Suena grotesco... y lo es. A pesar de los múltiples consejos preventivos, los requerimientos públicos, las llamadas a la responsabilidad ciudadana de los aplaudidos trabajadores sanitarios y el devastador resultado que arroja la propagación del coronavirus por todo el país, los agentes de la Policía Local de Alicante han levantado ya cerca de 300 actas sancionadoras, han identificado a más de mil personas en la vía pública e interceptado 508 vehículos en el operativo organizado para hacer cumplir las medidas establecidas en el decreto de estado de alarma del Gobierno para frenar cuanto antes la pandemia provocada por el Covid-19. Entre las intervenciones efectuadas por las patrullas destacan el hallazgo de familias con niños jugando en la calle y el de un kebab abierto con cola para comprar sin respetar la distancia de seguridad ni medidas sanitarias.

Además, en la plaza de la División Azul, interceptaron, alertados por los vecinos, un furgón equipado con altavoces por los que se emitía un discurso en árabe.

También disolvieron reductos de personas, más o menos pequeños, en la calle Escritor Dámaso Abad, plaza del Sol, Pradilla, Padre Esplá, en una hamburguesería de la avenida de Dénia, y a un nutrido colectivo de paseadores de perros en la calle Cruz del Sur. Durante el sábado, los policías se vieron obligados a intervenir en dos viviendas en las que se organizaron fiestas con las música muy alta en la calle Redes y Sargento Vaillo. Las labores continuaron debido a las quejas por ruido y música alta, con intervenciones en una vivienda, en la calle Pelayo; en Manuel Antón, con un altavoz en plena calle; en San Juan Bautista, con altavoces en el balcón que generaba molestias. Por último, identificaron a un sujeto por escucha música a un nivel elevado desde su vehículo.