La Policía Local cortó ayer el acceso a calles y carreteras en Alicante y otras localidades de la provincia para obligar a regresar a sus casas a quienes permanecían en la vía pública sin un motivo justificado. Además, tanto los agentes locales como Policía Nacional y Guardia Civil empezaron a levantar las primeras actas De esta forma se intentaba hacer cumplir la restricción de la movilidad y la obligación de los ciudadanos de permanecer en sus domicilios, según lo dispuesto en el decreto por el que el Gobierno regula el estado de alarma ante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19 y que entró en vigor la medianoche del domingo.

El centro de Alicante ofrecía en la mañana de ayer un aspecto casi fantasmagórico, con las calles prácticamente desiertas, un hecho insólito para tratarse de un domingo y además con un tiempo primaveral. No obstante, hubo algunos grupos de personas que decidieron saltarse el decreto y que paseaban por lugares como la Rambla y la Explanada. Se trataba en su mayoría de extranjeros, que ultimaban sus vacaciones en Alicante. Algunos llevaban mascarillas, aunque otros prescindían de ellas. Entre quienes permanecían en la calle, una pareja de músicos, junto a los puestos cercanos al auditorio de la Concha, en la Explanada. Los artistas urbanos optaban por poner música a la crisis social por la que atraviesa todo el país para así afrontar el estado de alarma al son de las cuerdas.

Mientras, el paseo del Puerto estuvo vigilado en todo momento por agentes de la Policía Portuaria, que impedían el acceso. Lo mismo ocurría con el paseo del Postiguet, donde una patrulla de la Policía Local exigía a los peatones -que, con todo, no eran muchos- que regresaran de inmediato a sus domicilios. Fuentes del Ayuntamiento de Alicante indicaron que, en principio, únicamente se estaba actuando de manera disuasoria, informando a los viandantes de la obligación de estar en casa. No obstante, si se observaba un incumplimiento reiterado del decreto del Gobierno se contemplaba la posibilidad de levantar actas, con las sanciones previstas.

Y, en efecto, así fue. Los agentes sancionaron a lo largo de la jornada a personas que se encontraban bañándose, buceando, pescando y paseando a sus perros en el litoral de la ciudad sin ser residentes en esa zona, según informaron fuentes de la concejalía de Seguridad. Se enfrentarán a multas que van de los 600 a los 1.500 euros. Además, se cerraron establecimientos en el centro y bares de la zona norte, abiertos y con clientes en su interior.

Los policías locales patrullaron a pie, además de informar en vehículos con megafonía por toda la ciudad y en quads por las playas, e identificaron y sancionaron durante todo el día a las personas que estaban en la vía pública. Se levantaron decenas de actas de sanción, sobre todo en paseos de las playas, en avenida de Niza, en la Explanada y la Cantera, y se desalojó la playa de Urbanova.

El concejal de Seguridad, José Ramón González, hizo un llamamiento a «la colaboración de la ciudadanía, que tiene el deber cívico de cumplir con todas las medidas decretadas para hacer frente al Covid-19», y recordó que «el incumplimiento o la resistencia a las órdenes de la autoridad competente será sancionado con arreglo a lo dispuesto en las leyes».

También en El Campello la Policía Local patrulló zonas de habitual afluencia de peatones como los paseos de las playas de Muchavista y el Carrerlamar, recordando a través de megafonía la obligación de quedarse en casa e instando a quienes se encontraban en la calle que regresaran a sus domicilios. En Elche también se pusieron en marcha dispositivos similares, aunque a última hora de la tarde no había constancia de que se hubieran interpuesto sanciones. Asimismo, en Alcoy la Policía Nacional impedía el acceso a la Vía Verde que recorre los alrededores de la ciudad, y en otras localidades la Guardia Civil realizaba controles de entrada.

Misas

Las iglesias de Alicante celebraron ayer el «Día del Señor» con la asistencia de apenas una decena de personas a las misas de la mañana. Unos pocos feligreses se acercaron hasta la concatedral de San Nicolás, la basílica de Santa María y el monasterio de la Santa Faz. «He venido expresamente a escuchar la palabra del Señor», explicaba una mujer a las puertas de la concatedral, mientras un matrimonio señalaba, instantes antes del comienzo de la misa de las 12, que había decidido acudir porque «debíamos y podíamos ir, tras confirmar que no había ningún problema». «Si puedo ir a por el pan, puedo venir a misa», indicó otra mujer. Las ceremonias se celebraron sin apenas gente, unas respetando la distancia de seguridad pero otras no.

La Iglesia no había prohibido las misas ni clausurado edificios. No obstante, sí disculpó a todos aquellos que decidieran no acudir a su cita dominical por estar confinadas en sus casas.

Ajustes del servicio ferroviario

Por otra parte, Renfe informó que a partir del miércoles 18 de marzo la oferta de trenes de alta velocidad, larga distancia y media distancia se reducirá al 50%. La compañía anula sus horarios habituales y pondrá en marcha un plan especial. Por ello, quedarán anulados también todos los billetes vendidos para viajar a partir de la citada fecha, reintegrándose al viajero todo el importe que hubiera pagado por ellos. La medida afecta a los AVE que unen Alicante y Madrid, los Euromed y Talgo hacia Barcelona y los media distancia a Villena, València y Albacete, así como los de València a Alcoy. Se mantiene, en cambio, la oferta habitual de cercanías, es decir, de Alicante a Elche, Orihuela y Murcia y a San Vicente del Raspeig.

La oferta de plazas en los trenes que circulen se ajustará a lo que requieren las circunstancias excepcionales de alerta sanitaria. Además, se suspenden en todos los recorridos los servicios de cafetería, bar móvil, restauración a bordo, distribución de prensa y auriculares. También permanecerán cerradas todas las salas club de las estaciones. Renfe ha habilitado un teléfono específico de información, el 91 831 45 20, operativo a partir de hoy mismo.