros mismos. En el momento en que se diese un caso positivo estos centros se convertirían en un auténtico polvorín, porque los residentes son gente mayor con multipatologías.
P ¿Se sienten reconocidos por parte de la administración?
R Sanidad nunca nos ha reconocido como personal sanitario pese a contar con una titulación que lo acredita. Eso también está propiciando que no contemos con los medios de protección adecuados. Se abastece al hospital, donde nos consta que también van bastante justos, y lo que les sobra es lo que nos llega a los demás.
P ¿Sucede lo mismo en los geriátricos que cuentan con casos positivos?
R En Alcoy tenemos el grave problema de la residencia de Domus, que es el principal foco de coronavirus de la provincia. Se trata de un centro de gestión privada, pero a raíz de que la Conselleria de Sanidad tomó las riendas se está dotando a todo el personal del material necesario para evitar nuevos contagios, porque es una situación sangrante.
P ¿Qué opina de lo que ha sucedido allí?
R No tengo datos para saber el motivo por el que ha pasado lo que ha pasado. Querría pensar que ha sido sólo mala suerte, pero eso es mucho pensar.
P ¿Cuál es la situación de los mayores en la residencia en la que usted trabaja?
R Los tenemos aislados como medida preventiva para evitar que se puedan producir contagios, y es muy difícil hacerles entender que no pueden desarrollar actividades comunes como hasta ahora. Con todo, intentamos animarlos y mantenerlos activos poniéndoles música y haciendo que dibujen. Al final son conscientes de la situación y lo asumen.
