P ¿Cómo están trabajando los médicos en esta pandemia?

R Es una evidencia que nos faltan equipos de protección individual en cualquier servicio y en los que tienen algún contacto con los pacientes ya diagnosticados de coronavirus. Hasta la fecha, como no había una transmisión comunitaria alta en Alicante, los equipos se utilizaban cuando el paciente era sospechoso, y podía ser suficiente. Ahora con la curva en el pico álgido, y con la cantidad de pacientes con sospecha, con contactos, y con el contagio de la enfermedad, el material es absolutamente insuficiente. He visto, ya que estoy trabajando en el Hospital General (de Alicante), que los ciudadanos han estado acudiendo a Urgencias, hasta que se ha anulado la actividad programada, con mascarillas mejores que las que los propios sanitarios tenemos. Dada la situación de pandemia y la información que teníamos previa de China y de Italia, no acabamos de comprender cómo es posible que no existan reservas de equipos de protección para los sanitarios.

P ¿Para cuánto tiempo quedan?

R Habrá algunos bajo llave, algunas reservas. En algunos centros de salud hay cuatro equipos de protección individual para todos los enfermeros y médicos. Mis compañeros en estrecho contacto con pacientes ya diagnosticados, ingresados en las plantas, por ejemplo, del Hospital de Alicante, no tienen esos equipos de protección individual. Tenemos mascarillas quirúrgicas y batas de plástico de quirófano de siempre, pero esos no son los equipos que deben de protegernos ante esta enfermedad. Se están viendo pacientes sin esas medidas de protección.

P ¿Hay algún otra carencia?

R El déficit de tests para el diagnóstico de la prueba nos da muchos quebraderos de cabeza. Desde que empezó esta crisis epidemiológica, ha habido un montón de cambios en la definición de caso y a quién se le aplicaban los kits diagnósticos. Llegado un momento en el que se sabe que la enfermedad es muy contagiosa y que los sanitarios serían los primeros abocados a ello y que si nos contagiamos tenemos que someternos a un aislamiento social y laboral, y no podemos atender a los ciudadanos, es de absoluta lógica que los tests se hagan a médicos con síntomas o en contacto con un infectado. Pero por déficit de reactivos, no se están haciendo. Esto ha favorecido la transmisión en los centros sanitarios y entre profesionales. El aislamiento de Corea del Sur no ha sido tan restrictivo como en China o aquí, al tener bien diagnosticado el entorno del contacto con los tests.

P ¿Midieron mal las autoridades políticas y sanitarias?

R Desde principios del siglo XX, con la mal llamada gripe española, no hemos vivido una situación igual. En el mundo en el que vivimos es difícil tomar las decisiones pero viendo lo que había sucedido en China y en Italia, hemos considerado que eso estaba bastante lejos. Ese tiempo de previsión se ha desperdiciado, se podían haber tomado medidas antes para que ese pico álgido de contactos no fuera igual que en Italia. Sigo sin entender cómo no hemos previsto tener material de protección sanitaria para una hecatombe. Ahora es difícil que las autoridades saquen las mascarillas de donde no las hay porque todo el mundo está pidiendo cantidades exageradas, porque se han cerrado las fronteras, los países comprarán desesperadamente y competirán en esta compra, factores que ahora dificultan disponer de estos recursos.

P ¿Se están pagando los recortes en la Sanidad pública?

R El sistema sanitario es muy eficiente por sus profesionales pero no porque dispongamos de los recursos más excelentes del mundo. Eso es así, pero desde antes de la crisis, y se ha comprobado ahora.

P ¿Le parece una buena medida la incorporación de médicos jubilados o sin especialidad?

R Esto sí es una medida de previsión por si se produjera una situación de extrema urgencia de déficit de profesionales sanos para atender a la población. Se está estableciendo una reserva en activo, sin riesgo de contacto, que puedan estar en casa con teletrabajo, y si tuviéramos la necesidad por una sobrecarga asistencial extrema poder disponer de profesionales que han sido médicos en determinadas condiciones sin que arriesguen demasiado su salud.

P ¿Deberían ser más restrictivas las medidas de aislamiento?

R Lo más efectivo para aplanar la famosa curva del número de contagiados diarios y que no se sobrecargue el sistema sanitario es un aislamiento social muy restrictivo, que a mi parecer ha llegado tarde. No valen medias tintas. Es una medida difícil para la sociedad, la convivencia y la economía, pero si lo hiciéramos estrictamente, los resultados los veríamos más rápido de los que imaginamos. El teletrabajo es una obligación para todos los servicios que lo puedan ejercer.

P ¿Estamos preparados para hacer frente a un aumento de pacientes las próximas semanas?

R Salvando los déficits que tenemos sobre la protección de los sanitarios, creo que sí. En la Comunidad Valenciana vamos con un cierto decalaje con respecto a Madrid, nos estamos organizando y preveyendo que podamos estar en su situación. Esperemos que las medidas de reestructuración de servicios, como hospitales de campaña y hoteles medicalizados, sean eficaces. Cuantos más recursos de toda índole, públicos o privados, tengamos a disposición de esta crisis mucho mejor.

P ¿Temen que pueda colapsar el sistema sanitario en Madrid?

R No es el miedo, es la realidad. Estamos a la espera de sufrir esa situación si no cambia nada del Covid-19, lo vamos a padecer exactamente igual porque los hospitales y los recursos están construidos en función de la población adscrita a cada departamento. Pero frente a Italia, Madrid o el País Vasco tenemos un tiempo para prepararnos porque sospechamos que pueda suceder, ojalá que no, y lo estamos haciendo. ¿Cómo? Reestructurando los circuitos, al personal, habilitando profesionales de reserva, hospitales y camas, e intentando que esos recursos, que los respiradores, estén disponibles para los pacientes de Covid-19 y de otras patologías que lo necesiten. Es vital no sobrecargar las Urgencias ni los centros de Atención Primaria. Se nota mucho que la gente no consulta ahora por banalidades. Estamos preparándonos para que todos los recursos sanitarios se puedan implementar a esa supuesta avalancha de enfermos contagiados por coronavirus.

P ¿Qué nos falta por saber del Covid? ¿Para cuándo la vacuna?

R Hay muchas dudas sobre las interacciones farmacológicas. Se debate sobre si los pacientes hipertensos tienen más riesgo y se ha publicado un artículo sobre la transmisión aérea del virus. Todo esto se irá dilucidando cuanto tengamos buena evidencia científica. Las vacunas tienen que pasar todas las fases de los ensayos clínicos. No hay que esperar que vaya a estar efectiva a corto plazo.