Enfermera de Urgencias en el servicio de ambulancias del SAMU, Noelia García ratifica en el traslado diario de pacientes a hospitales de la provincia que los hay que temen decir que han dado positivo en Covid-19, por el qué dirán de los vecinos, y que no se hacen a la idea de lo peligroso que es callarse para el contagio.

P ¿Estamos concienciados del riesgo del coronavirus

R En general sí que he visto bastante conciencia social en los casos en los que hemos tenido que actuar, pero también escuchamos a compañeros que han visto gente con miedo a decir que es positivo en Covid-19 y yo animo a que lo digan. Eso ayudará a protegernos más y a dar un soporte mejor. Hay casos en los que igual no lo han detectado, puede ser, pero algunos no son capaces de decirlo y deberían animarse.

P ¿Qué consecuencias se pueden derivar de ese temor?

R Podríamos entrar al hospital en un servicio de urgencias que no corresponde. Si nos contaminamos los que estamos en primera línea se producen más cuarentenas y andamos justos de personal. Nos parece vital, ahora que vamos a estar en un pico de casos, que nos ayuden a no aumentar las bajas de personal sanitario.

P ¿Qué situaciones atiende a diario?

R Cubrimos casos urgentes, infartos agudos de miocardio, transporte de pacientes límite sea por Covid positivo o no, ictus con el paciente grave, accidentes de tráfico, patologías respiratorias, de todo. Mayoritariamente todos los casos leves son atendidos por el Soporte Vital Básico, ambulancias con un técnico de emergencias sanitarias y un camillero, ellos hacen muchos avisos y pienso que están mucho más expuestos.

P No pueden saber si se trata de contagios.

R Puede ser, pero es lo que comentaba, que hay pacientes que no son capaces de decirlo y pienso que es un error, para poder recibir la asistencia adecuada también.

P ¿Incluso ante personal sanitario se callan?

R Tienen miedo a que el vecino se entere. Es una sensación que me transmiten los compañeros y nos apena, porque nos sentimos desprotegidos si no nos informan. Podríamos poner otros medios y ellos van a seguir estando igual de atendidos, la asistencia está asegurada. Los hospitales se han adaptado en tiempo récord para diferenciar la existencia de patologías Covid positivo y de otro tipo, pero es supernecesario que nos informen de los síntomas que tienen, porque si nos protegemos nosotros evitamos más contagios.

P ¿Les ayudan los aplausos desde los balcones?

R Mucho, pero nos gustaría que fueran extensivos a todos, bomberos, policías, en las tiendas, que se sintieran todos reconocidos. Incluso cuando dicen «hoy por los niños», que sea por todos.

P ¿Ha vivido a lo largo de su profesión algo tan crítico?

R Nos hemos visto en situaciones críticas antes pero es verdad que hemos podido prepararnos con más antelación que a esto, que genera un estrés diario añadido porque los protocolos son dinámicos y se actualizan constantemente. Eso requiere que cada vez que entras a trabajar tienes que ponerte al día, porque lo establecido el día anterior puede haber cambiado en función de las características de cada hospital y de que se hayan detectado errores que se subsanan, y genera mucho estrés. Nos hemos entrenado en ponernos trajes de Ébola y sobre otras patologías infecciosas, pero en algo de esta índole no nos hemos llegado a entrenar. Es mucho más lento trabajar con los trajes, se pasa mal, el calor dificulta ver por las gafas y son triples guantes. E intentamos que entre uno solo al domicilio. Después se desinfecta todo.

P ¿Cada día es distinto?

R Hay que adaptarse a la circunstancia de cada momento. Esta semana, por ejemplo, con las UCI más llenas, igual hay que llevar al paciente crítico a otra planta donde se hayan ubicado boxes. O si se acaban los trajes buzo, en lugar de un nivel tres de protección tengo que adaptarme al nivel dos con batas y mascarillas con filtro FP3.

P ¿Qué turno laboral hace?

R Somos un servicio SAMU de 12 horas, de apoyo a las unidades de 24 horas. Hacemos dos guardias seguidas de doce horas y descansamos unos días. Los de 24 horas hacen una guardia completa y descansan cinco días. Otros servicios hacen semanas seguidas de mañanas y alguna tarde, para permitir una semana de confinamiento. Cuanto más tiempo juntes turnos para el confinamiento, más ayuda en caso de tener un contagio accidental no reconocido, porque no hay síntomas, así evitas contagiar ya que estás en contacto continuo con la gente.

P ¿Y cuando llega a casa?

R Tengo dos nenes de cinco años y mi marido. Al principio era muy duro. Dejamos la ropa para la lavandería para salir limpias hacia casa, pero a mi marido le costaba acercarse. El miedo es libre. Y los peques me preguntaban, pero mamá ¿porque no me besas? A veces tienes dudas. Después de quince días más durillos ha pasado un poco el miedo, asumimos que vamos a compartir muchas cosas, que mami es sanitaria y estamos en la misma casa. Lo peor es no ver a mi abuela de 90 años, pero soy afortunada porque puedo dejar a mis hijos con mi marido.