En este momento, el Reino Unido y los Estados Unidos no tienen idea de cuántos casos tienen. Solo sabemos que el número oficial no es correcto, y el verdadero está en las decenas de miles de casos. Esto ha sucedido porque no estamos haciendo análisis y no estamos rastreando.

Con unas pocas semanas más, podríamos poner en orden nuestra situación de prueba y comenzar a evaluar a todos. Con esa información, finalmente sabríamos el verdadero alcance del problema, dónde debemos ser más agresivos y qué comunidades son seguras para ser liberadas de un bloqueo.

Los nuevos métodos de análisis podrían acelerar las pruebas y reducir considerablemente los costes. También podríamos establecer una operación de rastreo como las que tienen en China u otros países de Asia Oriental, para identificar a todas las personas que conocieron las personas enfermas y ponerlas en cuarentena. Esto nos daría un montón de conocimientos para divulgar más adelante nuestras medidas de distanciamiento social: si sabemos dónde está el virus, solo tenemos que ocuparnos de esos colectivos. Esto no es ciencia espacial: es cómo los países de Asia Oriental han podido controlar este brote.