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Belén Payá: «Echamos de menos estar más tiempo con los pacientes»

Como enfermera del Hospital General de Alicante, se enfrenta a diario al Covid-19, y, como el resto de profesionales, sin el material necesario

Belén Payá: «Echamos de menos estar más tiempo con los pacientes»

Todos los días, a las 20 horas, la ciudadanía de toda España sale a los balcones para reconocer la labor de los sanitarios. ¿Se sienten, de repente, héroes?

Agradecemos mucho ese reconocimiento público porque no siempre lo hemos tenido, por ejemplo cuando hemos sido víctimas de agresiones. Nosotros también agradecemos el trabajo de otros profesionales y, en general, de toda la sociedad que está asumiendo el gran reto del confinamiento obligatorio, que está siendo muy duro en general. Todos los ciudadanos estamos aportando para salir lo antes posible.

¿Cómo están viviendo esta situación desde primera línea del frente, desde el lugar de mayor exposición al coronavirus?

Con mucha responsabilidad, con respeto a la situación... También hay gente que lo vive con más miedo e inquietud, sobre todo las personas más inexpertas.

¿Se trabaja con miedo al contagio ante al escasez de medios materiales de los que disponen?

Así es, y así lo están manifestando muchos profesionales. También hay otra protección que empieza a faltar, que es la protección emocional. Hay agotamiento, hay cambios diarios de organización, de procedimientos... La información cambia de un día para otro, lo que ayer valía, hoy ya no vale. Se cambia para trabajar en las mejores condiciones, pero genera ansiedad y agotamiento. Luego también hay bajas entre el personal, lo que provoca inestabilidad en la plantilla. Todo esto se suma a la falta de material de protección... Y estamos en un momento en el que se necesita mucha calma. Por eso también es importante mejorar los ratios. Ya estaban justos, y ahora con las bajas y con pacientes que necesitan más atención, se requiere más personal en las plantillas. Saldremos adelante, pero estamos en un momento crítico.

Se avecinan días complicados. ¿Está el sistema preparado para lo que está por llegar, según indican todos los expertos?

Todo hace indicar que vamos hacia un escenario de días complicados. El aumento de casos positivos está siendo exponencial, al igual que la adaptación de recursos humanos y materiales. Los efectos del confinamiento de la población se verá en dos semanas o un mes. Ahora nos preocupa, por ejemplo, la situación tan crítica que sufren en Madrid. Aquí hemos tenido un poco más de margen para prepararnos. Esperemos que llegue todo el material necesario, así como los tests necesarios para el personal sanitario.

¿Llega tarde el material que los profesionales están reclamando desde el primera día?

Había un material básico para la gripe, pero ahora se ha añadido más protección, como gafas y batas impermeables. Necesitamos ya todo el material y también toda la información necesaria. Además, echamos de menos que la información para los sanitarios esté centralizada, porque cambia con mucha velocidad, cambia a diario.

Además de material e información centralizada, ¿qué más están echando de menos?

Pues, fíjate, cuestiones anímicas como los abrazos. Muchas de las compañeras se han ido a vivir a casas solas para proteger a sus familiares. Y ahora en los hospitales no hay tiempo para hablar, para sonreírnos, para vernos las caras... A veces ni nos conocemos por los pasillos con las mascarillas. Necesitamos fuerza a nivel emocional. Y también echamos de menos estar más tiempo con los pacientes. Nos preocupan, están solos. Antes entrábamos, les cogíamos de la mano, les preguntábamos... Ahora no podemos, hay que controlar mucho las entradas a las habitaciones por seguridad. Vemos a los abuelitos solos, personas que han fallecido sin familiares. Todo esto se nos está haciendo muy duro, porque, dentro de nuestra profesión de enfermeras, la humanización y la cercanía al paciente, junto al acompañamiento, es fundamental. Y todo esto no lo podemos hacer ahora como lo hacíamos. Y nos afecta en lo emocional.

Sobre la mesa está el debate de si el Gobierno debería endurecer aún más el confinamiento. ¿Qué opinión tienen los sanitarios?

Cuanto mayor aislamiento, menos contagio habrá. En la situación que estamos, estrechar más el cerco no va a ser mucho más dañino para la economía... El gran daño ya se ha hecho, ahora es el Gobierno el que tiene que poner las medidas de ayuda. Más confinamiento sería otro empujón más para salir cuanto antes de esta situación. Eso sí, apelo a la protección emocional de los ciudadanos por las consecuencias del confinamiento.

Piense en el día de después, cuando la crisis sanitaria se haya superado, cuando los aplausos diarios se silencien... ¿Qué pide para entonces? ¿Qué seguirá necesitando la sanidad pública?

Esta situación puede ser una oportunidad de mejora. Se ha visto la gran responsabilidad e implicación del sector sanitario. Hacen falta plantillas estables. Nosotros, desde el colegio, pedimos más enfermeras. Los ratios están desequilibrados respecto a otros países que seguro que han afrontado mejor esta situación porque ya tenían más personal. Ahora, estamos a la cola en Europa. También hay que luchar contra los gritos, los insultos y las agresiones a los sanitarios. Esperemos que después de todo esto se nos siga viendo como un personal imprescindible para el bienestar de la sociedad.

«Huyo de las luchas políticas y el WhatsApp»

La enfermera critica las polémicas declaraciones de la consellera de Sanidad: «Trabajando tenemos más posibilidades de contagiarnos»

¿Considera que hubo falta de previsión para hacer frente al coronavirus? ¿Se actuó tarde desde el Gobierno central?

Es difícil, no me gustaría estar en la piel de los altos responsables que luchan contra la pandemia. Se han elaborado documentos de protesta, incluidas denuncias en los tribunales... No lo sé. Quizá se tenían que haber iniciado antes todos los protocolos, porque ya sabíamos qué estaba pasando en Italia, que debe ser nuestro referente. Pero no sé, yo solo quiero tener el material adecuado, el personal necesario y la información correcta.

¿Cómo se viven en los hospitales las luchas a nivel político?

Desgastar a las personas y generar irritación no ayuda, pero eso no quita que tengamos que denunciar las deficiencias existentes. Eso sí, la denuncia debe ser para aportar una mejoría. No hay que olvidar que ahora, además, tenemos a todo el mundo en sus casas, desorientados, con problemas personales, con la cabeza en los problemas económicos que vienen... Muchos nos apartamos, estamos huyendo de esas luchas políticas y de los grupos de WhatsApp, porque se nos intoxica y yo tengo que estar centrada en mi trabajo, en salvar la vida de las personas. No es una cuestión de confianza absoluta, pero masacres, tampoco.

¿Cómo le sentaron las palabras de la consellera de Sanidad, Ana Barceló, cuando dijo que los sanitarios también se han contagiado fuera de los hospitales?

Fue el peor momento para decir eso, ahora todo se malinterpreta. Son palabras que no tocaba decir porque es evidente que tenemos más posibilidades de contagiarnos trabajando que fuera del trabajo.

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