P China y EE UU han anunciado que tienen una vacuna para realizar ensayos clínicos. Si todo va bien, ¿para cuándo podría estar lista?

R El interés y los esfuerzos están provocando que se desarrolle a una velocidad vertiginosa. Lideran China y EE UU, pero hay grupos de otros países, incluida España, que están investigando. Hay entre quince y veinte estudios iniciados, la mayoría en fase preclínica, y estos dos están en fase uno, que consiste en probar la vacuna con un número pequeño de candidatos. En la fase dos se ensaya ya con 400 ó 500 personas, en la fase tres se obtienen los permisos para su comercialización por parte de las agencias del medicamento y en la cuatro ya se puede comprar. ¿Cuándo estará? Una vacuna tarda entre 12 y 18 meses en ser puesta en el mercado, como mínimo.

P En este caso hablamos de 12 a 18 meses, pero ¿cuánto tarda en un proceso normal?

R Lo normal es que tarde diez años, pero en esta situación lógicamente los plazos se van a acortar al mínimo. Parece que los chinos han empezado antes, pero sería un logro tenerla dentro de ocho meses en el mercado. Además, es que sería arriesgado que se produjera antes. Sólo en 2020 han salido 900 estudios sobre el Covid 19, de los que 50 tienen que ver con vacunas. Se ha producido una inmensa producción científica, pero es necesario formularse algunas preguntas. ¿Las personas desarrollan inmunidad frente al Covid 19? ¿Los infectados están protegidos para toda la vida o cuánto dura la inmunidad? Con los primeros pacientes chinos parece que sí, pero necesitaríamos saber cuánto dura esa inmunidad. La siguiente pregunta es si la vacuna funciona, si crea anticuerpos; y tercera, y más importante, si es segura.

P ¿Cómo se conseguirá acortar tanto los plazos?

R Lo que puede acelerar el proceso es la experiencia con las primas del Covid 19, el SARS y el MERS, porque ya había grupos de investigación trabajando en una vacuna por si reaparecían estos coronavirus. Por otra parte, los investigadores están trabajando prácticamente en paralelo en el desarrollo de las fases. Es decir, que a medida que ven resultados en la primera fase ya están reclutando voluntarios para la segunda fase, aunque la primera no haya concluido. Y, además, es previsible que las agencias, tanto la europea como la FDA norteamericana, aceleren al máximo los trámites para autorizarlas si cumplen con los requisitos.

P Llama la atención en el caso de la investigación norteamericana el hecho de que en lugar de inocular el virus copien su código genético.

R El Covid 19 es un virus RNA, es decir, solo tiene ácido ribonucleico. Todos los virus tienen RNA o DNA, que es el desoxiribonucleuico. Este ácido está rodeado de una envoltura de proteínas y unas espículas que lo rodean. Con ellas es con las que se engancha a las células pulmonares para destruirlas. Están ensayando distintas metodologías, hay varias distintas. Unas se basan en el RNA, otras son recombinantes, otras vectoriales otras inactivadas y otras vivas atenuadas. La de EE UU sería usando DNA, transcribes el RNA en el DNA. Son distintas técnicas de laboratorio. Una vez elegida, empiezan los ensayos preclínicos. A raíz de ahí se prueba en animales y ya pasas a la fases hasta llegar a la cuarta.

P Una vez que se logre una vacuna eficaz, habrá que preguntarse cómo se distribuirá y su precio, porque en la carrera obviamente existen fuertes intereses económicos.

R Así es. Una vez que tengamos la vacuna, el siguiente reto es cómo se va a distribuir, quién la va a distribuir y a qué personas. Será a toda la población, a los mayores, a los grupos de riesgo, a los sanitarios... Además, un laboratorio no puede producir cinco millones de vacunas al día. El laboratorio que consiga la vacuna pasará a la historia y quizá ocurra como pasó con la vacuna de la polio, que salió muy barata, pero eso ocurrirá si ponen el interés social por encima del económico. Tendrían que enseñar la técnica a más laboratorios para producirla a mayor escala, pero tiene que darse esa solidaridad y luego resolver los problemas de logística.

P ¿Es la vacuna nuestra única esperanza?

R La vacuna es una muy buena esperanza, pero va a tener difícil impacto en la situación actual con varios países con la infección circulando. Además, el efecto de una vacuna no es inmediato. El organismo tarda diez o quince días en fabricar anticuerpos. Vamos a poner un ejemplo descabellado. Si sale una vacuna mañana, llega a España pasado mañana y el lunes nos la administran a los más de 40 millones de habitantes, no cortaría los casos que ya están infectados. Es decir, que el efecto de la vacuna sobre la actual pandemia es complicado. Si la vacuna se consigue tener dentro de doce meses sobre esta oleada epidémica no puede tener efecto. Pero si el coronavirus se quedara como un virus estacional y decae con el calor, te da un margen de maniobra. Daría tiempo también a desarrollar tratamientos médicos y la vacuna serviría para el invierno que viene.

P Existe una polémica sobre la realización de test de diagnóstico, ¿cómo son de necesarios?

R En España ahora mismo tenemos más de 17.000 casos, 767 fallecidos y estamos subiendo en la curva de la pandemia, no hemos llegado al pico. El resultado de las medidas de contención empezará a verse a partir de la semana que viene. Desde el punto de vista epidemiológico es importantísimo que se realicen test de diagnóstico. Por una parte, permiten tener una visión auténtica de cómo se está distribuyendo la infección y, por otra, permiten detectar a los infectados asintomáticos que transmiten la enfermedad sin saberlo. En Corea del Sur los han realizado de forma masiva y han confinado a todos los positivos logrando minimizar de forma espectacular los nuevos casos.

P ¿Qué más sería necesario para luchar contra la pandemida del coronavirus?

R Aparte de los déficit de mascarillas y de test diagnóstico, echo en falta la transparencia en los datos. Se incide mucho en el número de fallecidos, pero no sabemos los grupos de edad ni el sexo. Y también habría que comunicar mejor el número de recuperados, porque siendo realistas es para ser optimista. Hay más recuperados que fallecidos.