Tensión y nervios en la cárcel de Fontcalent por la pandemia. Los sindicatos alertaron ayer de un «conato de motín», con reclusos atrincherados, quema de objetos y gritos de «libertad, libertad. Y denunciaron la falta de personal y de medidas de protección ante el Covid-19.

En cambio desde Instituciones Penitenciarias restaron importancia a lo sucedido y señalaron que una información falsa de que había ingresado en el centro un preso que había dado positivo en las pruebas de Covid-19, generó un momento de «nerviosismo» dentro de un módulo. Negaron que hubiera un incendio y destacaron que la situación se resolvió con la intervención del jefe de servicios.

En un comunicado la Asociación de Trabajadores Penitenciarios «Tu abandono me puede matar» destacó «el nerviosismo con el que la población reclusa está viviendo la expansión del coronavirus por todo el territorio nacional, lo que ha provocado un intento de motín en un módulo residencial del Centro Penitenciario Alicante Cumplimiento. Una multitud de internos de un módulo sobresaturado ha salido al patio, atrincherándose, quemando objetos y gritando "libertad, libertad". El bulo de que en Italia se ha puesto en libertad a los presos en los últimos días origina la sensación de abandono de los internos por parte de la administración Penitenciaria».

«Se han vivido momentos de gran tensión en el que la gran profesionalidad de los pocos funcionarios de servicio a la hora de afrontar el problema ha sido fundamental para lograr volver a tener el control de las dependencias», agregando que vienen denunciando en las últimas semanas «la desprotección que sufren los empleados públicos del sector a la hora de afrontar la violencia prevista en las cárceles nacionales motivada por la crisis del coronavirus».

Por su parte desde ACAIP-UGT, sindicato mayoritario en prisiones, destacaron que «un numeroso grupo de internos ha empezado a exigir que se les dotara de material de protección para prevenir la infección por coronavirus. Los funcionarios de servicio les han explicado la situación y que no había ningún caso en la prisión y que, de producirse, se tomarían las medidas oportunas. A pesar de estas explicaciones la tensión ha ido en aumento en un módulo que alberga a 219 internos», y «durante muchos minutos se ha corrido el riesgo de que en la prisión alicantina se vieran las imágenes que hace tan solo un días veíamos en las cárceles italianas».

Y el sindicato CSIF también denunció este incidente y reclamó que el Gobierno dote a los funcionarios de prisiones de más medidas de autoprotección.