El Consell ha pedido a Fomento crear un Fondo Infraestructuras de Movilidad con fondos propios y de la UE para impulsar la creación de empleo tras la crisis del Covid-19 gracias a la obra pública. Se trataría de una partida económica dirigida a las vías y medios de comunicación sostenibles como, por ejemplo en Alicante, el TRAM y, de paso, crear empleo. Serviría para activar proyectos pendientes como la remodelación de la A-7 o el tren de la Costa.

El conseller de Política Territorial ha hecho hincapié en la necesidad -como anunciaron el ministro y el propio president de la Generalitat, Ximo Puig- de poner en marcha medidas de protección para empresas y trabajadores con el fin de hacer frente a esta crisis sanitaria.

"Medidas que se tendrán que completar con un paquete de estímulo económico en el que la inversión en infraestructuras tendrán un papel relevante. Por ejemplo, con un Fondo de Infraestructuras de Movilidad con recursos de la administración y la Unión Europea junto a empresas privadas para mejorar nuestras infraestructuras e impulsar la creación de empleo con criterios de sostenibilidad", ha destacado. Además, ha solicitado que se estudien medidas para garantizar la liquidez de las empresas del transporte, "un sector estructural y estratégico, siempre dispuesto, que no descansa".

Un informe coordinado de la Cámara de Comercio reveló hace un año que la provincia necesita una inversión urgente de 750 millones de euros para evitar, por ejemplo, que la autovía Alicante-Villena y la circunvalación de Alicante, las más conflictivas, se colapsen completamente en los próximos diez años, aunque ambas presentan ya serios problemas de congestión. En concreto, las «nuevas» carreteras debieran estar completamente operativas en el horizonte del año 2029, cuando se estima que la A-31 soportará un tráfico de 65.102 vehículos diarios, un 15% pesados, y la ronda de Alicante (A-70), 76.302 vehículos, un 8,5% pesados.

La A-70 es el primer cinturón de circunvalación de la ciudad de Alicante y libre de peaje, en contraposición al segundo cinturón, englobado en la AP-7 y con un peaje convencional. Es la vía de mayor capacidad que conecta las ciudades de Elche y Alicante, y también es un eje de conexión con otros puntos de la provincia y con Murcia. Entre ambos municipios, la autovía consta de dos carriles de circulación por sentido, si bien a partir del denominado Camino Castilla hacia Crevillent pasa a tener tres carriles por sentido.

En las proximidades de Alicante se encuentra el nudo con la A-31, cuyo muy elevado nivel de tráfico provoca notables retenciones, especialmente en el tronco de la A-70. Para aumentar la capacidad de la autovía los autores del informe plantean un tercer carril entre Elche y Alicante, y un paso inferior en la rotonda de la Universidad de Alicante. Ambas obras costarían 105 millones de euros. El acceso al Campus de San Vicente resulta un calvario en las horas punta de entrada y salida a la Universidad.