La suspensión de las clases presenciales hasta nuevo aviso han llevado finalmente a la Conselleria de Educación a proponer el aplazamiento de un año para todo el calendario de las oposiciones docentes, de forma que las previstas este año para profesores de Secundaria y FP se harían en junio de 2021, y las del año que viene que inicialmente iban a hacer los maestros de Infantil y Primaria, para el verano de 2022.

Así lo propondrán los responsables educativos esta misma semana a los representantes del profesorado en la mesa sindical que se ha convocado este viernes, tras haberla solicitado el STEPV repetidamente en los últimos días.

Los exámenes para acceder a 3.575 plazas de profesorado de Secundaria y FP se aplazan por tanto a junio del año que viene, en cuanto se debata en la mesa sindical, y los previstos el verano de 2021 a 2022. El conseller Marzà explica, como avanzó ayer este diario, que «la situación en la que nos encontramos hace que sea recomendable evitar las incertidumbres de miles de aspirantes que se están preparando para opositar, y resulta mucho más razonable que se puedan reorganizar con un nuevo calendario».

La oferta de plazas que se pospone al año que viene contempla para Secundaria 2.771 puestos y el resto para FP, Conservatorios y Escuelas de Idiomas. Entre las especialidades con mayor oferta figuraban Matemáticas con 424 plazas, Lengua Castellana y Literatura con 300 plazas y Valenciano con 300 más.

En la Conferencia Sectorial de Educación celebrada ayer entre las autonomías y el ministerio también se acordó reducir a la mitad la duración de las prácticas de FP en empresas o FCT, de forma que las 380 horas que se fijan para los alumnos de grado medio y las 400 de los del superior pasan «de manera excepcional» este curso al mínimo que ya contempla la normativa básica y que son 220 horas.

En la provincia son más de 20.000 los alumnos que cursan los ciclos de FP medio y superior, así como otros 4.000 la FP Básica que incluye algunas prácticas aunque en menor medida. Para facilitar el cumplimiento del currículo en todos los niveles de la FP, las prácticas en empresas se integran en el módulo del proyecto final de ciclo, y cada instituto ofrecerá a su alumnado durante las clases online «programas formativos a distancia que simulen el entorno del centro de trabajo», según lo previsto en las prácticas de cada ciclo.

La decisión de reducir las prácticas supone «una gran tranquilidad para los que tienen que titular para poder acceder a la Universidad», destacan en los institutos consultados. «Los alumnos estaban muy preocupados, ahora podrán hacer la prueba con tranquilidad porque las prácticas se podrán completar en cinco semanas y media», concretan.

Otro cambio al que obliga la crisis sanitaria generada por el coronavirus se refiere a las pruebas de acceso a la FP de grado medio o superior, para los alumnos que no cumplen los requisitos académicos necesarios. Se ha acordado posponerlas durante el tiempo que haga falta, con la fecha todavía por concretar y siempre en función de lo que vayan señalando las autoridades sanitarias, como recalcan desde la conselleria.

Curso escolar

El calendario del resto del curso no varía, como precisan desde Educación. Los colegios acabarán el 18 junio y los institutos dos días antes, el 16 de junio, manteniendo las clases a distancia mientras siga la alerta sanitaria.

El conseller recuerda que excepto para FP y Bachillerato, porque tienen que titular, para el resto de alumnos «en ningún caso se puede pretender hacer ni exigir lo mismo que con la formación presencial».

Facilidades para el alumnado que se presenta a la selectividad

La convocatoria ordinaria de las pruebas de selectividad también se aplaza «entre tres y cuatro semanas», como señala el secretario autonómico de Educación y FP, Miguel Soler. Las comunidades han acordado fijarlas entre el 22 de junio y el 10 de julio «con el compromiso de publicar los resultados antes del 17 de julio», y la convocatoria extraordinaria se deja para septiembre, antes del día 10. El Ministerio de Universidades también ha dejado claro que, aunque el temario no se va a reducir, se pretende que la situación excepcional que ha generado el coronavirus afecte lo menos posible al alumnado, de forma que cada estudiante podrá seleccionar un número de preguntas por bloque y de composición amplia. Tal y como propusieron entre todos «se garantizará al cien por cien que la prueba verse sobre contenidos que se hayan trabajado en el aula», explicó el ministro Manuel Castells al término de la videoconferencia con los responsables autonómicos, porque no todo el alumnado tiene la misma capacidad en cuestión de tecnología o de espacio adecuado para seguir las clases online. Respecto a los tiempo previstos para hacer las pruebas, no sufren variación alguna hasta el momento.